1812: La Retirada Napoleónica de Rusia (paso a paso).

Aquí en España una película de suspenso sería una película mala, que no se merece al aprobado. Me he quedado un rato perplejo, antes de leer el resto del mensaje. Pensaba que te había pillado en una errata graciosa, pero parece que no:

Suspenso.  En el español de América, ‘expectación por el desarrollo de una acción o suceso, especialmente en una película, obra teatral o relato’: «Admira la técnica de la disposición de los capítulos como ingeniosa manera de mantener el suspenso hasta el desenlace» (HdzNorman Novela [P. Rico 1977]). En España se usa, en su lugar, la voz suspense. (http://lema.rae.es/dpd/)

Gracias y saludos.

31 de Octubre, Kolotskoye

Grande Armée (grueso):  90.000 (+). Temperatura (min.): -4º C

La marcha del ejército se va realizando por escalones. El primer escalón con el propio Napoleón con la Guardia Imperial, los restos de la caballería de Murat y el pequeño cuerpo de Junot (8º); a continuación vienen los cuerpos de Ney (3º), Eugene (4º) y el cuerpo polaco de Poniatowski (5º); cierra la marcha el cuerpo del mariscal Davout (1º). Las tropas que van delante tienen ante sí un camino despejado y además sufren menos la escasez de raciones (en especial la “mimada” Guardia), mientras que a las de la retaguardia les toca la ingrata tarea de pasar sobre los despojos y la devastación que van dejando las tropas de delante.

Mientras la vanguardia del primer escalón llega ese día a Viazma, la retaguardia que va camino todavía de Gzhatsk desde Mozhaisk sufre el primer ataque serio. El atamán cosaco Platov ataca a la columna francesa a la altura del monasterio de Kolotskoye tras deslizarse por el flanco izquierdo. Los cosacos -apoyados por artillería a caballo- causan el caos, deshaciendo al menos a 2 batallones de infantería y tomando unos 20 cañones más 2 banderas.

El grito de ¡Cosacos! empieza a tener un efecto desmoralizante. Los oficiales recuerdan a los soldados que la mejor protección es permanecer juntos y deben seguir a las banderas. Como diría un par de días más tarde señalaría el mariscal Lefebvre en una arenga a las tropas de la Guardia: “Hay cosacos allí (norte), allí (este), allí (oeste) y allí (sur)... sí no os quedáis conmigo estáis j*****s”.

Platov en la escaramuza de Kolotskoye, por A.O. Orlovsky

Ataque cosaco a los bagages franceses (durante la batalla de Borodino) por S. Zehliman

6 de Noviembre. Camino Viazma-Smolensk.

Grande Armée (grueso): 70.000 (+/-). Temperatura aproximada (min.): -10º C (+/-)

Hasta el día 3 se venía disfrutando de lo que se consideraba un tiempo excepcionalmente bueno para la época y la latitud por la que marchaba el ejército. Cierto que las noches eran frías pero por el día subían bastante las temperaturas. La noche del 4 al 5 ya fue más dura y las temperaturas bajo cero se empezaron a notar de verdad en toda su crudeza. Pero sería el día 6 el que quedaría asociado a la mayoría de los soldados con la llegada del “Frío” con mayúsculas. La lluvia se había convertido en nieve y ya no subían las temperaturas diurnas, por lo que a partir de ahora había que marchar sobre ésta. La posición normal de marcha pasó a ser la de “ir encogido”.

Muchos soldados se fueron a dormir para no despertar ya, muriendo de congelación por culpa de la escasa ropa de abrigo que portaban. Pronto el resto aprendería que debía mantener el fuego ardiendo de manera constante durante la noche y que sólo debía dormir durante periodos cortos de tiempo.

También aprendieron a buscarse la vida y confeccionarse ropa de abrigo improvisada: los voluminosos vestidos femeninos adquiridos (o saqueados) para regalar a la vuelta en casa eran especialmente apreciados porque generaban un efecto aislante; las pieles de oveja que usaban algunos caballos como manta bajo la silla de montar, resultaban excelentes como ponchos tras hacerles un agujero en medio... Cada uno se puso encima todo lo que llevara: pieles, sedas, vestidos femeninos, vestiduras litúrgicas..., no importaba que el resultado fuera hilarante a la vista (“ande yo caliente, ríase la gente”).

Mientras los soldados se preocupaban del frío y la nieve, a Napoleón le preocupaba otra cosa. Ese mismo día había llegado un correo de París. El general Malet se había escapado del sanatorio donde estaba recluido y había intentado un golpe de estado republicano difundiendo la noticia de la muerte de Napoleón en Rusia. La farsa había sido descubierta, pero Napoleón descubrió con horror que ninguno de los miembros de la administración que había creído en su muerte se había planteado dar el paso de nombrar Emperador a su hijo, asegurando una sucesión dinástica.

Los rusos de Kutuzov no habían presionado a fondo a los franceses tras Viazma. Muchos oficiales estaban coléricos ya que entendían que el ejército francés se derrumbaría si se le ejercía presión. Kutuzov era de otro opinión: los franceses habían demostrado tener una notable capacidad de lucha en Viazma, era mejor dejar el trabajo de ir liquidando al frío y confiar en los ejércitos rusos secundarios que amenazaban la ruta de escape de Napoleón. Además el ejército de Kutuzov tenía sus propios problemas: al empezar la campaña de la retirada tenía reservas de alimentos para justo hasta el 6 de noviembre. De hecho el día anterior Kutuzov tuvo que dictar instrucciones sobre como se debían hacer las requisiciones a los campesinos locales. Sin embargo no esperaba obtener demasiado ya que aunque el grueso no marchaba exactamente por el mismo camino que los franceses, -sino hacia Smolensk por Yelnia- toda la región o había sido devastada previamente o había visto como huía mucha de la población local.

Se había ordenado preparar con antelación grandes convoyes de suministros de en torno a 408 carretas cada uno, cargados con suministros. Sin embargo algunos partían desde puntos muy lejanos y a otros se les había mantenido alejados hasta asegurarse de la ruta de retirada francesa por temor a que fueran capturados. Dado que además no eran muy rápidos el resultado es que la mayoría marchaba en pos del ejército pero con pocas opciones de alcanzarle. Eso sí los afortunados encargados del convoy eran muy felices, ya que eran los únicos que circulaban con abundante comida por una región arrasada.

Escena de la retirada, por Adolph Northen

En el camino de Dorogobuzh a Mikalewka (7 nov), por C.G. Faber du Faur

Soldados muertos por congelación en la noche del 6 al 7 cerca de Mikalewka, por Faber du Faur

Muertos por congelación en el camino, por Iban Egañ

En el siguiente post (día 9) comentaré este aspecto en más detalle. Tras la batalla de Viazma y aun más tras la llegada del frío y la nieve, el ejército se desintegra. No todas las bajas son muertos sino una estimación de los hombres que más o menos permanecen con las banderas, o sea los que podemos seguir considerando soldados. Muchos arrojan las armas, abandonan el camino en su desesperación o simplemente se van quedando demasiado atrás.

Como adelanto se estima que cuando todo el ejército acabó de llegar a Smolensk (9-12), los batallones sólo tendrían unos 40.000 efectivos entre todos.

La verdad es que leer los relatos es estremecedor. No se habían preparado uniformes especiales para el invierno por lo que en principio los soldados llevaban su uniforme, un capote y alguna camisa extra. Quien no se buscara la vida y se hiciera aquí o allá con alguna piel u otra ropa de abrigo, no duraría mucho.

Saludos.