Jean Lannes (1769-1809), oficial de granaderos, se convirtió en el general por excelencia de la vanguardia napoleónica. Malhumorado y a veces algo tosco pero siempre valiente y dispuesto a combatir en primera línea, destacaría inicialmente por su valor pero con el tiempo demostró unas dotes tácticas que lo situarían entre los más destacados mariscales de Napoleón y sólo su muerte en combate impidió que se desarrollará al máximo todo su potencial.