¿Cómo podria haber llegado hasta nuestros días la Segunda República Española (SRE)?

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Larrio Whitefinger
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Equite
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Desde: 13 Ene 2011

Patriotismo: Calidad de Patriota

Patriota: Que ama ardientemente su patria y quiere serle útil

 

La SRE tenía los días contados, anarquistas, fascistas y monárquicos, incluyendo la iglesia, la oligarquía y el ejército estaban en su contra. Esto posibilitaba cualquier golpe de Estado. Como sistema liberal y republicano, aunque algunos escritores como Raymond Carr lo exageraran como un sistema radical, tenía en Europa varios aliados, entre los cuales estaba Inglaterra, Francia, Unión Soviética, Suiza y otras potencias, que más tarde lucharían unidos contra la Alemania nazi. Si por cualquier causa, Franco hubiera caído en Marruecos o, directamente no se hubiera producido el golpe de Estado en el 36 y la Guerra Civil Española (GCE) no hubiera estallado, y la Segunda Guerra Mundial (SGM) hubiera comenzado con la SRE presente, aunque España se proclamara neutra en este conflicto, no nos habríamos librado de la ocupación nazi en 1940 o 1941. En 1944 con las invasiones tanto en Italia, como en Normandía, se habría dado otra importante en el sur de España desde Argelia o incluso Marruecos. Con la liberación de España el gobierno correría a cargo de la AMGOT (“Allied Military Goverment of Occupied Territories” conocida en castellano como la Administración Militar Aliada de los Territorios Ocupados) hasta que se pudieran celebrar las primeras elecciones. En la guerra habría que destacar que el presidente de la SRE habría enviado al ejército español al frente en España.

Cuando ocurre esto, un oficial, un suboficial y un soldado, se siente atraído por la liberación de su país, y estos acabarían siendo patriotas de la SRE, obligando así a parar cualquier intento de golpe de Estado en contra de la SRE (en el caso de que no produzca ninguna alteración en el orden social o económico del país y haya revueltas populares o revoluciones).

Tras la SGM el mundo recibió un cambio exagerado en todos los países, y el ejército defendió a su país por amor a la patria.

Si tras las primeras elecciones no hubiera ocurrido nada parecido a la proclamación de la SRE el 14 de abril del 31, como ocurrió con las elecciones del 12 de abril de ese mismo año que tras la dictadura de M. Primo de Rivera, ganaron en las elecciones municipales de las ciudades más grandes el partido republicano, y no se hubiera proclamado una monarquía con el rey Juan III de Borbón como jefe de Estado, en mi opinión, la SRE habría continuado hasta nuestros días, y posiblemente se hubieran producido varios cambios en ella, como la bandera tricolor, o cualquier otra opción votada en Cortes.

Hay que advertir que el partido comunista habría estado mucho al tanto de la situación en España y hubieran ocurrido algunos altercados con ellos.

 

Pongan vuestras opiniones y opinen si ustedes creen que habría ocurrido lo mismo o no. Muchas Gracias.

Fdo.: Jorge Barrio Luna a jueves 10 de marzo de 2010

 


"La artillería desarrolló el lado más desafortunado de los Borbones, ni aprender ni olvidar, y en muchos aspectos estaba más retrasada que la infantería." Leo Geyr von Schweppenburg, Grupo Panzer West (1 de julio de 1944), Francia, Ocupación Alemania Nazi.

sigpro
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Legionario Inmunis
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Desde: 20 Oct 2010

Gran corrección que he de hacerte sobre el apoyo del ejército. Más de la mitad del ejército y de la Guardia Civil estaba con la República, si bien es cierto que los mandos en general se pasaron al bando sublevado.

De ahí, entre otras muchas causas, la poca eficacia de un ejército -el rojo- con más medios y hombres al principio pero escasos mandos competentes -Vicente Rojo y poco más-.

Respecto al devenir de una hipotética segunda república hasta nuestros días, seguramente como dices, de la invasión nazi no nos salva nadie, luego habría habido más muertos incluso que en la guerra civil -entre la invasión nazi, la destrucción que implica, y la liberación del territorio por los aliados occidentales, que de la misma manera que en Italia y Francia habrían venido a una guerra que no era suya a dar lo mejor que tenían-, quizá estaríamos como Francia o Italia, con su plan Marshall.

A cambio de unos cuantos muertos más por haber vivido totalmente la segunda guerra mundial en el territorio...suponiendo éste el caso más favorable, no sé qué es peor. Los muertos no salen de sus tumbas, pero los presos políticos sí pueden salir de la cárcel.

Y habría habido muchos más muertos con la guerra mundial y la segunda república que con Franco.

Por no hablar de una dictadura comunista al estilo "democracias populares" del Este de Europa. Para echarse a temblar.

Un saludo.

Tito
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Desde: 15 Ago 2009

En Francia y en Italia tanto los movimientos partisanos como la Resistance tenían un predominante componente comunista. ¿Por qué no triunfaron los regímenes populares luego de ser liberados? Podrían hacerse analogías respecto a este hipotético caso en España. De hecho, en Francia, antes de la invasión nazi, gobernaba otro Frente Popular de corte izquierdista, y tras su liberación Stalin no pudo meter sus zarpas en el país.

 


Larrio Whitefinger
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Equite
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Desde: 13 Ene 2011

Muchas gracias por su opinión.Solo es opinión de como podía haber llagado hasta hoy en día.

 


"La artillería desarrolló el lado más desafortunado de los Borbones, ni aprender ni olvidar, y en muchos aspectos estaba más retrasada que la infantería." Leo Geyr von Schweppenburg, Grupo Panzer West (1 de julio de 1944), Francia, Ocupación Alemania Nazi.

Los_Santos_Reyes
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Equite
ColaboradorRedactor MHMSocio MH
Desde: 16 Nov 2009

 

La SRE tenía los días contados, anarquistas, fascistas y monárquicos, incluyendo la iglesia, la oligarquía y el ejército estaban en su contra. Esto posibilitaba cualquier golpe de Estado. Como sistema liberal y republicano, aunque algunos escritores como Raymond Carr lo exageraran como un sistema radical, tenía en Europa varios aliados, entre los cuales estaba Inglaterra, Francia, Unión Soviética, Suiza y otras potencias, que más tarde lucharían unidos contra la Alemania nazi.

Yo puntualizaría algunas de estas afirmaciones. Los anarquistas estuvieron siempre, desde luego, contra la República porque la veían como un lavado de cara del viejo régimen, y que empleaba contra los obreros los mismos sistemas represivos que la monarquía. El fascismo en España era simplemente inexistente hasta la fundación de partidos como FE o las JONS, e incluso su peso político era insignificante en febrero de 1936, cuando no obtuvieron ni un solo diputado. Cosa distinta es a partir de esa fecha. Monárquicos había muchos y muchos de ellos optaron por vivir en el régimen republicano, la CEDA no era un partido republicano pero aceptó la república; no todos demostraron una actitud decididamente hostil a ella como fue el caso de Calvo Sotelo. Y nos estamos olvidando del PSOE, cuyo sector mayoritario (el de Largo Caballero) aceptó la República en tanto en cuanto trajera la revolución. De hecho, Largo Caballero fue uno de los principales instigadores de la Revolución de 1934.

Algo de razón tenía Salvador de Madariaga cuando decía que la República murió, entre otras cosas, por falta de republicanos.

 


"Todos los Balcanes no valen los huesos de un granadero de Pomerania" (Bismarck)

   
 

GonzaloAlcoba
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Legionario
Desde: 10 Abr 2011

Los antagonismos en España eran demasiado acusados. Yo también creo que Madariaga tenía razón. Creo que fue Don Miguel Maura quien, ya en el exilio, dijo aquello de que volvería a España cuando se pudiera saludar con el sombrero.

Las clases poderosas no creyeron tener razón alguna para sostener la República; la Ceda, aunque aceptando el juego político constitucional, estaba claramente decidida a aprovechar la primera ocasión que surgiera para derribar a la República.

En el bando opuesto, la izquierda, la amplitud del espectro política es inmensa, incluso dentro del propio PSOE conviven opciones muy distantantes, desde Besteiro y Prieto a Largo Caballero. Es muy ilustrativo ese famoso personaje de Sender, en Crónica del Alba, "la Cosa", también llamado UGTPSOEPCECNTFAI , que representa la falta de articulación del movimiento obrero. Y la izquierda burguesa, aun dotada de grandes figuras, siempre fue minoritaria.

Buenaventura66
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Centurion
Desde: 22 Mar 2011

Yo no creo que la República tuviera tan pocos republicanos como se dice, bien es cierto que había sectores muy importantes que iniciaron la aventura republicana sin creer en ella y como un paréntesis, la derecha católica, conservadora y monárquica para la vuelta a la monarquía, y ciertos grupos obreros (socialistas revolucionarios y anarquistas) para la Revolución.

Pero había masas republicanas, con brillantes líderes, muy importantes y que podían llevar a la República a consolidarse como régimen. Lo que ocurrió es que al darse la Guerra Civil, los elementos extremistas han terminado teniendo una importancia historiográfica mayor que la real.

Sin embargo, si analizamos las distintas elecciones vemos que aunque los partidos republicanos no fueron el partido más votado, siempre tuvieron buenos resultados, ya sean los radicales o radical-socialistas en 1931, los propios radicales en 1933 o Izquierda Republicana y Unión Republicana en 1936, y la suma de estos dos partidos les hacía el grupo más importante del congreso.

Salvador de Madariaga, que ya se ha citado aquí, señala que de los cuatro millones, aproximadamente, que sacó el Frente Popular, solo un millón y medio correspondía a los partidos marxistas, por tanto dos millones y medio eran votos republicanos.

A esto hay que añadir que una parte muy importante del PSOE, que si no mayoritaria si que suponía casi la mitad de los militantes del partido, seguía los dictados de los moderados Prieto y Besteiro, totalmente favorables a la República, y que las soflamas de Largo Caballero, como la de otros muchos, eran muchas veces mas retórica que otra cosa. Este sector moderado estaba muy escamado de la Huelga Revolucionaria de 1934 que terminó con la Revolución asturiana, se había visto abocada a ella debido a la disciplina de partido, pero no estaba dispuesta a seguir por ese camino.

De hecho, según Carrillo en sus memorias, las luchas por el control de la dirección del PSOE, en 1936 en manos de los prietistas, podían haberlo llevado a su escisión sino hubiera estallado la guerra.

En cuanto a la huelga general revolucionaria de 1934, hay que decir que el sentido de la misma en principio no era acabar con la República e iniciar una revolución, sino evitar la entrada en el gobierno de la CEDA, partido de clara tendencia monárquica, si bien había aceptado hacer política en la República. Muchos consideraron esta entrada como una traición de Xerox, el cual prefirió gobernar con la derecha católica que con el resto de las fuerzas republicanas, en buena parte por el resentimiento que en el produjo el no haber sido presidente del primer gobierno

Tenemos que tener en cuenta que al contrario que en la actualidad, donde la única diferencia entre la República y la monarquía es la persona que ocupa la silla más importante del Estado, en aquella época eran regímenes totalmente incompatibles. La república no solo llega como resultado de la expulsión del rey Alfonso XIII, sino que significa, o quiere significar, un cambio radical en la forma de gobernar.

Por eso, para muchos era inaceptable que la CEDA, partido de dudosa lealtad republicana, entrara en el gobierno, y más cuando si bien era el partido más votado,  no tenía ni de lejos escaños para gobernar. Solo el pacto con Lerroux, a cambio de que este ocupara la presidencia del gobierno pudo llevar a la CEDA al gobierno.

Esta huelga, cuyo motivo, como he dicho, era impedir la entrada de la CEDA en el gobierno, tuvo gran seguimiento e incidentes aislados, salvo en Asturias donde los mineros, más extremistas llevaron a cabo un intento revolucionario armado. Tengamos en cuenta el que, por ejemplo, la CNT no apoyo este movimiento en prácticamente ningún lugar de España salvo en Asturias.

Creo que no es aventurado por tanto, pensar que la evolución del PSOE hacia la aceptación total de las reglas republicanas era real, o por lo menos de un sector muy importante dentro de el. Tengamos en cuenta que el PSOE era una partido, al igual que todos los partidos socialistas europeos, cuyo objetivo inicial era la lucha de clases a través de la revolución ya que creían que en  los sistemas políticos existentes en el siglo XIX era imposible conseguir avances sociales y que como todos los partidos de esta ideología, fue avanzando hacia la socialdemocracia, si bien con el retraso que todo ha tenido normalmente en nuestro país, cuando vieron la posibilidad de conseguir sus objetivos mediante la participación en la política republicana.

En la derecha también creo que había esperanzas, si bien la falta de unidad política y los escándalos habían hecho tambalearse al partido que podría haber ocupado el espacio del centro derecha, los radicales, y el poco apoyo conseguido por los partidos republicanos conservadores dejaban el mayor espacio a este lado a la CEDA, partido, como he dicho, de dudosa lealtad republicana, también es cierto que algunos de los pasos dados por esta coalición podían ser vistos como en la buena dirección, si pensamos que la buena dirección era la consolidación de la República como un sistema democrático y plural.

Gil Robles creo Acción Popular como un partido católico (que era una autentica ideología) y conservador, pero que aceptaba hacer política en cualquier forma de gobierno, lo que se vino en llamar “accidentalismo”. Atrás quedaron los elementos más radicales dentro del conservadurismo español, como Goicoechea, que incapaz de renunciar a la monarquía como sistema político creó su propio partido  monárquico, Renovación Española.

Posteriormente Gil Robles crearía, con Acción Popular como centro y en unión de varias derechas regionales e independientes una coalición de derechas, la CEDA, que se convertiría en referencia de la derecha conservadora, y que si bien tuvo algunos tintes autoritarios y sospechosos desde el punto de vista republicano, también es cierto que dio varios pasos en la buena dirección.

Gil Robles se vio muchas veces presionado, y seguramente tentado, desde fuera y dentro de su partido a dar un golpe de estado desde el ministerio de Guerra, cosa que no hizo y aceptó reformar una República que sin duda no le gustaba,  desde dentro.

También había motivos de crítica, como ciertos discursos grandilocuentes, cierta atracción por sistemas, sino fascistas, si autoritarios como el de Dolfuss en Austria, una visita a Hitler, el carácter casi paramilitar de la JAP, juventudes de Acción Popular (Si bien las juventudes obreras no les iban a la zaga) y un excesivo empeño en acabar con las reformas republicanas.

Muchos cedistas se unieron de mala gana al levantamiento militar o, como en el otro bando, empujados por la necesidad de definirte o ser considerado desafecto, con las consecuencias que podía tener. De hecho algunos como Luis Lucia, uno de los más importantes mandatarios de la CEDA se mantuvieron leales a la legalidad republicana.

Al igual que con el PSOE, no creo descabellado pensar en un camino de la CEDA cada vez más hacia la moderación, cuando vieran que sus objetivos, o por lo menos parte de ellos, podían conseguirse dentro de la República.

Tampoco podemos desechar de manera rotunda cierta colaboración, o por lo menos neutralidad,  del anarquismo. Los partidarios de la revolución, la insurrección y la acción directa, estaban reunidos en torno a la FAI, pero eran minoría frente a los que planteaban la lucha obrera a través del sindicalismo de la CNT, sindicalismo radical, se entiende, pero con un nivel de violencia mucho menor. Incluso una parte, pequeña todo hay que decirlo, había optado por la participación política a través del Partido Sindicalista de Angel Pestaña.

Fuera quedaban, con pocas esperanzas de integración, pero también con poco apoyo popular, los comunistas, trotskistas, carlistas,  monárquicos radicales y falangistas, si bien los primeros, dentro de la estrategia de Stalin, se avinieron a hace política en muchos países.

El contexto internacional no ayudó, sin duda, a la paz social, pero hasta para esto España era diferente. El fascismo y el comunismo como tales eran casi inexistentes, y en vez de ellos, y al contrario que en otros países, a la izquierda de los socialistas estaban los anarquistas y a la derecha de la CEDA, los monárquicos alfonsinos y los tradicionalistas.

Hay que decir que además, al igual que aquí, en Europa se dieron también muchos casos de violencia política y gobiernos parecidos al de España, como por ejemplo el Frente Popular de Francia, donde hiendo más allá que aquí, el presidente, León Blum, era socialista, mientras en España el primer presidente socialistas fue Largo Caballero, ya iniciada la Guerra Civil.

No había ninguna razón por tanto para que la evolución que tuvo Francia, se hubiera dado aquí, aunque con el retraso que significaba que España no tuviera una tradición democrática real. Gran parte de la derecha venía de una tradición de conservadurismo católico radical, y estaba muy mediatizada por la Iglesia y buena parte de la izquierda de dogmas revolucionarios a la cual le abocaba la imposibilidad de participar de forma real en la vida política del país.

Pero también había otra parte del país, lo que algunos autores han llamado la Tercera España, que no optó por ninguno de estos extremos y que podía haberlos atraído hacia una democracia moderna.

Lo que lo impidió, en mi opinión, esta evolución natural de la democracia fue la presencia de un ejército que tenía arraigada en un parte muy importante del mismo una tradición pretoriana muy fuerte. Un ejército que desde el siglo XIX había perdido su sentido original perdiendo su operatividad militar, para convertirse en una fuerza más de la política nacional, de la que solo se le conseguía apartar mediante el mantenimiento de inútiles guerras coloniales que convertía en su cortijo donde realizar meteóricas carreras basadas en actos de valentía, mayoritariamente inútiles desde el punto de vista militar, y jugosas comisiones.

Sin la presencia de este tipo de ejército, tengo pocas dudas de que la evolución de la República hacia una democracia moderna, hubiera sido irreversible. Con el permiso de la II Guerra Mundial, claro.

SALUDOS.

 


GonzaloAlcoba
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Desde: 10 Abr 2011

Encantado de conocerte Buenaventura. Muy interesante tu respuesta, toda una lección que acojo con mucho interés. Sin embargo, y aun estando de acuerdo en esencia contigo, lo que dices no desmiente un hecho social que a mí me parece relativamente claro: la división de las bases sociales. No dudo de que Gil Robles, aun siendo um hombre muy conservador, hubiera quizá podido admitir el juego democrático, pero es difícil que las bases católicas de la CEDA aguantaran demasiado tiempo. La derecha religiosa y militar estaban muy arraigadas entre las masas conservadoras y sus tesis maximalistas fraguaron pronto.

Por otra parte, los antagonismos crecieron mucho en los últimos meses, sin duda bebiendo del gran problema no resuelto: las grandes diferencias sociales, que pervivían y dificultaban el desarrollo de esa tercera España. Los partidos de izquierda estaban absolutamente determinadas a dirigir la República hacia la justicia social, aunque también es cierto que no siempre supo ser generosa y, al final, se perdió en la inmoderación, como demuestra la inconstitucional destitución del Presidente Alcalá Zamora en el 36.

Yo creo que en aquel periodo reinó el recelo mutuo, pero, sobretodo, el de la derecha, temerosa de perder sus privilegios económicos y empeñada en sostener sus viejas estructuras ideológicas, sobretodo la religiosa, como eje del Estado. Alcalá Zamora vuelve a ser ejemplo aquí, ojalá toda la derecha mayoritariamente se le hubiera parecido algo, aunque fuera lejanamente. Pero no fue así.

Buenaventura66
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Centurion
Desde: 22 Mar 2011

Por supuesto que existían los antagonismo y sobre todo falta de cultura democrática, ya que en España no había habido una democracia real, la derecha católica se había visto cómoda con la monarquía y sobre todo con la época de Primo de Rivera manteniendo sus privilegios y visión de la vida, y la izquierda, sobre todo la marxista, tenía todavía una esencia revolucionaria, y no había tenido la misma evolución hacia la socialdemocracia ya que había estado basicamente fuera de las instituciones.

Pero eso no quiere decir que la evolución no fuera posible y que los extremos digamos "democratizables", osea el PSOE y la CEDA, no dieran ciertos pasos, aunque lentos e insuficientes, hacia la moderación.

Incluso entre los partidos claramente democráticos, republicanos de izquierda, centro y derecha, existieron ticks totalitarios fruto de esa falta de cultura democrática.

Por último decirte que es muy cuestionable que la destitución de Alcala Zamora fuera insconstitucional, según la Constitución de 1931 el presidente de la República tenía derecho a disolver las Cortes en una ocasión durante su mandato, y excepcionalmente una segunda, si bien la primera actuación que tenían que tener las Cortes posteriores a esta disolución era dirimir si esta había estado justificada, y en caso contrario destituir al Presidente. La discusión en este caso giró en torno a que las primeras cortes que Alcala Zamora había disuelto habían sido las Constituyentes y tanto el como los pocos defensores que le quedaron, consideraban que estas cortes eran anteirores a la Constitución y por tanto no debían contar.

En todo caso Alcala Zamora se había granjeado enemistades a izquierda y derecha, y en la votación de su destitución solo 5 diputados votaron en contra, ausentandose del hemiciclo un número considerable de ellos.

Por cierto, no me he presentado porque ya participé en el anterior foro.

SALUDOS.

 


GonzaloAlcoba
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Legionario
Desde: 10 Abr 2011

Buenaventura66 ha escrito

Por supuesto que existían los antagonismo y sobre todo falta de cultura democrática, ya que en España no había habido una democracia real, la derecha católica se había visto cómoda con la monarquía y sobre todo con la época de Primo de Rivera manteniendo sus privilegios y visión de la vida, y la izquierda, sobre todo la marxista, tenía todavía una esencia revolucionaria, y no había tenido la misma evolución hacia la socialdemocracia ya que había estado basicamente fuera de las instituciones.

Pero eso no quiere decir que la evolución no fuera posible y que los extremos digamos "democratizables", osea el PSOE y la CEDA, no dieran ciertos pasos, aunque lentos e insuficientes, hacia la moderación.

Incluso entre los partidos claramente democráticos, republicanos de izquierda, centro y derecha, existieron ticks totalitarios fruto de esa falta de cultura democrática.

Por último decirte que es muy cuestionable que la destitución de Alcala Zamora fuera insconstitucional, según la Constitución de 1931 el presidente de la República tenía derecho a disolver las Cortes en una ocasión durante su mandato, y excepcionalmente una segunda, si bien la primera actuación que tenían que tener las Cortes posteriores a esta disolución era dirimir si esta había estado justificada, y en caso contrario destituir al Presidente. La discusión en este caso giró en torno a que las primeras cortes que Alcala Zamora había disuelto habían sido las Constituyentes y tanto el como los pocos defensores que le quedaron, consideraban que estas cortes eran anteirores a la Constitución y por tanto no debían contar.

En todo caso Alcala Zamora se había granjeado enemistades a izquierda y derecha, y en la votación de su destitución solo 5 diputados votaron en contra, ausentandose del hemiciclo un número considerable de ellos.

Por cierto, no me he presentado porque ya participé en el anterior foro.

SALUDOS.

 

No te he saludado porque no te hubieras presentado, sino porque el nuevo soy yo, jeje.

Yo tengo mis dudas de que la Ceda, como tal, fuera uno de esos "extremos democratizables", era una coalición profundamente reaccionaria -dentro de su diversidad y con excepciones- y no creo que abandonara nunca su aspiración antirrepublicana, cosa que sí hizo una parte muy importante del PSOE -la mayoritaria hasta la guerra-. La Ceda y sus elementos conspiraron permanentemente y sus bases civiles lo fueron también de la España golpista, con el amparo de los militares comprometidos en el Golpe -sus bases, digo, no Gil Robles, que no se sumó, como es sabido, al Alzamiento-.

Respecto a la destitución de Alcalá Zamora, suscribo la tesis que refieres. Las disolución de las Constuyentes no puede computarse, como se hizo, por la razón de que ni eran el mismo órgano constitucional que las Cortes ordinarias, ni tenían, como afirma el propio Don Niceto, un mandato fijo y determinado en el tiempo que pudiera ser excepcionalmente acortado-solo se auto imponían un plazo prudencial de dos años-. Por otro lado, la intencionalidad política de aquella maniobra queda clara en el hecho de que, en semejante disputa constitucional, fue una de las partes -las Cortes- y no el árbitro -el TGC- quien resolvió la cuestión. Para mí, ese hecho de suma gravedad es muy expresivo de lo que estaba ocurriendo en la izquierda.

Gracias de nuevo por tus explicaciones, que son verdaderamente completas e ilustrativas. Un abrazo

yusuf
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ModeradorSocio MH
Desde: 16 Dic 2009

Interesante propuesta la de este foro. En primer lugar contestaré a algunas de las

premisas expuestas.

Sigpro habla de que habría habido más muertes que con la G.C; por otro lado piensa

que se corría el riesgo de haberse instaurado una "democracia popular" al estilo de

la URSS.

Es más que discutible que hubiera habido más muertos, ya que habría que contar

todos los que murieron en la represión franquista hasta 1975. En cuanto a la posible

instauración de una dictadura comunista, no creo que existiera tal posibilidad.

Entre otras cosas porque la liberación de España de los nazis hubiera sido protagonizada

por los países occidentales. Esto habría dado paso a una democracia de corte occidental y

no a la implantación de una república dirigida por la URSS. Como claramente demuestra el mapa político europeo tras la GM.

Buenaventura66 - con el que estoy en gran parte de acuerdo-, manifiesta qye en la actualidad no hay practicamente diferencias entre republica y monarquía. No piendo así. En la actualidad todas las monarquías europeas son meramente decorativas; no así las repúblicas. Los presidentes de Francia o Alemania, por poner dos ejemplos, tienen bastante más poder

efectivo; es decir son piezas claves en el gobierno, algo que no ocurre con ningún monarca.

Bajo mi punto de vista si la II República hubiera continuado, en la actualidad seria más real que la que tenemos en la actualidad.

 

E indudablemente estariamos en mejor situación económica por dos importantes detalles.

1º Nos habriamos beneficiado del Plan Marshal. 2º No hubieramos sufrido el preriodo de

la autarquía que, como muchos historiadores piensan, es el gran culpable del retraso

que pacede España en todos los sectores económicos, especialmente en la industria.

 


Si no conoces tu pasado no puedes proyectar tu futuro.

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