Xª Flottiglia MAS

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Valerio
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Mayo 1943 

El frente se amplia 

El 1 de mayo de 1943 el capitán de fragata Forza deja el mando de la Decima para asumir otras obligaciones; Junio Valerio Borghese es llamado para sustituirlo. 
La suerte de la guerra se había vuelto adversa para Italia en todos los frentes. La superioridad aéreo naval norteamericana se hacía cada vez más patente. 
La flota, que al inicio de la guerra tenía su base operativa en Tarento, se había retirado, bajo la presión de la ofensiva aérea, en dirección norte y se encontraba ahora en parte en La Spezia y en parte en Génova. La escasez de combustible y la insistencia aérea obtasculizaba su uso en el sector operativo de la guerra. 

Sobre la Xª recaía el cometido de continuar las acciones ofensivas en el sector naval. Esto fue así debido a su relativa autonomía, al despliegue de pequeños medios de rápida fabricación, además de su bajo coste y consumo, y, según palabras de Borghese "a la iniciativa y la audacia, la tenaz voluntad y la agresividad temeraria de sus hombres". 

De esta manera, mientras las fuerzas armadas de todas las especialidades y en todos los frentes pasaban a la defensiva, la Xª aumenta su potencial combativo, multiplicando y extendiendo su actividad en sectores más amplios y lejanos. 

En el período mayo-septiembre de 1943 los ataques de la Xª se suceden ininterrumpidamente de un extremo al otro del Mediterráneo. 

El Olterra, 8/9 de mayo 

En el Olterra se reconstituye la llamada "Squadriglia dell'Orsa Maggiore". Al mando se pone al capitán de corbeta Ernesto Notari; le siguen su segundo, Ario Lazzari y Camillo Tadini, Salvatore Mattera, Vittorio Cella y Eusebio Montalenti. 
La llegada de los operadores al Olterra es seguida por el envío del material. En un tiempo breve se montan 3 SLC mientras se preparan otros de reserva. 

 
Montaje de un SLC en el Olterra 

La experiencia de la misión del 8 de diciembre del 42, que había persuadido a la Xª para abandonar sus tentativas contra Gibraltar, es desestimada. 

Se decidió atacar los convoyes, que continuaban, siempre en número creciente entrando y saliendo de la rada del puerto. El objetivo parecía más fácil pues parte de las tropas inglesas habían reforzado el frente tunecino contra los restos del ejército italiano de Africa, y, probablemente, se estaba preparando un ataque directo contra una de las grandes islas: Cerdeña o Sicilia. 

En la noche del 8 de mayo, aprovechando las condiciones favorables de la luna, Notari, Tadini y Cella, acompañados por sus segundos operadores, Lazzari, Mattera y Montalenti, salen del Olterra. 
Los SLC iban provistos con cabezas dobles explosivas, por lo que a cada equipo se les asignó 2 objetivos. Estos fueron elegidos por Notari entre los más lejanos de Algeciras y los más cercanos a Gibraltar. Lo disperso de los ataques alejaría cualquier sospecha que pudiera recaer en el Olterra. 

Los operadores encontraron grandes dificultades en el curso de la misión, ya sea por la vigilancia o por lo violento de la corriente provocada por el mal tiempo. Debieron repetir el ataque varias veces; Tadini, en particular, 6 veces. 
La distancia de los objetivos y lo problemático de fijar las cargas a los buques se acrecentaba con la sincronización de los temporizadores, por lo que sólo pudieron atacar un objetivo por equipo. 
Después de una noche de fatiga, los 3 SLC regresan al Olterra penetrando por la puerta secreta. Cada minuto miraban sus relojes, hasta que de repente se suceden las explosiones, una detrás de otra, saltando por los aires 3 mercantes: el Pat Harrison (7.000 tn), el Mahsud (7.500 tn) y el Camerata (4.875 tn). Otras 20.000 toneladas para el computo de la Xª. 

Durante la noche se habían diseminado a lo largo de la costa norte de la bahía indumentarias de buceadores para hacer creer a los ingleses que habían abandonado la zona por tierra y, de este modo, alejar cualquier sospecha que pudiera recaer sobre el Olterra. 

Valerio
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Julio 1943 

Desembarco en Sicilia 

Después del abandono de Túnez (mayo 1943) el frente se vió reducido a Italia, cuya defensa urgía proteger. Se le encargó a la Xª desplegar defensas móviles a lo largo de la costa de Sicilia y de Cerdeña; reinaba mucha incertidumbre sobre cual de las dos islas sería la elegida para la primera oleada del ataque enemigo. 

Los medios de asalto fueron repartidos en función a la nueva situación. Para Sicilia se reforzó la escuadra de Ungarelli, la cual ya llevaba tiempo desplazada de su base de Augusta. 
En Cerdeña se crearon 3 bases operativas: 2 grupos de MTSM se desplazaron a Carloforte y Bosa Marina, con la misión de atacar las unidades de un eventual convoy de desembarco enemigo; Lenzi fue nombrado comandante superior. De Qual y Massarini fueron enviados a las bases indicadas. 

A su regreso de transportar las lanchas a Cerdeña, el Sogliola fue hundido a cañonazos por un submarino enemigo; tuvo que ser sustituido por el Pegaso. 

La tercera base, con funciones especiales, fué creada en el puerto de Cagliari; su preparación resultó particularmente laboriosa. Un grupo de nadadores de asalto, al mando de Faravelli, procedieron a excavar silenciosamente, y sin que lo supieran las autoridades civiles y militares, una especie de gruta en las rocas del muelle de levante, en la zona del puerto. Acumularon cajas de víveres, equipamientos y explosivos en cantidad suficiente que les permitiera efectuar numerosas acciones ofensivas. 
El proyecto estaba concebido de la siguiente manera: si el enemigo desembarcara en Cagliari, el grupo desaparecería de la superficie. Mientras, los nadadores de asalto, escondidos en el refugio excavado en el muelle, efectuarían ataques contra las naves enemigas; otro grupo debía excoger el momento más favorable (el puerto lleno de naves con cargamento esencial) para hacer saltar los depósitos de combustible subterráneos que estaban situados a lo largo del puerto y provocar la ascensión a la superficie de la nafta. La preparación de esta acción en particular, la cual requería largo tiempo y trabajo árduo fue asignada a Wolk, el jefe de los nadadores de asalto. 

El 10 de julio se despejaron todas las dudas: el enemigo había puesto los pies en Sicilia. 

La base de Cagliari fue rápidamente desmovilizada, mientras que las lanchas de De Qual y Massarini permanecían en su lugar en la duda de si el próximo objetivo sería Cerdeña. 
En Sicilia, la escuadra de Ungarelli, que en el momento del desembarco enemigo se encontraba reconstituyéndose para absorver las unidades llegadas del litoral tunecino (el mismo Ungarelli había llegado desde Augusta, proveniente de La Spezia, con una autocolumna de materiales de recambio y de torpedos) se repliegan a la isla de Bella, en las cercanías de Mazzarò, bajo Taormina. 
Desde esta base se efectuaron numerosas salidas delante de Siracusa, Augusta y Catania, a medida que los puertos iban cayendo en manos de los aliados. 

Para intensificar la resistencia, Borghese manda desde la sede de la Xª nuevos medios y pilotos de refuerzo. Desde Cerdeña, Lenzi toma el mando del grupo desplegado en Sicilia. 

Se tienen frecuentes encuentros con las torpederas enemigas. Una mañana, 2 cruceros y 4 torpederas inglesas se presentan a 2 kilómetros de la costa e inician el bombardeo del viaducto de S. Agostino, sobre la ruta Taormina-Messina; la intervención de Lenzi y Barabino es suficiente para provocar el alejamiento de las naves enemigas envueltas en una cortina de niebla. 

En el mismo período de tiempo, se efectuaron, en colaboración con los nadadores paracaidistas de Buttazzoni, acciones de sabotaje tras las líneas inglesas, en particular, Ungarelli, Lenzi y Fracassini que embarcaron un grupo en el cabo de S. Croce. Cumplida la acción, atravesaron las líneas enemigas y volvieron a la base. Otros pudieron escapar, sorprendidos por el rápido avance inglés, regresando algunos días después directamente a Calabria, pasando el estrecho con botes neumáticos. 

Pero la suerte de Sicilia no dependía de los pequeños medios con los que contaba la Xª. Bajo el avance enemigo, deben replegarse en dirección a Messina manteniendo frecuentes encuentros con las naves ligeras inglesas. 

Cuando Messina es atacada, el MTSM 262, llamado "La Panzona", conducido por Lenzi y Barabino, es la última unidad naval italiana en salir del puerto y dejar Sicilia. 

En la costa calabresa se organiza una nueva base para seguir obstaculizando el avance enemigo. 

Valerio
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Julio - Agosto 1943 

Grupos de sabotaje en España 

Un aspecto no destacado aún de las acciones de la Xª Flottiglia fué la organización en puertos de algunos paises neutrales, frecuentados por navíos enemigos, de pequeños grupos de nadadores de asalto, los cuales, bajo falsas identidades, esperaban una actuación propicia para actuar. 
Uno de estos grupos se creó en el mercante Gaeta, amarrado en el puerto de Huelva. La expedición estaba compuesta por 3 personas, al mando del cabo Vianello, que se embarcaron bajo la cobertura de marineros de la tripulación. La importancia del puerto venía dada por la carga de material de hierro y cobre provenientes de las minas de Rio Tinto. Los 3 nadadores aplicaron algunas cargas en los mercantes enemigos pero, que se sepa, no se dió nunca a conocer el éxito de alguno de los ataques. Al igual, nunca se revelaron otros detalles de sabotajes realizados desde puertos españoles. 

Bases similares con diversa cobertura estaban en período de organizarse en Málaga, Barcelona, Lisboa y Oporto. Parece ser que los aspectos de tales redes de infiltración se han mantenido en secreto hasta la actualidad debido a que el inicio de estas acciones coincidió con el armisticio del 8 de septiembre. 


Luigi Ferraro 

Una de las empresas más brillantes cumplidas durante la guerra que se conoce con todo detalle fué la misión secreta del teniente Ferraro. 
En el mando de la Xª se recibían informes de un intenso tráfico de mercantes enemigos en los puertos turcos de Alessandretta y Mersina; se cargaba metal de cromo, el cual era esencial para la producción bélica. En colaboración con el Servicio de Información de la Regia Marina se organizó una expedición con la intención de dificultar aquel tráfico de mercantes en puertos turcos. 
Dadas las características del puerto de Alessandretta, una rada abierta en la que los mercantes tocaban fondo a 2 o 3 millas de la costa (pequeñas barcazas acercaban el mineral a los mercantes), se pensó que el arma ideal era uno de los llamados "bauletto esplosivo" (cargas explosivas que se activaban una vez que el navío se ponía en marcha) transportado por un nadador. 

Para llevar a cabo la misión se eligió al teniente Luigi Ferraro. 

 
Luigi Ferraro 

Ferraro se debía hacer pasar como agregado del viceconsulado italiano en la embajada de Alessandretta. El problema radicaba en que había que hacerlo llegar hasta allí sin desatar sospechas, especialmente entre los turcos, celosos de su neutralidad. Además había que proporcionarle documentos que acreditaran su presencia como agregado delante del cónsul de Italia en Alessandretta, el cual, dadas sus funciones oficiales, no debía verse comprometido en ningún momento. 
Para procurarse los documentos oficiales (pasaporte, carta de presentación al cónsul y exención diplomática para pasar su equipaje) fué necesario recurrir al Ministerio del Exterior, pero hubo problemas para conseguir la inmunidad diplomática debido a que el Ministerio se negó. 
Pero un suboficial de la Xª conocía a una dactilógrafa del Ministerio; no fue muy difícil persuadirla para que colaborase. De esta manera se consiguió el pasaporte y algunas hojas en blanco con el cuño oficial del Ministerio. 

A finales de junio de 1943, Luigi Ferraro se presentaba en el consulado italiano de Alessandretta, haciéndose llamar marqués Ignazio di Sanfelice, con todas sus credenciales en orden. Le presentó al cónsul una carta firmada por el ministro del exterior en la que lo destinaba temporalmente en aquella embajada con competencias especiales. El señor cónsul se vió honrado de ofrecerle toda su asistencia. 

Ferraro traía consigo 4 maletas muy pesadas protegidas por la exención diplomática. 

Entabló amistad enseguida con el canciller del consulado, Giovanni Roccardi, que era en realidad teniente de navío del servicio secreto de la marina. Roccardi era el que había propuesto tiempo atrás la posibilidad de operar contra el tráfico naval enemigo; él fué el creador de la misión y el colaborador indispensable de Ferraro en la organización terrestre de su acción. 
El ambiente en el que debían operar consistía en una pequeña ciudad fronteriza en la que convivían 6 consulados: el norteamericano, el inglés, el francés, el griego, el alemán y el italiano. La población de 12.000 habitantes, en su mayoría árabes, no era potencialmente peligrosa, aunque estaba muy controlada por la policía turca e influenciada por la propaganda enemiga. Los extranjeros mejor vistos por las autoridades eran los ingleses, los cuales estaban contribuyendo a la ampliación del puerto y a la construcción de la carretera Alessandretta-Adana. La influencia norteamericana aún era incipiente en aquellos momentos. 

A los pocos días de la llegada de Ferraro, Roccardi lo introdujo en el ambiente mundano de la ciudad; pasaba todas las mañanas en la playa (hacía ver que no sabía nadar), y por las tardes, frecuentaba los establecimientos en donde se bebía y se bailaba, comportándose como un auténtico joven diplomático en el ejercicio de sus funciones. 

 
Alessandretta y los ataques de Ferraro 

La tarde del 30 de junio, Ferraro y Roccardi se encuentran en la playa a la hora acordada. Una vez que se quedo solo, Ferraro se introduce en la caseta de los vestuarios deportivos del cónsul y aparece envuelto en una funda de goma negra, aletas, auto-respirador y, atados a la cintura, dos extraños arneses que sujetaban unos objetos oblongos bastante pesados. 
Ferraro se acerca a la orilla y se sumerge; 2.300 metros a nado y se encuentra debajo de un mercante: su primera víctima, el navío griego Orion, de 7.000 toneladas, cargado de cromo. Lleva a cabo la maniobra que tantas veces había realizado (era instructor de natación de la Xª) y coloca aquellos extraños objetos oblongos debajo del casco del navío. Con la misma cautela que había llegado, se aleja nadando. A las 04:00 de la mañana, Ferraro está de vuelta en el consulado. 

7 días después, el Orión, ultimada su carga, deja su puesto de amarre cuando de repente una fuerte explosión lo hunde en pocos minutos. 

Desde el puerto vecino de Mersina, llega el 8 de julio la noticia que se encontraba allí el mercante Kaituna, de 10.000 toneladas. Roccardi y Ferraro parten el día 9 para aquella ciudad con una maleta con sello diplomático. Esa misma tarde, Ferraro se vuelve a sumergir en el mar. 

El Kaituna zarpa el día 19; de las dos cargas que llevaba bajo el casco, sólo explota una. Para evitar el hundimiento, el mercante debe encallar en la isla de Chipre; los ingleses descubrieron más tarde el segundo artefacto que no había explotado. 

El 30 de julio, Ferraro y Roccardi están de nuevo en Mersina. A las 22:00 horas, convenientemente preparado, Ferraro se prepara para una nueva inmersión. Roccardi le ayuda a transportar las cargas explosivas hacia la orilla. A las 22:45 se inicia la acción. Ferraro coloca sus cargas en el Sicilian Prince, de 5.000 toneladas y regresa a la embajada. El Sicilian Prince, debido a la tardanza de su partida, se vió beneficiado, tiempo más tarde, al descubrirse las cargas que llevaba bajo el casco después de una inspección que era efectuada obligatoriamente a todas las naves inglesas a partir del incidente del Kaituna. 

No tuvo tanta suerte el mercante noruego Fernplant, de 7.000 toneladas, al servicio de los ingleses, que iba cargado de cromo. El 2 de agosto, Ferraro lo atacó en el puerto de Alessandretta. El día 4, el mercante deja su amarre, pero pocas horas después regresa al puerto. A las 18:00 del día siguiente, el Fernplant deja definitivamente el puerto. Poco después, una fuerte explosión lo hundía. 

Tres días después, Ferraro sufrió un ataque de malaria y fué inmediatamente repatriado. En el curso de un mes, Roccardi y Ferraro, trabajando en perfecta coordinación, habían provocado el hundimiento de dos naves cargadas de cromo, además de haber dañado de gravedad a una tercera, con un total de 24.000 toneladas de pérdidas. 

Valerio
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Agosto - Septiembre 1943 

Ultimas acciones 

En el marco de la defensa de Sicilia, poco después de haberse llevado a cabo el desembarco anglo-americano, se organizó un ataque contra los buques que estaban en el gran puerto de Siracusa. 
Fue destinado para la misión el submarino Ambra al mando de Ferrini, ya que Arillo fué invitado a Danzica a visitar un submarino alemán de nueva construcción el cual iba a ser cedido a los italianos. 

En los cilindros del Ambra, en lugar de colocar los habituales SLC se colocaron 3 naves explosivas del tipo MTR ("Motoscafo turismo ridotto") . Los operadores elegidos fueron el teniente de navío Garutti y los suboficiales pilotos Tonissi, Guercio y Sguanci. 
Después de una navegación de 18 horas en inmersión a lo largo de las costas sicilianas, ya ocupadas por las fuerzas enemigas, el submarino emerge la noche del 25 de julio a pocas millas de Siracusa. 
El submarino fué inmediatamente descubierto por un radar aéreo nocturno. Bajo un fuerte bombardeo, el Ambra escapa para evitar la destrucción sumergiéndose inmediatamente. Pero por efecto de las explosines subacuáticas debe emerger seriamente dañado. El submarino debe desistir de la misión. 

El 25 de julio se recibe el comunicado oficial en el cual el Rey ha aceptado la dimisión de Mussolini y ha nombrado jefe del gobierno al mariscal Pietro Badoglio. Al mismo tiempo, Badoglio comunicaba que la guerra continuaba. 

En la noche del 3 al 4 de agosto, la "Squadriglia dell'Orsa Maggiore", siempre al mando de Notari, efectua un nuevo ataque a los convoyes enemigos en la rada del puerto de Gibraltar desde el Olterra con 3 SLC. 

Intentando colocar sus cargas, Notari tiene problemas y se ve obligado a emerger. Se retira en superficie con su SLC pudiendo volver al Olterra. Giannoli, que había colocado sus cargas en el Harrison Grey Otis de 7.000 toneladas y pensando que Notari se había ahogado, emerge por el lado contrario del buque y es capturado. A los pocos minutos se escucha una fuerte explosión en el Harrison Grey Otis. Casi simultaneamente, otra explosión parte en dos al buque cisterna Thorshovdi, de 10.000 toneladas, atacado por Cella. La tercera carga daña gravemente al mercante Stanridge, de 6.000 toneladas. 

Los 3 navios atacados acabaron en el fondo de la bahía. Otras 23.000 toneladas para el activo de la Xª. 

Nuevos proyectos 

A primeros de agosto, el almirante De Courten, ministro de marina del nuevo gobierno de Badoglio, llega a La Spezia en visita oficial a la Xª Flottiglia MAS. Estaba acompañado entre otros por el almirante Varoli Piazza, jefe del Estado Mayor del Inspectorado MAS. Terminada la inspección, el almirante De Courten insta a la Xª a proseguir combatiendo. 

Borghese, acompañado de Elio Scardamaglia y su ordenanza Pietro Cardia, parte de La Spezia para observar sobre el terreno la posibilidad de establecer una base permanente en las costas calabresas; eran los únicos que se dirigían hacia el sur, ya que los restos de las armadas alemanas e italianas se retiraban hacia el norte. 

En el hospital de Polistena se encuentra con Lenzi, el cual tenía un pulmón atravesado por una esquirla de bomba. 

Borghese, visto el estado de los medios de asalto de la Xª en Calabria, presta atención al golfo de Salerno, zona propicia para un desembarco aliado. Decide en consecuencia establecer una base en Amalfi, a caballo entre el golfo de Salerno y Nápoles, preveyendo la posibilidad de obstaculizar un desembarco por la zona. 
A Amalfi llegan los restos de la Xª que habían operado en las costas tunecinas y Sicilia, además de algunos medios de refuerzo llegados desde La Spezia. Al mando se coloca al teniente de navío Longobardi. 

En el comando de la Xª se ignoraba las conversaciones de rendición que se estaban efectuando en Roma y proseguían con su objetivo de intentar provocar al enemigo el mayor daño posible. 

2 torpederas de 100 toneladas, asignadas a la Xª, en construcción en Monfalcone y próximas a entrar en servicio, se iban a destinar para misiones contra los puertos del Mediterráneo Oriental. Al estar bajo control enemigo el Estrecho de Messina, se las iba a transportar a una base de la Xª en Venecia, al mando del capitán de corbeta Baffigo. A la base de Venecia ya empezaban a llegar hombres y materiales para efectuar una primera acción desde allí. 

Grupos de sabotaje naval se pusieron en marcha con destino a puertos neutrales que se les había asignado con anterioridad. 

Contemporáneamente, en la base de Burdeos se estaba ultimando el transporte de un submarino de bolsillo tipo CA por parte de un submarino oceánico bajo la supervisión de Enzo Grossi. Dos operaciones se estaban proyectando con este método: un ataque contra New York, en el cual el CA iba a remontar el río Hudson; otro ataque se iba a efectuar contra la plaza fuerte de Freetown, en Sierra Leona, sede de la escuadra naval inglesa en el Atlántico sur. 
La acción contra New York, en avanzado estado de preparación, estaba prevista para el mes de diciembre. 

Era inminente un nuevo ataque contra Gibraltar. 3 submarinos de 1.000 toneladas, provistos con 4 cilindros para el transporte de SLC habían sido asignados a la Xª: el Murena, el Sparide y el Grongo. De los 3, el Murena ya estaba listo para la acción. Se iban a utilizar los nuevos torpedos tripulados SSB, de características notablemente superiores a los del tipo precedente. Además, el Murena iba a remolcar 4 barcos explosivos tipo MTR. 
La preparación del ataque a Gibraltar estaba muy avanzada; Scardamaglia, jefe del grupo de los MTR tenía ya el billete para coger el avión que debía llevarlo a España el día 9 de septiembre. Jacobacci y Forni iban a apoyar la acción del Murena desde el Olterra. El ataque iba a tener lugar el 2 de octubre. 

En todos estos proyectos se fijaba la atención de la Xª cuando la tarde del día 8 de septiembre de 1943, encontrándose en la base de La Spezia, Junio Valerio Borghese, comandante en jefe de la Decima Flottiglia MAS, puso la radio y escuchó un boletín oficial: 

Italia se había rendido

Ituzaingo
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Legionario Inmunis
ExstaffColaborador
Desde: 30 Ago 2009

Un trabajo espectacular Valerio.

Ya lo voy a poder leer todo.

Saludos y felicitaciones.

 


 foto   general3

efe1
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Usuario Expulsado
Desde: 20 Oct 2010

Otro informe excelente y van.......Felicitaciones.

La 1oa. Flotilla MAS, los únicos italianos que demostraron verdadera voluntad de combatir.

Un viejo autor español , Luis de la Sierra, estudia las hazañas de estos hombres.

Siempre dije: habrá habido actos valientes durante la 2a. G.M., por todos los combatientes, pero más que lo de estos italianos, no creo ( excluyo a los kamikazes japoneses porque allí estaban otros valores y otras mentalidades en juego.

¡Saludos!

 


Carabina a la espalda y sable en mano.