Si el mejor director de cine hubiese contado con el mejor guionista, jamás hubiesen sido capaces de crear una historia de intriga de este calibre. Es de esos casos en que la realidad supera a la ficción. Agentes secretos, doble, triple y hasta cuádruple personalidad, amores y desamores, muertes, guerra civil española, II guerra mundial, revolución rusa...