El principado establecido por Augusto había nacido después de terribles guerras civiles. No estuvo exento de problemas tras la muerte de Augusto, pero durante casi un siglo había conseguido evitar que volviera a haber una guerra civil. Sin embargo bajo el reinado del quinto emperador, Nerón, la situación iba a cambiar. La dinastía Julio-Claudia tendría un violento fin y había varios candidatos a sucederla.