Finalmente a finales de siglo Roma iba a intentar de nuevo lavar las humillaciones pasadas. El emperador Caro estaría cerca de lograrlo, pero habría que esperar a la época de Diocleciano para que el césar Galerio consumara la venganza. El tratado de Nisibis pondría un punto final a los confilctos romano-sasánidas del siglo III.