El 22 de septiembre de 1264, el rey cristiano Alfonso X conquistaba la ciudad de Medina Sidonia y la liberaba del dominio musulmán que se había mantenido durante casi cuatro siglos, desde el año 712, cuando el emir Muza Ibn-Nusair conquistaba en una rápida expansión y la fijaba como primer punto estratégico de la conquista musulmana de la Península.