Tomas de Torquemada
La fuerza que daba a los Reyes Católicos la conquista del reino de Granada les permitió continuar su política unificadora acometiendo vigorosamente la difícil situación creada por las comunidades judías, enquistadas en todas las ciudades de sus reinos.
Los reyes en su afán de reducir la abigarrada diversidad de la España medieval a una nación compacta, unida por la comunidad de ideales en un mismo sentido de la vida, se encuentran con que en cada una de sus ciudades coexistían dos pueblos en sorda guerra, de los cuales uno estimaba cualquier violencia lícita contra aquellos a los que hacían responsables de la Pasión de Cristo y el otro se consideraba en una situación de opresión , igual que la de sus padres en Egipto y también creía lícito cualquier ardid contra sus opresores ; los judíos eran incansables en la sombra urdiendo planes cautelosos que producían, al ser descubiertos, explosiones de odio popular como en los casos del Corpus Christi en Segovia y de Toledo, del monaguillo de Sepúlveda, de los Santos Niños de Valladolid y del Santo Niño de la Guardia (el presunto asesinato de un niño cristiano a manos de los conversos), y que el periodo del reinado de Enrique IV, muy aficionado a los moros, y la protección que les dispensaba fue una de las causas de su ruina, favoreciendo la anarquía de los desmanes de los caballeros , tan aficionados a saquear las juderías.
(Tomás de Torquemada, Inquisidor general.)
Los Reyes Católicos acometieron este problema como todos los que se les habían planteado en su reinado: de acuerdo con un plan establecido previamente, sin desviaciones ,ni claudicaciones motivadas por la conveniencia o la piedad. Como la unidad se hacia con el criterio católico era lógico la presentación del dilema a los no conformes : la renuncia a sus ritos o el destierro. No se trataba de una persecución de razas , según el concepto del singularísimo Imperio Hispánico , cabían en él todos los hombres redimidos por Jesucristo, cualesquiera que fuesen sus peculiaridades étnicas.
Probablemente este concepto estaba ya formado cuando comienzan a reinar en 1474, pero los acontecimientos les obligan a demorar su puesta en marcha. En la guerra de Granada los judíos ayudaron eficazmente a instaurar la complicada maquinaría del abastecimiento de las tropas y de la administración militar, además eran los únicos que entendían del cobro y administración de las rentas públicas, (D. Abraham Senior era almojarife mayor de Castilla, Don Gaón, contador mayor , que fue asesinado en Vitoria y su sucesor, también judío Ben Arroyo, El factor mayor era otro judío, este portugués; Isaac ben Yudah Abarbanel, padre del famoso “León Hebreo”.).
A pesar de todo ello, el pensamiento de la expulsión iba tomando cuerpo en 1483 se preparó un decreto que no llegó a ver la luz, sobre el destierro de los judíos andaluces y en 1486 otro igual con respecto a los aragoneses. Aparte de los motivos políticos, había un motivo religioso en la reina : el daño que a la fe de los cristianos causaba la comunicación con los judíos. Este peligro no era grave en los “cristianos viejos” , pero teniendo en cuenta los diversos hechos ,(persecuciones de los Trastámara, las predicaciones de San Vicente Ferrer) estas habían producido millares de conversiones y según el mismo Torquemada , la convivencia con sus antiguos correligionarios era muy peligrosa para la fe, aún vacilante de los conversos.
El 31 de marzo de 1492 se publicó inesperadamente el decreto de expulsión, señalando un plazo de tres meses, cuyo termino seria el primero de julio, aunque luego se prorrogó para que los judíos de todos los reinos que dependían de Fernando e Isabel optasen por el destierro o la conversión. En este tiempo les era permitido enajenar sus bienes, con la prohibición de no poder sacar oro, plata ni mercancías vedadas.(1) La confusión que reinó en las juderías fue inenarrable y muchos de ellos decidieron aceptar, al menos públicamente la conversión en lugar de abandonar el territorio español, y los que decidieron abandonar el país, en este corto plazo tuvieron que vender y malbaratar sus pertenencias. Andrés Bernáldez cuenta que vio” cambiar una casa por un asno y una viña por un trozo de paño o lienzo” .
Este mismo Bernáldez cuya versión es la más moderada y exacta, cuenta que más de 3.000 judíos salieron de Benavente y entraron en Portugal por Braganza, otros 30.000 pasaron de Zamora a Miranda do Douro; 35.000 pasaron por Miranda de Alcántara a Marvao y otros 10.000 por Badajoz a Elvas. En Navarra unas 2.000 familias se adentraron en la frontera, 300 familias del norte de Castilla embarcaron en Laredo y en Cádiz otras 8.000 familias de Andalucía y del maestrazgo de Santiago se embarcaron hacía Italia, los reinos moros de África o el Oriente.
(Gráfico de cristianos viejos, conversos y disidentes religiosos en la España de los últimos decenios del siglo XV.)
Fue la expulsión de los judíos una medida muy extrema que no creyeron necesario hacer ni el Papa , ni los estados pontificios, ni los demás príncipes cristianos, a excepción del rey de Portugal, la cual produjo en la vida cotidiana de los españoles efectos muy diversos. En lo económico fue una medida que hizo España más pobre, que si bien no se había dejado sacar el oro y la plata , arrojaba del país a los únicos que eran capaces de contrarrestar la tradicional desidia hispánica en los asuntos económicos.
En adelante fue preciso recurrir a genoveses y alemanes, los cuales encauzaron el oro de España hacía sus países. También fue el primer desafío que lanzo España a Europa, con el inicio de la llamada “leyenda negra” , pues con la expulsión , los reinos de la Península se enfrentan con el mundo judío, esparcido por todas las tierras y dueño de todos los resortes de la propaganda. Contribuyó esta medida a la unidad religiosa y dio a España la cohesión y la fuerza necesarias para afrontar las grandes empresas que la historia nos tenia reservadas.
(Escudo de la Inquisición, a ambos lados de la cruz, la espada simboliza el trato a los herejes, y el ramo de olivo, la reconciliación con los arrepentidos. La leyenda es EXURGE DOMINE ET JUDICA CAUSAM TUAM PSALM 73, que en castellano quiere decir: Alzate, oh Dios a defender tu causa, salmo73)
LA INQUISICIÓN
El primer tribunal de la Inquisición se fundó en el siglo XIII por el papa Honorio III en 1220 a petición del emperador alemán Federico II Hohenstaufen , que reinaba además en el sur de Italia y Sicilia. Parece que la razón fue el hacerse perdonar por éste su no colaboración en la Cruzada, ya que este emperador era muy amigo de los musulmanes, siendo en esta época el emperador, como primer poder político y el papa era el primer poder religioso y convenía que existieran buenas relaciones entre ambos. El papa consintió y exigió que el primer tribunal, en Sicilia estuviera formado por teólogos de las ordenes mendicantes (franciscanos y dominicos), para no desvirtuar su misión , cosa que fue lo que hizo el emperador alemán al utilizarlo contra sus enemigos.
Es conveniente resaltar que teólogos cristianos de la talla de Tertuliano, San Martín de Tours y San Ambrosio de Milán, sostenían que religión y violencia eran incompatibles. Eran más partidarios de la doctrina evangélica de corregir y amonestar a quien dilapida el bien común de la fe. La represión violenta de la herejía era, según Martín de la Hoz, un error teológico de gravísimas consecuencias, implicado en la intima relación que se trabó entre el poder civil y el religioso en la Edad Media. El pecado de la herejía era comparable a la desobediencia al rey, o sea era un delito de lesa majestad, y por ende condenado a morir en la hoguera, como en el siglo IV, en tiempos de Constantino y Teodosio.
A principios del siglo XIII, en el sur de Francia y el norte de Italia, aparecieron dos herejías( la albigense catara y la valdense) que atacaban algunos pilares de la moral cristiana y en principio los recién creados dominicos fueron los encargados de que sus seguidores abandonaran su heterodoxia, por medio de la predicación evangélica ,pero al fallar esta se originó una violenta cruzada para eliminar a sus seguidores.
En España se formaron los primeros tribunales de la Inquisición en 1242, en Tarragona, dependiendo del obispo de la diócesis y en general su actuación fue moderada. Pero la actitud de los cristianos ante las comunidades hebrea y morisca fue muy variada. Habían judíos establecidos en España desde el Imperio Romano y durante los visigodos ya fueron tolerados y perseguidos en distintas épocas. Algunos reyes aragoneses y castellanos consiguieron crear una convivencia pacífica, pero el pueblo llano no veía con buenos a los hebreos prestamistas(el interés anual de los prestamos llegó a ser del 33% anual) este malestar ,durante el siglo XIV, en el sur y el levante español hizo que se produjeron revueltas y matanzas
Con la llegada de los Reyes Católicos al poder, la Inquisición cambió de forma notable, ellos consideraron que la unidad religiosa debía ser la clave en la unidad territorial de sus reinos. y la conversión de las minorías hebreas y moriscas eran clave para conseguirlo, algunos se bautizaron convencidos, otros no y la Inquisición se cebó en ellos.
La implantación del tribunal de la Inquisición a partir de una bula de Sixto IV del 1 de noviembre de 1478 no fue una decisión aislada. El problema de los conversos venía preocupando a los monarcas castellanos y aragoneses desde, por lo menos 1391,año en que toda una serie de ataques a las juderías hispánicas provocaron la conversión masiva de judíos (que muchas veces continuaron practicando secretamente su antigua religión, fenómeno conocido como criptojudaísmo) y a la casi desaparición de las aljamas más importantes de la Península. De aproximadamente unos 200.000 judíos se pasó a menos de 100.000 en el 1400 (5),desapareciendo juderías muy importantes como la de Barcelona.
Es en el Toledo de 1449, con la adopción de los primeros estatutos de limpieza de sangre –que siempre exigían este requisito(la ausencia de parientes remotos tanto judíos como musulmanes) para poder acceder a los cargos u oficios públicos-, donde se inicia la prehistoria de la Inquisición española, con la figura de Alonso de Espina como el gran inventor del sistema.
El papa Nicolás V llegó a nombrar dos inquisidores pontificios en las personas del obispo de Osma y del vicario del obispado de Salamanca para que actuaran contra los conversos. Finalmente , este proyecto de Inquisición fue aparcado por un tiempo en noviembre de 1451. Pero había quedado claro que en estos momentos, en pleno siglo XV, los partidarios y los detractores se oponían de manera abierta y frontal.
No es posible atribuir a Torquemada, toda la responsabilidad de la creación de la Inquisición, sino de una responsabilidad compartida. Fue él el que desempeño un papel relevante al ser partidario de las medidas de fuerza contra la herejía que representaban los criptojudíos. Su proximidad a los reyes, ya antes de que asumieran las dos Coronas-Isabel se proclamó reina en Castilla en 1474 , y Fernando fue coronado soberano en Aragón en 1479 , era el confesor de Hernán Núñez de Arnalt, secretario y confesor de los reyes, le permitió ejercer una notable incidencia en este campo. Por otro lado su nombramiento como inquisidor general, no pudo ser fortuito ya que se confió en él por su capacidad para poner en marcha el tribunal y organizarlo bajo las premisas marcadas por los monarcas.
El nombre de Torquemada aparece por primera vez vinculado al cargo de inquisidor el 11 de febrero 1482 , en una bula en que el papa Sixto IV nombraba a siete frailes dominicos para que ejercieran el cargo de inquisidores según las prácticas de la antigua inquisición medieval, que siempre había permanecido bajo el control de los dominicos pero bajo la supervisión del pontífice. Pero esto se alejaba de las pretensiones de los Reyes Católicos , Isabel y Fernando ellos querían una Inquisición sobre la que pudieran ejercer un control absoluto, ya que el problema de los criptojudíos era una cuestión de Estado. Por ello , en 1483 pusieron estos reyes el germen primero de lo que sería el Consejo de la Suprema y General Inquisición, un órgano que insertaba el Santo Oficio en la estructura política de la monarquía.
Y Torquemada ,que era uno de los siete dominicos elegidos por el papa, sería el elegido para este fin., en 1483, se convirtió en inquisidor general, cargo en el que fue ratificado en 1486 por el mismo papa Sixto IV , quien al mismo tiempo lo felicitaba por su efectiva gestión.
En la primera fase de la Inquisición hubo proliferación de tribunales y se crearon los siguientes: en 1483, Jaén y Ciudad Real, en 1484, Barcelona y Teruel, en 1485, Toledo, Llerena y Medina del Campo, en 1486 Segovia y Lérida, en 1488, Salamanca, Murcia ,Alcaraz, Palma de Mallorca y Valladolid, en 1489, Burgos, Cuenca y Osma, y entre 1490 y 1493, Ávila, Calahorra, Sigüenza, Jerez, León y Palencia. Después habrían remodelaciones posteriores debido a la división de las coronas de Aragón y Castilla en una quincena de distritos de la Inquisición( más el tribunal de Madrid, dependiente de Toledo). Esta primera fase, dirigida por Torquemada, (1486-1496) se vio insostenible cuando se redujeron los casos de judeoconversos, su principal motivo de existencia, también se crearon tribunales en México, Lima y Cartagena de Indias..
Entre Torquemada y Jerónimo Castillón y Salas (1818-1820), obispo de Tarazona y última persona que ocupó este cargo , median más de tres siglos, sumando otros cuarenta y ocho inquisidores y la progresiva ampliación de los delitos que caían bajo la jurisdicción inquisitorial, esta maquinaría mantuvo en lo substancial, en su estructura y procedimiento, lo establecido por Torquemada, pero sus objetivos fueron aumentando con el paso de los siglos y tenemos que el delito de “herejía” se fue llenando de nuevos contenidos.
Así que del principal objetivo que fueron los conversos, siendo el periodo de más actividad el de 1478 al 1530, con penas más severas ; pronto se añadió el luteranismo, con focos protestantes en la Universidad de Alcalá de Henares, Sevilla y Valladolid y también el alumbradismo , movimiento pseudo-místico y se pasó en el siglo XVI, a la persecución de moriscos, brujas y hechiceros, de delitos sexuales que pasaban desde la solicitación de confesionario a la homosexualidad y el bestialismo, de protestantes y, ya en el siglo XVIII, de masones y libre pensadores. Su última victima fue en julio de 1826, el maestro de escuela valenciano Cayetano Ripoll, acusado de convicciones deistas, fue condenado a muerte y ejecutado, con el agravante que no tuvo abogado ni se escucho su confesión. Esto provocó una airada ola de protestas en la Europa conservadora que dieron lugar a que Fernando VII, diera los primeros pasos para la abolición del tribunal.
(Cuadro "La Expulsión de los Judíos" de Emilio Sala. Escena en que Torquemada arroja un crucifijo a un judío ante los Reyes Católicos.)
TORQUEMADA
Tomás de Torquemada Valdespino, nació en el pueblo el mismo nombre, Palencia(algunas fuentes precisan Valladolid) en 1420, en el seno de una familia de ascendencia judía, sobrino del cardenal y teólogo dominico Juan de Torquemada , que había sido confesor de Juan II de Castilla , siguió los pasos de su ilustre pariente y profesó en el convento de San Pablo de Valladolid. De allí pasó al monasterio de la Santa Cruz de Segovia. Donde llegó a ser prior, siendo conocido también por ese cargo. Como prior , impuso la estricta observancia de la regla dominicana en el monasterio. Ya se apuntaba la severidad y austeridad que presidirían toda su vida.
Gracias a su tío, pronto estableció contactos en la corte del más alto nivel y durante las luchas por la sucesión de Enrique IV tomó partido por la princesa Isabel. No es de extrañar que con esos contactos y esa beligerancia pronto gozase del favor real. Ya en 1479 nos hallamos gozando del favor de Isabel, ocupándose de la fundación del monasterio de Santo Tomás de Ávila.
Fray Juan de la Cruz, dominico, publicó en 1567 una crónica de su orden que es una de las fuentes documentales principales para conocer a Torquemada. Este subrayó la austeridad de Torquemada como característica de su carácter, nunca quiso ningún cargo ni titulo. Solo tenía el titulo de bachiller en Teología y nunca alcanzó el grado de maestro. A pesar de esto nunca le faltó ambición de poder. Otros alaban su austeridad alimentaría, nunca comió carne, y su austeridad en el vestido, con hábito sencillo y nunca permitió que el lino tocase su cuerpo en ropas de vestir ni en ropas de cama.
Su austeridad alcanzó a su familia, tenía una hermana pobre a la que nunca quiso dotar para su matrimonio, su única concesión fue una ayuda para que viviera bajo la regla de las beatas de Santo Domingo. Se le ofreció beneficios eclesiásticos de importancia, entre ellos el arzobispado de Sevilla , pero no aceptó. Desvió esas concesiones a parientes y allegados y las dotaciones económicas a los monasterios de Santa Cruz de Segovia y Santo Tomás de Ávila. Lo que si aceptó fue el cargo de confesor real y el de inquisidor general. Como confesor real, fray Tomás actuó con severidad notable sobre la conciencia real.
El ejercicio del cargo de inquisidor general le supuso no pocos desasosiegos. Fue el miedo por su vida el que apremió a los reyes a concederle durante sus viajes un fuerte acompañamiento de agentes del Santo Oficio: cincuenta a caballo y doscientos a pié. Y el temor por su vida le llevó a tener en su mesa el asta de un unicornio, la que se suponía tenia la virtud de neutralizar posibles venenos.
El 11 de febrero de 1482 el mismo papa expidió una bula que establecía el Consejo Supremo de la Inquisición de cual fue el primer presidente el doctor dominico fray Tomás de Torquemada, cuyo nombre ha venido a encarnar en la mentalidad europea el tipo humano de la intolerancia y el fanatismo. También fue nombrado inquisidor general de Castilla el 2 de agosto de 1482 y de Aragón, Valencia y Cataluña ,el 17 de octubre de 1482, para arreglar el desorden provocado por sus antecesores Murillo y San Martín . Fue al acabar las Cortes de Zaragoza en 1484, él tomo la palabra y habló a los procuradores para que acatasen la autoridad del nuevo tribunal.
En la ciudad eran los conversos, hombres ricos y poderosos emparentados con la primera nobleza, por lo cual los principales caballeros organizaron la resistencia contra el nuevo estado de cosas, en tanto el pueblo , entre el cual los cristianos “nuevos” eran odiados , apoyó a la inquisición. Resultado de los conciliábulos en casa de Luis de Santángel fue el asesinato en la Seo, en la noche del 15 de septiembre de 1485, del inquisidor Pedro de Arbúes, venerado luego como santo (2). El pueblo se amotinó contra conversos y caballeros y acabó con la intervención del arzobispo de Zaragoza, Don Alonso de Aragón, anunciando un castigo ejemplar, que alcanzó a personajes emparentados con el rey. Aún más difícil fue el establecimiento del Santo Oficio en Cataluña, tan recelosa de todo lo que mermase la autoridad de sus instituciones tradicionales.
En 1484 se oponen al nuevo sistema en asuntos de la fe los concellers de Barcelona y la oposición se recrudece cuando en 1486 llegan los inquisidores a la ciudad; unidos el obispo, el cabildo y los concellers consiguen la expulsión de estos jueces. Fue precisa una bula del papa Inocencio VIII (el 6 de febrero de 1487) nombrando a Torquemada inquisidor en la diócesis de Barcelona para que el 4 de julio de ese mismo año, Torquemada pudiese instalar al mando de su tribunal a fray Alonso de Espina.
(Tormento de infieles, ordenado por Tomás de Torquemada.)
Estimulados por el odio del pueblo a los conversos, que excitaba la tendencia hispánica hacia la intransigencia y la crueldad, la Inquisición estableció, en aquellos sus primeros años, un clima de terror. No se libraron de él y de este clima de sospecha prelados tan santos como fray Hernando de Talavera o tan poderosos como Don Juan Arias-Dávila y el ambiente hizo posibles las crueldades del inquisidor de Córdoba, Diego Rodríguez Lucero (1498) que motivaron la sublevación del marqués de Priego. En 23 de septiembre de 1497, el papa Alejandro VI hubo de publicar una bula moderando el celo excesivo de la Inquisición
Añadamos que el rigor inquisitorial de Torquemada y sus tribunales no se frenaron ante ninguna instancia, solamente los obispos ( los cuales únicamente podían ser juzgados por Roma). En España esta condición era muy importante porque parte de sus obispos contaban con conversos entre sus ancestros. Pero la Inquisición de Torquemada intentó eliminar ese freno a sus actuaciones con el apoyo de los Reyes Católicos. El primer de ellos que fue afectado fue el anteriormente nombrado Juan Arias-Dávila, obispo de Segovia, que tomó posesión de su cargo en 1461 y que se negó a que el Santo Oficio entrara en su diócesis. Se le acusó de criptojudaismo , pero él recuso a Torquemada como juez y en 1490, con sus ochenta años, fue a Roma y apeló al Papa. También sufrió dichas acusaciones Pedro de Aranda, obispo de Calahorra, que fue llamado a Roma a 1493. Torquemada no consiguió la jurisdicción sobre los obispos.
En cuanto a la expulsión de los judíos en 1492, el mismo Torquemada siempre había dado muestras de su rigor ante los conversos, él mismo había implantado el estatuto de limpieza de sangre en su propio monasterio, el de Santo Tomás de Ávila, también hemos visto la obsesión con que se dedicó a perseguir a los herejes y conversos desde su cargo de inquisidor general. Desde muy pronto fue ganando la convicción que los cantos de sirena de éstos eran una tentación hacia los conversos , que los llamaban a volver a sus antiguas prácticas.
Se pueden destacar tres aspectos relevantes de la gestión de Torquemada: el establecimiento de las Instrucciones generales, el inicio de la red de tribunales territoriales y la severidad inquisitorial contra los criptojudíos. Estas Instrucciones tomaron como base uno de los manuales básicos de la Inquisición medieval , el Directorio del catalán Nicolau Eymerich (1376) , estas instrucciones son el primer intento de adaptación del modelo medieval a los nuevos requerimientos de la Inquisición española, habían las normas como se había de proceder al llegar a los pueblos y ciudades para ejercer el oficio, que procedimientos penales debían seguirse, que personal era el más adecuado para formar el tribunal y que cargos debían hacer y como efectuar las confiscaciones, etc. Su objetivo principal era la herejía y como tal era calificada la práctica del judaísmo por parte de los que se habían confesado públicamente como cristianos.
(Otra imagen que representa el tormento sufrido por los procesados por la Inquisión.)
La pena de muerte se aplicaba al hereje contumaz no arrepentido y el resto de delitos se pagaban con la confiscación de bienes, la excomunión, multas, cárcel, oraciones y limosnas penitenciales. Durante el siglo XIII, la Iglesia admitió el uso de la tortura, pero esta también estaba presente en los tribunales civiles : pero la Inquisición le dio otra finalidad, tras la tortura el converso arrepentido se libraba de la pena capital, no así con la justicia civil.(4)
Muerte de un inquisidor
El ejercicio del cargo de inquisidor general le supuso no pocos desasosiegos. Fue el miedo por su vida el que apremió a los reyes a concederle durante sus viajes un fuerte acompañamiento de agentes del Santo Oficio: cincuenta a caballo y doscientos a pié. Y el temor por su vida le llevó a tener en su mesa el asta de un unicornio, la que se suponía tenia la virtud de neutralizar posibles venenos.. Pero en sus últimos años él perdió el favor real. En la misma corte se murmuraba contra aquel fraile severo y rígido con afán de controlarlo todo. Hasta la misma reina llegó a saturarse y de la misma Roma también llegaron quejas contra él.
No es de extrañar que el papa Alejandro VI nombrase cuatro inquisidores más, con atribuciones similares a Torquemada, aunque justificados por la avanzada edad del inquisidor general, parece que el pontífice quería neutralizar el poderoso organismo que el dominico había levantado por orden regía. Torquemada se retiró al monasterio de Santo Tomás de Ávila en 1496, aunque parece que continuó ejerciendo de inquisidor general. Allí murió el 20 de septiembre de 1498, siendo sepultado en el capitulo conventual. En 1572 sus restos fueron trasladados a otra capilla. En el devenir de los siglos la tumba se perdió y hoy se desconocen donde se encuentran sus restos.(Se cree que durante la invasión napoleónica, sus restos fueron profanados.).
Conclusiones
Consideraría una grave desacierto el que nuestros antepasados quisieran hacerse solidarios de unas de las más tristes páginas de nuestra historia y negar los errores que nuestros antepasados, hombres al fin y al cabo, cometieron. Nada es más deleznable que el querer sustituir una leyenda negra por una leyenda dorada, igualmente falsa. No es importante hacer leyenda sino hacer la historia.
La inquisición fue una reacción de los “cristianos viejos” contra judíos y conversos, fue tal como se entendió en los últimos años del siglo XV, un error de los reyes, sus gobernantes y el pueblo español. Lo que es importantísimo dar a este grave error sus proporciones justas, depurándolo de las enormes exageraciones nacionales y extranjeras y situarlo dentro del clima de la Europa de ese siglo. Ya que fue una postura comodísima de muchos intelectuales europeos durante más de cuatro siglos, concentrar todo el odio, fanatismo y la intransigencia en un solo país, el nuestro, destacando con mucha severidad nuestros pecados y tendiendo un manto de olvido a los suyos.
Por ello Julián Juderías, con un criterio objetivo histórico hizo saber que no fue menos cruel la represión española que la que ejercieron en Francia e Inglaterra, sus reyes católicos o protestantes , contra los que se apartaban de la religión del Estado. Por citar unos ejemplos, Miguel Servet, el descubridor de la circulación de la sangre, fue tostado a fuego lento, por orden de Calvino, a orillas del lago de Ginebra. Algunas descripciones en el siglo XVI en Francia y en Holanda ponen los pelos de punta,(todo estaba perfectamente estudiado para que la agonía fuera lo más lenta posible y más dolorosa). Una visita al Museo de las torturas del castillo de Nüremberg nos da perfecta idea de cómo la justicia alemana del siglo XVI, se las ingeniaba para proporcionar a sus reos una muerte horrenda.
Todavía en el siglo XVIII, cuando la Inquisición española no era sino una sombra, el marqués de Pombal, un enciclopedista amigo de los filósofos puso en práctica sus más pavorosas invenciones para hacer morir en una inacabable agonía al duque de Aveiro, a los Tovara y algunos jesuitas, y en Francia en plena época russoniana, los reos eran despedazados vivos entre cuatro caballos furiosos o desechos en la rueda , miembro a miembro. A parte si ha habido en el mundo una inquisición más cruel, fue el tribunal revolucionario de Fouquier-Tinville, discípulo de Voltaire y de Rousseau. Y en la famosa noche de San Bartolomé , los católicos franceses mataron más protestantes que la Inquisición en cuatro siglos(2.000 muertos solo en París y entre 5.000 y 10.000 en el resto de ciudades de Francia). En el 1600, fue juzgado, condenado y ejecutado Giordano Bruno y en el 1633 fue juzgado y condenado Galileo Galilei, por la Inquisición romana.
(Galileo Galilei, ante el Tribunal Eclesiástico de la Inquisición Romana.)
(1) Al tener noticia de la orden de expulsión, la presión judía no se hizo esperar , bien para anular el decreto, bien para dilatar el tiempo y las condiciones de la expulsión, a cambio de grandes sumas de dinero. Se cuenta que Torquemada conociendo esas ofertas se presentó ante los Reyes y arrojó treinta monedas de plata( el precio pagado por el Sanedrin a Judas por entregar a Jesús, según la tradición) o un crucifijo , preguntando a el rey a que precio seria vendido Jesús nuevamente.
(2) Pedro de Arbués , había nacido en Épila y era canónigo de la Seo en Zaragoza. En 1484, Torquemada lo nombró inquisidor general de Aragón, donde la inquisición no fue bien recibida : ni por los influyentes conversos, ni por sectores de la población que veía una grave injerencia en sus privilegios de los fueros aragoneses. La conspiración contra Arbués fue encabezada por las principales familias de conversos-Los Sánchez, los Montesa, los Santángel, los Paternoy, que creían que la muerte del inquisidor provocaría una gran reacción que impediría el establecimiento del Santo Oficio en Zaragoza. El 14 de septiembre , los mercenarios contratados entraron en la catedral, protegidos en la oscuridad, junto al coro, vieron a Arbués arrodillado rezando, vestido con su cota de malla y su casco de acero. Acabaron con él con dos puñaladas. La indignación y el miedo cundieron en la ciudad , que se levantó contra los conversos . Los culpables en el juicio que siguió fueron condenados a la hoguera y Pedro de Arbués canonizado.
(Martirio de San Pedro de Arbúes, por Murillo, fue beatificado en 1662 y canonizado en 1867, Banco Exterior, Madrid)
(3) 1ª Durante el periodo de gracia , tal y como lo había dispuesto Torquemada, los inquisidores se desplazaban por su distrito jurisdiccional
(4) No hay cifras fidedignas sobre el número de ajusticiados. Aunque parcialmente los trabajos de los profesores Heningsen y Contreras, parecen más próximos a la realidad, sobre 50.000 causas abiertas entre 1540 y 1700,; concluyen que fueron quemadas 1.346 personas, el 1,9% de los juzgados. Es posible que las cifras de los ajusticiados en toda la historia de la Inquisición fueran de 5.000 personas.
(5) Calculado su número en unos 250.000, constituía- al menos en Castilla-el núcleo más activo y emprendedor de la población . Cuando entre 1480 y 1486, en pleno apogeo de la Inquisición en toda España. Los conversos acusados de judaizantes huyeron en masa. No sabemos en realidad los que huyeron , pero podemos acercarnos a sus cifras reales a través de otros datos: 2.000 quemados y 20.000 reconciliados, hacen suponer que el número de los huidos debió de ser de 120.000. Cantidad importantísima que unida a los 150.000 judíos(no confundir con los conversos), expulsados en 1492 y a los 300.000 moriscos granadinos que emigraron en 1502, da una idea de la represión racial y religiosa adoptadas en esta época.
(Casa del Santo Oficio, donde se reunía el tribunal de la Inquisición, en Alhama)
Autor: Escrito por Leones2233
Bibliografia
La inquisición, Historia de España por el Marqués de Lozoya.
Torquemada, el gran inquisidor, por Doris Moreno Martínez, profesora de Historia
Moderna de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Torquemada, por la Wickipedia y Arte e Historia.
Fray Tomás de Torquemada, Biografías y vidas.
La inquisición, Leyenda negra, por Beatriz Comella.
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