El Egipto bizantino
La primera cuestión es, ¿Cuándo empieza el imperio bizantino?; yo propongo hacerlo tras la caída del emperador de Occidente llamado, Rómulo Augusto. Está fechado que en el año 476, este emperador,
(el último de una serie de ineptos emperadores, gobernados en la sombra por generales de origen bárbaro) fue derrocado por Odoacro, jefe de la tribu de los Hérulos, el cual reclamó el trono de Italia, empresa en la que fracasó.
Pero el mal ya estaba hecho, y no se eligió un nuevo emperador romano en Occidente, además, esa parte del imperio romano estaba ocupada por varias tribus bárbaras, las cuales no cederían el poder a un nuevo emperador, (aunque últimamente, el emperador, solo lo era de nombre).
Con esta deposición, el emperador romano de Occidente desaparecía y yo solo quedaba el emperador romano de Oriente. Esta zona, la más rica de las dos, había tenido la sabia inteligencia para sobornar a los bárbaros para que se dirigieran a la parte occidental del imperio, lo cual sentenció a la derrota a esta zona romana.
En Occidente, reinaba el emperador León II, con lo que se podía decir que el Egipto bizantino se inició con este emperador. Pero para ser muy exactos, lo que se podía calificar ahora, no era como imperio bizantino, sino más bien entre el periodo tardorromano o protobizantino; el periodo bizantino más real, se podía dar con el emperador Heraclio, el cual le dio una impronta más cercana a lo que sería Bizancio en el futuro.
De todas formas, empezando por León II, se podía decir que el imperio bizantino de Oriente, tuvo la fortuna en un principio de gobernar una serie de emperadores, (salvo algún fallo) con mucha inteligencia y siendo relativamente un imperio próspero.
Durante sus inicios, el Egipto bizantino vivió un periodo de prosperidad y paz, cosa que no podía decirse de sus coetáneos del Occidente africano; estos, eran estaban sometidos desde hace décadas por el imperio vándalo.
Este pueblo, uno de los rudos y crueles de los que invadieron el imperio romano, estuvieran hasta su fin tiranizando y tratando de mido muy cruel a la población civil católica.
Los vándalos practicaban la religión arriana, pero intentaron que los romanos también la practicaran de grado o por la fuerza; los romanos se resistieron y los vándalos se aplicaron una serie de terribles represalias para convencerles de lo contrario, ¡muchos civiles romanos tuvieron que exiliarte ante la tiranía vándala!.
Templo de File, al sur de Egipto
Pero en Egipto la cosa era diferente, la religión (¡de momento!) aquí no era un problema para los súbditos egipcio-bizantinos. Con el paso de los años, y ya gobernando el emperador Justiniano I, se produjo un hecho interesante y penoso.
La religión oficial (como en el resto del imperio, era la ortodoxa) era la única que se podía practicar, siendo las demás perseguidas u obligadas a practicar su religión clandestinamente.
Pero en una isla llamada File, la antigua religión milenaria que practicaron los antiguos moradores, (de la época de las pirámides y los faraones) seguía practicándose sin problemas.
El culto que se practicaba, era a la diosa Isis. La isla, situada en la zona de la baja Nubia, tenía los días contados; el emperador Justiniano I, no tenía intención de dejar ninguna religión por ahí campando por sus respetos, ¡la única religión oficial era la ortodoxa!.
El cierre de dicha isla al culto a Isis fue encomendado por Justiniano I a su Chambelán, llamado Narsés, el cual efectuó su cometido, dando por finalizada el único punto de luz que permanecía encendido, en la milenaria religión de los faraones.
El reinado de Justiniano se vio sacudido por una plaga mortal, que entrando por el sur de Egipto, penetró en el resto del imperio. Durante el periodo 541-44 y 557-58 la peste, azotó al imperio con virulencia, en el año 540, antes del inicio de la peste, 26 millones de habitantes arrojaba el censo; en el año 565, el número se había reducido a 19,5 millones; lo cual representaba a pérdida por la peste de ¼ de la población.
Esto supuso, dado el estado de guerra permanente que sufría el imperio con sus guerras de conquista y defesa del reino; que el aumento del número de tropas recaía en la población. Pero se había perdido mucha población, así que la superviviente hubo de ser estrujada para mantener el ritmo recaudatorio, por lo que los impuestos, que ya se habían vuelto duros, se convirtieron ahora en agobiantes.
El Egipto bizantino no fue indemne a tales abusos, Los cuales tuvo que solventarlos como mejor podían. Además, la causa religiosa hubo de ser añadida a las preocupaciones de los ciudadanos.
¡Efectivamente!, el cristianismo ortodoxo tuvo una escisión, la cual se denominó “monofisismo” estos aseguraban que Jesús sólo está presente la naturaleza divina, pero no la humana.
Esto estaba en contra del cristianismo ortodoxo oficial, el cual pregonaba que Cristo existe dos naturalezas, la divina y la humana «sin separación». Justiniano I, hombre muy riguroso en lo tocante a la religión, actuó contundentemente contra lo monofisitas; la tolerancia imperante hasta entonces se convirtió en “tolerancia cero” contra este nuevo dogma.
Soldados bizantinos, siglo VI y VII
Este asunto creo tensión hasta que el Egipto bizantino fue ocupado por los musulmanes en el siglo VII.
En lo tocante a lo económico, la verdad es que desde la época romana, los egipcios bizantinos habían perdido mucho con respecto a cuándo al Egipto fue de los romanos.
La fuerza económica por entonces era el trigo de Egipto (se podía remontar hasta la época de los faraones, la fama de Egipto en la producción de trigo) se podía decir que cuando Roma conquistó Egipto en el año 30 a. de C., Egipto era su granero, respecto al abastecimiento de este cereal, con lo que su conquista fue una valiosa adquisición.
Pero la economía egipcia romana sufrió un duro golpe debido a que en el año 169, los nativos del país se rebelaron contra los abusivos impuestos de Roma. El general Ávido Casio acudió con tropas para ahogar la rebelión; la lucha fue dura, duró varios años y la economía resultó muy perjudicada.
A partir de entonces, lentamente, la economía (con su trigo como bandera) empezó a hundirse poco a poco. El África Occidental romana empezó a asumir este papel de abastecedor del grano romano; el comerció fue poco a poco recuperándose, pero ya nada fue como antes.
Respecto al tema militar, si miramos las unidades que había acantonadas en Egipto, el tema es que es imposible saberlo; las unidades en la época romana si había datos, pero en el Egipto bizantino, no hay datos relevantes sobre cómo estaban acantonadas las unidades, no ya en Egipto, sino en toda el imperio bizantino.
Un marco referente podía haber sido un documento fechado a finales del siglo IV o principios del siglo V, se llamaba la “Notitia Dignitatum”, y en él se hacía referencia sobre las unidades romanas acantonadas a todo lo largo del imperio, incluido la zona egipcia.
El caso es que habían pasado ya muchos decenios de años referentes al Bizancio o imperio Oriental romano. Muchos años, muchos cambios o vicisitudes en las que podía haber muchos cambios respecto a los movimientos de tropas en todo el imperio.
Si se quiere hacer un balance general de la calidad de las tropas acantonadas en Egipto, (a tenor de los hechos recogidos por las fuentes de la época) podemos permitimos conjeturar de que su nivel combativo era escaso.
¡Efectivamente!, acantonadas en una región en la que solamente lo que tenían que hacer, ¡como mucho!, enfrentarse a bandidos, delincuentes, ladrones, algún disturbio ocasional etcétera; de estas tropas, se podía decir que su labor era meramente policial.
Templo de Amón-Ra en Karnak (Tebas)
De todas formas, a quién interese las formaciones romanas que había en Egipto según la “Notitia dignitatum”, eran las siguientes:
EL CONDE DE LA FRONTERA EGIPCIA
Fuerzas a su disposición:
-Quinto Regimiento Macedonio, en Menfis.
-Decimotercer Regimiento Gemelo, en Babilonia.
-Caballería Establesiana
-.Caballería Sarracena Tamudena, Scenas de los veteranos
-Tercer Regimiento Diocleciano A disposición del Muy Honorable Conde Militar de
, Andro.
-Segundo Regimiento Trajano, Parembole.
-Escuadrón de caballería29 Teodosiana, recientemente constituida.
-Escuadrón de caballería Arcadiana, recientemente constituida.
-Segundo Escuadrón de caballería Armenia, Oasis menor, y aquellas, comisionadas, en los pequeños registros.
-Tercer Escuadrón de caballería Árabe, Tenenuti.
-Octavo Escuadrón de caballería VándEscuadrón, Nee.
-Séptimo Escuadrón de caballería Sármata, Scenas Mandrorum.
- Primer Escuadrón de caballería Egipcia, Selle.
-Escuadrón de caballería veterana de los galos, Rinocoruna.
-Primer Escuadrón de caballería Herculia, Scenas extra (fuera de) Gerasa.
-Quinto Escuadrón de caballería de los Retos, Scenas de los veteranos.
-Primer Escuadrón de caballería Tingitana, Tinunepis.
-Escuadrón de caballería Apriana, Hipponos.
-Segundo Escuadrón de caballería de los asirios, Sosteos. El “Escuadrón de Caballería”, en aquella época, tenía una entidad, en hombres, similar al actual Escuadrón de Caballería (N. del T.)
Soldados sasánidas, siglo VI
-Quinto Escuadrón de caballería de los Preferidos, Dionisiada.
-Tercer Batallón de Infantería31 Gálata, Cefro.
-Segundo Batallón de Infantería Astaros, Busiris.
EL DUQUE DE TEBAS
Fuerzas a su disposición:
Caballería Acorazada en cuña Mora con escudos, Lico.
Caballería Acorazada en cuña con escudos, Hermupoli.
Arqueros a caballo indígenas, Tentira.
Arqueros a caballo indígenas, Copto.
Diospoli. Arqueros a caballo indígenas, Diospoli.
Arqueros a caballo indígenas, Lato.
Arqueros a caballo indígenas, Maximianopoli.
Caballería de exploración indígena.
Tercera Legión Diocleciana, Ombos.
Segundo Regimiento Flavio Constancio Tebano, Cusas.
Segundo Regimiento Trajano, Apollonos superior.
Soldados Miliarenses, Syene.
Primer Regimiento Valentiniano, Copto.
Primer Regimiento Maximiano, Filas.
Tercer Regimiento Diocleciana, Tebas.
Segundo Regimiento Valentiniano, Hermunthi.
Caballería “felices Honorianos”, Asfynnis.
Escuadrón de Caballería prima Abasgorum,
Hibeos - Oaseos maioris.
Empedador Justiniano I
Primer Escuadrón de los Abasgos, Hibeos – Oasis mayores. y aquellas, comisionadas, en los pequeños registros.
Segundo Escuadrón de Caballería secunda Hispanorum,Poisr
Escuadrón de Caballería Germanorum, Pescla.
Cuarto Escuadrón de los Britones, Isiu.
Primer Escuadrón Híbero, Thmou.
Escuadrón Neptunia, Chenoboscia.
Escuadrón Tercera de dromedarios, Maximianopoli.
Escuadrón Octava Palmirense, Foenicionis.
Escuadrón Séptima Herculia voluntaria, frente a Lata.
Escuadrón Primera de los Francos, frente Apollonos.
Escuadrón Primera Júpiter Acorazados, Pampane.
Escuadrón octavo, Abydum – Abocedo.
Escuadrón Segunda Herculia de dromedarios, Psinaula.
Escuadrón Primera de los Abasgos, Oasis Mayor.
Escuadrón primera de los Cuados, Oasis Menor – Trimtheos.
Escuadrón Primera Valeria de dromedarios, Precteos.
Primera Batallón de Infantería Lusitana, Theraco.
Batallón de Infantería escudera de ciudadanos romanos, Mutheos.
Primer Batallón de Infantería Apamenorum, Silili.
Undécimo Batallón de Infantería Chamaurorum, Peamu.
Noveno Batallón de Infantería Tzanorum, Nitnu.
Noveno Batallón de Infantería de los Escuadrónmanes, Burgo Severi.
Primer Batallón de Infantería Felix Teodosiana, cerca de Elefantina.
Quinto Batallón de Infantería Suentium, Suene.
Sexto Batallón de Infantería Saginarum, en Castris Lapidariorum.
Séptimo Batallón de Infantería Franca, Diospoli.
Guerreros árabes siglo VII
Las fuerzas del Duque de Tebas, acantonadas al sur de Egipto, podían situarse entre las mejores de la provincia bizantina, ya que solían enfrentase a los tribus “nubias” del actual Sudán, las cuales efectuaban frecuentes incursiones de saqueo y botín en el sur de Egipto.
Labores policiales y rechazar a las tribus nubias, eran la acción a la que podían aspirar a tener las fuerzas bizantinas acantonadas en Egipto.
Mientras, las mejores fuerzas bizantinas estaban peleando constantemente en otros escenarios mucho más peligrosos, como por ejemplo la frontera con el imperio sasánida, la frontera con el río Danubio, peleando con las tribus eslavas que incursionaban en el norte del imperio.
También las fuerzas bizantinas de Italia luchando primero con los ostrogodos y más tarde con los lombardos y sus vecinos del África Occidental, donde primero contra los vándalos y luego contra las tribus “moras” del sur africano, que efectuaban peligrosas “razzias” contra el norte bizantino.
Los emperadores bizantinos siguieron pasando a lo largo de los años, primero el incombustible Justiniano I, luego el poco hábil sobrino suyo Justino II, bajo el cual, muchos de los dominios en Hispania e Italia se perdieron para siempre.
Tiberio II y Mauricio debieron hacer frente a muchas vicisitudes, ya que los enemigos del imperio golpeaban sin cesar las fronteras del imperio, aguantaron con solvencia a pesar de las dificultades. Mauricio destacó por sus aptitudes militares, las cuales permitieron aguantar los embates de los persas y los ávaros en la zona del Danubio.
En Egipto, salvo las disensiones religiosas entre ortodoxos y los perseguidos monofisitas, la vida transcurría con relativa tranquilidad; la paz y el activo comercio, (con la ciudad de Alejandría como puerto de primerísimo nivel) eran las metas a lo que podían aspirar los ciudadanos del Egipto bizantino.
¡Por supuesto!, otro cosa eran los impuestos, estos eran sumamente agobiantes, ya que las luchas defendiendo el imperio, necesitaban de cantidades enormes de dinero, y este solo podía obtenerse de los impuestos obtenidos por sus súbditos.
Sin embargo, los días de paz y prosperidad estaban tocando a su fin; el imperio sasánida, que tantas desgracias había causado al imperio romano Oriental (o imperio Bizantino) en sus fronteras orientales, estaba planeando una ofensiva formidable que hiciera que los bizantinos fueran expulsaron de Oriente.
Guerreros nubios
Todo ocurrió cuando un oscuro oficial bizantino llamado Focas, logró sublevar a las tropas del Danubio y capitanearlas para dirigirse a la capital bizantina llamada Constantinopla.
Aprovecho que la falta de dinero del emperador Mauricio, le había llevado a rechazar el chantaje que los ávaros le hicieron, para que pagara el rescate de 12.000 soldados prisioneros bizantinos. Se negó al pago del rescate y en respuesta los ávaros los asesinaron.
La campaña en el Danubio había sido muy dura para los soldados bizantinos, estos tuvieron que invernar en las mismas posiciones del Danubio, en vez de regresar a sus cuarteles de invierno.
Los nervios de los aguerridos soldados estallaron cuando el emperador se negó al pago del rescate, y ahí estaba el oportunista Focas para aprovechar la oportunidad. Asesinó al emperador y a su familia y se coronó como emperador.
La guerra había hastiado a muchos bizantinos, así que Focas contó con muchos apoyos. Por desgracia, fue tan sanguinario en la toma del poder, como en la represión que realizó contra todo aquel que sospechaba que le podía hacer daño; ¡lo malo!, es que con los años, su paranoia fue creciendo y las represiones se hicieron más crueles.
Los enemigos de Bizancio, aprovecharon la incompetencia de Focas, en particular los sasánidas y los ávaros. Para desgracia de Bizancio, este emperador fue tan sanguinario en la represión de sus enemigos (o de los que simplemente sospechaba) como inepto para tomar las medidas defensivas contra los enemigos exteriores.
Los ávaros por el norte del río Danubio hasta Constantinopla y los sasánidas por el Este de las posesiones bizantinas, firmaron una alianza y se lanzaron a una invasión de grandes proporciones. Las fuerzas bizantinas fronterizas fueron arrolladas, así como también sus guarniciones interiores.
No se formó ningún ejército operativo que pudiera rechazar ninguno de los dos enemigos y Focas no hizo nada posteriormente en respuesta, simplemente se limitó a seguir con su paranoia conspirativa, buscando víctimas de las que sospechara que tramaban algo contra él y dejó a la población y guarniciones militares por donde pasaban los ávaro-sasánidas abandonados a su suerte y sin posible auxilio.
La ofensiva sasánida en su gran ofensiva, entró el Este del imperio bizantino; conquistó Siria, Asia Menor, Palestina e irrumpió en la frontera con Egipto. La campaña sasánida en el Egipto bizantino es un misterio, ya que las fuentes son muy vagas.
Se cree que la invasión sucedió más o menos en el año 619 y que estuvo comandada del lado sasánida por uno de sus más prestigiosos generales, llamado Shahrbaraz; como ya comenté, las tropas bizantinas acantonadas en la provincia bizantina eran meras tropas policiales, que de seguro, no debieron ofrecer mucha resistencia al invasor.
Soldado romano-oriental del siglo VI. Legión V Macedonia
(integrada en las tropas de guarnición en Egipto)
En la primavera del 619, los sasánidas Avanzaron a lo largo de la costa por el Sinaí, tomaron la fortaleza de Pelusium; roto el cerrojo que cerraba Egipto, la invasión se extendió como una balsa de aceite. La invasión giro al sur, conquistando la fortaleza de Babilonia que protegía Menfis.
Luego, apoyados por una flotilla, pusieron rumbo note con el objetivo de tomar Alejandría; La capital egipcia fue puesta bajo sitio, fue tomada en junio de 619, con un emperador impotente de enviar refuerzos ante la doble ofensiva avaro-sasánida.
También según las fuentes de la época, (estas también tomadas con cierta precaución) parece que los sasánidas establecieron una avanzada den la zona este de Egipto, concretamente en Cirenaica y otra en el sur, en la región de Nubia, adonde parece que también llegaron.
Parece ser que en las provincias de Siria, Palestina y Egipto, los sasánidas (según las fuentes) efectuaron una invasión muy cruel, sembrando la muerte y la destrucción, por lo que el aparato administrativo y defensivo bizantinos, salió muy dañado en esas regiones.
Sin embargo, el emperador bizantino Heraclio, se puso al frente del ejército bizantino e iniciando una invasión en el corazón del imperio sasánida (devolviendo la moneda, efectuó una deliberada destrucción sistemática de las riquezas del Éufrates, dejando la rica región desolada y arruinada) y derrotando en la batalla de Nínive el 27 de diciembre del 627, decisivamente a los sasánidas.
Al año siguiente se presentó a las afueras de la capital Ctesifonte y los persas pidieron la paz. Entonces las tropas sasánidas evacuan las conquistas bizantinas de Oriente, incluida la provincia de Egipto. Pero las destrucciones por parte de las tropas ocupantes, tardarán en ser reparadas.
No se sabe cuántas tropas bizantinas volvieron a re ocupar la provincia de Egipto, solo que se necesitaba tiempo para poder recuperarse; y no solo la provincia egipcia, sino todo en Oriente bizantino a nivel general. Pero si era tiempo lo que los bizantinos necesitaban en el Este, poco iban a tener para tal recuperación.
¡Efectivamente!, a los pocos años, un poder emergente nacido en el seno de la península Arábiga, emergió con un poder expansivo militar impresionante.
Prometiendo el paraíso para los que murieran en combate, y teniendo una religión tolerante y atrayente para todo aquel que quisiera abrazarla, el poder del Islam irrumpió irresistiblemente en Oriente.
Guerreros sasánidas, siglo VI
La fuerza militar de los llamados musulmanes era muy poderosa, y se lanzó justo en el momento en que el imperio sasánida estaba exhausto y las fuerzas armadas en el Oriente bizantino se hallaban en igual manera.
La guerra entre ambos bandos, sasánidas y bizantinos, había dejado agotados a los dos imperios y sin fuerzas para poder recuperarse a tiempo.
A principios de la década del 630, los musulmanes empezaron a tantear las fronteras orientales del imperio bizantino, a la par que lo hacían con las zonas fronterizas del imperio sasánida. Tras algún combate pequeño adverso a las armas musulmanas, estos decidieron para a la acción implicando fuerzas de combate más numerosas.
Tras algunos enfrentamientos, se dio la gran batalla en lo que se conoció como la batalla de Yarmuk, en lo que hoy es Jordania; la batalla se dio el año 636 fue una decisiva victoria musulmana, y lo que es peor, derrotó al principal ejército que defendía el Oriente bizantino.
Los árabes ya no tenían ejército que se les opusiera, sino una serie de guarniciones que prontamente podían ser derrotadas, habida cuenta lo escaso de su moral, agravaba ahora por la derrota de Yarmuk.
Ahora, la invasión árabe, se extendió como una balsa de aceite, y pronto llegó a las vecindades de la frontera egipcia. Con el paso de los años, cada conquista musulmana podía incorporar en los ejércitos nuevos reclutas, que atraídos por la benevolencia musulmana, aquí tenemos un ejemplo de cómo creció el número de los ejércitos musulmanes:
Año Fuerza:
- 632- 13.000
- 633- 18.000
- 634- 41.000
- 635- 37.000
- 636- 70.000
- 640- 74.000
- 648- 80.000
- 652- 120.000
- 657- 100.000
- 661- 80.000
Mapa de la ruta de invasión árabe en Egipto
Los musulmanes llegaron a las afueran de Pelusium a finales de año 639, las fuerzas musulmanas no eran muy numerosas, unos 4.000 hombres capitaneados por Amr ibn al-Aas.
Este procedió a sitiar la fortificación bizantina defendida por una guarnición bizantina; tras dos meses de sitio intentando resistir lo mejor posible, la ciudad fue tomada al asalto en febrero del 640 por una fuera musulmana dirigida por un oficial llamado Useifa ibn Wala.
La ciudad fortificada fue tomada y en venganza por la resistencia ofrecida, los musulmanes quemaron iglesias, destruyeron las fortificaciones de la ciudad que quemaron los barcos que había atracados en el puerto.
Como solía ocurrir en otras invasiones, la pérdida de este reducto hizo que los musulmanes se extendieran por Egipto sin poder los bizantinos hacer una defensa ordenada de la provincia.
Los musulmanes marcharon dirección sur, presentándose en la fortaleza de Bilbeis, al norte de la ciudad de Menfis. Se ofreció la capitulación pacífica de la ciudad, pero sus representantes la rechazaron, tras un mes de una resistencia importante, (la más obstinada que habían encontrada desde que entraron en Egipto) la ciudad capituló en marzo.
El general musulmán Amr estaba un poco contrariado con la invasión, creía que esta iba a ser literalmente un paseo militar, y en Pelusium y en Bilbeis había encontrado una resistencia obstinada. Para colmo de males ahora se dirigía a la ciudad de Menfis, pero antes tendría que expugnar la fortaleza que la defendía.
Pero esta ciudad llamada Babilonia, estaba fortificada poderosamente y bien defendida; parece que su toma no iba a resultar tan sencilla como él pensaba y se esperaba otra resistencia a ultranza como en los anteriores sitios.
Llegó en mayo a dicha fortificación, tras sitiarla todo el mes procedió a realizar un asalto a dicha ciudad, pero el hueso era demasiado duro de roer, y tras una lucha resuelta los musulmanes fueron rechazados.
Los dos meses siguientes conocieron una serie de asaltos musulmanes que se estrellaron contra las fortificaciones y la resolución de una guarnición disciplinada bizantina que sabedora del poder de sus murallas, no iba a dar su brazo a torcer.
Amr intentó realizar alguna maniobra de diversión que le permitiera expugnar la ciudad o al menos que contribuyera a la capitulación de la misma; intentando posicionar mejor sus tropas, mandó una fuerza para que conquistara la cercana ciudad de Fayoum.
Guerreros árabes, siglo VII
Pero desde las alturas de la fortificación, todo movimiento de tropas era detectado por los bizantinos, así que cuando vieron que una fuerza árabe se dirigía a la ciudad de Fayoum, estos mandaron fuerzas para que vigilaran estrechamente los accesos a la ciudad.
También reforzaron la guarnición cercana de Lahun en previsión de un ataque a dicha ciudad. Los musulmanes ante estos preparativos, desistieron del ataque así que decidieron desabastecer a las fuerzas bizantinas para que pudiesen intentar obtener alimentos del exterior.
Para ello efectuaron una incursión exitosa en la zona Occidental del desierto de Sahara, tomando todo el ganado que pudieron. También tuvieron consiguieron tomar la pequeña ciudad de Oxirrinco; tras estos éxitos los musulmanes decidieron establecer sus posiciones un poco más al norte en previsión de posibles movimientos.
Amr era consciente de que sus fuerzas, a pesar de haber recibido un refuerzo poco tiempo antes de 4.000 hombres, no eran suficientes para seguir con la campaña, por lo que en el mes de julio tomó una decisión.
Escribió a su superior el califa Amir al-Mu'minin y hacerle saber que necesitaba refuerzos para poder reanudar la conquista de Egipto con serias garantías. Cuando llegaron dichos refuerzos, las fuerzas de Amr se elevaron por entonces a 12.000 hombres.
Amr decidió la toma de la ciudad de Heliópolis como siguiente objetivo en el mes de julio, esta ciudad estaba establecida a unos 15 km. de la fortificación de Babilonia, y se temía que lo bizantinos realizaran algún ataque de flanco contra las fuerzas sitiadoras musulmanas.
Amr llevó todos los hombres disponibles, parece que llegó a reunir unos 15.000 hombres, con los que se enfrentó con el general bizantino Teodoro, este al cargo de las fuerzas bizantinas en Egipto y que comandaba unos 20.000 soldados.
Amr planeó inteligentemente la batalla a las afueras de Heliópolis; ambos ejércitos se dirigieron hasta tomar posiciones frente a frente, pero Amr llevó una fuerza de su ejército a unas colinas cercanas donde se ocultaron, mientras que otra se dirigió al sur, zona donde una posible retirada de los bizantinos podía producirse si el encuentro era desfavorable.
Con el resto de las tropas, Amr encaró frente al enemigo; cuando la batalla estaba en todo su apogeo, Amr envió aviso de que las tropas ocultas tras las calinas cayeran sobre la retaguardia bizantina, misión que cumplieron con éxito. Este hecho sembró la confusión en las fuerzas bizantinas, eran ahora atacados de frente y por la retaguardia.
Estatua de Menfis
La cohesión de la fuerza bizantina se rompió y los soldados se replegaron hacia el sur, lugar donde la tercera fuerza musulmana les estaba esperando.
Este ataque hizo que los bizantinos huyeran en mil direcciones, sin posibilidad de ser reagrupados por Teodoro, el cual solo conservó bajo sus órdenes a una pequeña fuerza del todo su ejército, el resto fueron muertos, heridos o prisioneros.
Con esto quedaba eliminado de Egipto, la única fuerza militar bizantina que podía oponerse a los musulmanes.
Tras esto la población nativa de Egipto, la cual profesaba la religión monofisita (al contrario de la población civil y militar de origen bizantino, que tenía por bandera la ortodoxa) y había sido represaliada por ello, adoptó una resistencia pasiva ante los bizantinos, no otorgándoles ningún tipo de apoyo moral y recibiendo a los tolerantes musulmanes con muestras de alegría.
Este fue un gran factor a tener en cuenta, ya que hasta ahora, el recibimiento de los musulmanes había sido bastante hostil. También tras este acto la resistencia bizantina mermó a ojos vistas; Amr se dirigió a Fayoum y la vecina Abuit, las cuales cayeron sin resistencia.
El siguiente objetivo fue la toma de la fortaleza de Babilonia, las fuerzas sitiadoras idearon una estrategia para tomar el fuerte, la cual fracasó, pero dejó a las fuerzas sitiadas con serias bajas. Los bizantinos realizaron negociaciones con los sitiadores, pero tales acciones diplomáticas no condujeron a ningún resultado fructífero.
Finalmente los musulmanes, realizaron la noche del 21 de diciembre una incursión con tropas escogidas; aprovechando que era una noche cerrada, escalaron los muros, eliminaron a los centinelas y descolgándose de las murallas, entraron y abrieron las puertas para que las fuerzas que estaban apostadas fuera entraran en la fortificación.
La operación fue un éxito, Teodoro, que tras el desastre de Heliópolis se había refugiado en la fortificación, tuvo tiempo de huir, refugiándose en la vecina isla de Rauda. Con estos actos, la región sur de la Tebaida, fue prontamente tomada por los musulmanes con escasa resistencia.
Ahora, tras asegurar el sur de Egipto, tocaba la toma de la principal ciudad de Egipto en el norte, ¡Alejandría!. Los sucesos se desarrollaron sin grandes sorpresas, la ciudad poseía un buen puerto por el que podía ser abastecida, amén de poseeré unas murallas que les eran imposibles penetrar a los atacantes.
No eran numerosas las fuerzas destacadas en la ciudad, pero si las suficientes para mantener una defensa segura.
Emperados Heraclio, debajo del estandarte
Los musulmanes sitiaron la ciudad, tras ser imposible asaltarla; el sitio se prolongó a lo largo de un año y dos meses, tras los cuales las autoridades de la ciudad, aunque se podía haber resistido mucho tiempo más, se convencieron de que no recibirían ayuda alguna, por lo que la rendición era cuestión de tiempo.
El 8 de noviembre del 641, la ciudad capitulo ante los árabes musulmanes. Este hecho conmocionó al imperio bizantino; se perdía la fuerte del grano de trigo egipcio, que aunque no era tan voluminosa como en la época romana, todavía era importante para el imperio; también se perdía los impuestos que tan afamado puerto engrosaba las arcas imperiales, ¡tan necesitadas en estos tiempos aciagos para el imperio!.
Los bizantinos no se resignaron a los hechos consumados y tomaron medidas posteriores para intentar retomar el Egipto bizantino, uno de ellos tuvo lugar en el año 645, cuando una gran flota apoyado por un importante ejército, desembarcaron en las vecindades del puerto de Alejandría.
Oficiales bizantinos de servicio en Egipto, siglo VI
Un tal Manuel estaba a cargo de las operaciones militares; el asalto fue sorpresivo y entraron en la ciudad con poca dificultad, posicionándose en los territorios circundantes en espera del contraataque musulmán. Este llegó de la mano del antiguo conquistador de Egipto, Amr.
Este con 15.000 hombres se acercó a la ciudad; los bizantinos, salieron de la ciudad, prestos a encarar a la fuerza oponente.
La fuerza bizantina fuerza derrotada, tras sufrir el asalto de los musulmanes, previo ablandamiento de los bizantinos por una lluvia de flechas por parte de sus arqueros. Tras este acto, los derrotados bizantinos se retiraron a Alejandría y evacuaron sus tropas.
En el año 654, se produjo el último intento bizantino en retomar la provincia de Egipto; con el apoyo de la flota, se intentó desembarcar un ejército, pero la operación (al contrario que la anterior) fracasó por completo, con este acto se daba ya por definitiva, la intentona de retomar Egipto, con lo que ya se podía dar por finalizada la existencia del Egipto bizantino, y empezar la nueva era de un Egipto bajo la égida musulmana.
Autor: eljoines
Bibliografia
-Wikipedia.
-web tagmata.
- web imperibizantino.
-http://interclassica.um.es/index.php/interclassica/investigacion/hemeroteca/e/erytheia/numero_20_1999/las_prisiones_en_el_egipto_bizantino_segun_los_papiros_griegos_y_coptos.
- http://www.canalsocial.net/ger/ficha_GER.asp?id=7934&cat=historia.
- “Los egipcios” Isaac Asimov.
- eljoines's blog
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