Al mirar la actualidad social en estos momentos del siglo XXI es inevitable sentir la gran presión que el movimiento feminista ha ejercido en los últimos años, parece casualidad que justo en estos años se han multiplicado las noticias sobre violaciones, agresiones en grupo y cambios de leyes favorecedoras hacia las mujeres, cambio de roles en el ámbito familiar y social, agresiones de hombres hacia sus parejas y un largo etcétera que nos rodea casi bombardeándonos a diario. Este movimiento neofeminista influye en el cine y los medios de comunicación ha hecho que ahora se vea normal la mujer que golpea, dispara y que hace movimientos por efectos especiales que no están al alcance de ningún hombre, antes el heroe era el hombre, sin embargo hoy lo es la mujer. Todo a cambiado, y no está mal por el hecho de ser así sino por el mensaje subliminal que contiene.

En los medios de comunicación se ridiculiza al hombre, se discrimina al hombre por el hecho de tener esa condición y mas si es heterosexual, incluso el neofeminismo comienza incluso a ampliar su radio de acción hacia las mismas mujeres heterosexuales.
Manifestación feminista en Madrid 2018 se puede observar en la pancarta las siglas SCUM
Todo esto se hace hasta la extenuación, dejando en el subconsciente de todos que lo que nos habían contado que es lo correcto como modelo de familia ya no lo es. Resulta que ahora el sexo no determina nada, que el gusto personal sexual de lo que se consideraba normal es motivo de discriminación, hoy la heterosexualidad no es moda y ser heterosexual casi nos coloca la etiqueta de en el hombre “bruto, violento” y en la mujer “sumisa rebajada.”
Se siguen como tantras frases como “el heteropatriarcado nos oprime” “los hombres tienen privilegios frente a las mujeres,” “los hombres nos agreden constantemente,” “la mujer sufre una violencia sistémica.”