Cuando se prohibieron los duelos?

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Cabrit_i_Bassa
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Desde: 25 Nov 2010

Hola

Hojeando la prensa antigua de principios del XX se ven bastantes noticias sobre duelos o lances de honor como decían en la época. Entre periodistas, politicos, etc. Me ha llamado mucho la atención que los duelos se siguiesen practicando a principios del XX. Por eso quisiera saber cuando se prohibieron los duelos en España o mejor dicho cuando dejaron de hacerse? Supongo que una cosa es que estuviesen prohibidos y otras que no se hicieran. Gracias

yiatrou
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Desde: 16 Nov 2013

Efectivamente, aunque no dispongo de las fechas exactas, tengo constancia de que los duelos han sido prohibidos varias veces a lo largo de la historia, lo cual no deja de ser significativo de lo arraigado de tal práctica y la dificultad de su erradicación.

 

El duelo, ese enfrentamiento que busca el restablecimiento del honor perdido a través de las armas en lucha individual entre ofensor y ofendido, puede considerarse ya en el s. XIX una reminiscencia del Antiguo Régimen, cuando la mentalidad sobre el honor y la organización social en estamentos propiciaban la ejecución personal de la justicia. En la Edad Contemporánea vamos viendo como va ganando enteros el triunfo de la legislación, efectiva a través de diversos tribunales, que van dejando para el recuerdo la idea de una monarquía absoluta con todos los poderes, incluido el de hacer justicia. Sin embargo, y por un proceso de emulación, va a ser la burguesía la que acoja esta práctica con mayor interés en esta nueva época histórica, esgrimiéndola generalmente en cuestiones vanas sobre el honor. Aparte de dicha burguesía, la tradicional aristocracia y los militares, van a continuar con su práctica respaldados por sus severos códigos de conducta y cierto carácter de guardianes de la tradición. Observamos aquí un ejemplo de la dificultad de variación de las estructuras mentales, manteniendo una práctica prohibida tanto legalmente como socialmente.

 

Poco a poco las costumbres van cambiando gracias a que se comprueba la eficacia del derecho a a la hora de defender el buen nombre así como al progresivo abandono del ideal caballeresco, pero fundamentalmente debido a la inutilidad de dicha práctica. La Iglesia y la opinión pública se oponen tajantemente a dicha práctica y como materialización de dicha oposición surgen durante el s. XIX las ligas anti-duelo por toda Europa, tratando de influir en su desaparición. El proceso va a ser diferente según el país europeo que se trate, pero por lo general, a finales de siglo y comienzos del XX, asistimos a una disminución de los mismos, sino tanto en número, si a nivel cualitativo. Esto es así porque va calando la idea de práctica innecesaria, mantenida más por costumbre que por interés real de batirse en duelo; así donde aparecía una persona necesitada de "reparación", aparecía también el apego a la vida. Se pretendía restablecer el honor pero sin estar dispuesto a sufrir un daño irreparable por ello, convirtiéndose en muchos casos dicha práctica en una pantomima donde el menor rasguño ya justificaba el fin del duelo. Ejemplo de esto lo vemos, a pesar de la intención del redactor y el tono irónico, en un interesantísimo artículo de La Vanguardia de principios del XX:

 

(...) Está tan acostumbrada al espectáculo de los duelos inofensivos, puramente decorativos, que terminan con un par de balas "cambiadas sin resultado" ó con un ligero rasguño en la falange de alguno de los dedos, que un desafío o que concluye con el último suspiro de un hombre, la deja estupefacta: lo lógico le parece soberanamente ilógico.

Un aficionado a estadísticas calculaba que de los 1.300 desafíos que, por término medio se llevan a cabo, anualmente, en Europa, no resultan más que un muerto... y medio. Y de ello deducía, no sin fundamento, que el batirse en desafío no ofrece más riesgo que muchos otros sports corrientemente practicados. Lo cierto es que la ley del honor, antaño tan peligrosa y sanguinaria, lo es ogaño muy poco: por regla general, los duelistas se vuelven a sus domicilios y a sus quehaceres respectivos sin avería alguna; o bien es esta tan pequeña que con un apósito sale el averiado del paso; si el honor queda satisfecho, el cuerpo no suele quedar tampoco agraviado. [L.V., 8.914, 20-XI-1903]

 

Cuando se dejaron de realizar efectivamente... en las primeras décadas del s. XX, pero no puedo dar un dato más concreto.

Tisner
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Desde: 11 Abr 2010

Buena exposición Yiatrou.


Añadir que había la variante de "duelo a primera sangre" es decir que con un corte o pequeña herida ya era suficiente para demostrar el valor en el duelo.

También que los duelos siempre eran entre iguales, es decir, un noble no consentía batirse con un villano.

Lo interesante es que tras el duelo todo quedaba zanjado. Los dos opositores habían demostrado su valor defendiendo sus posturas y la supuesta ofensa quedaba olvidada. En realidad era una postura más externa que interna. Habíamos demostrado ante los demas que nuestro honor estaba por encima de nuestra vida, en resumen: cuestión de principios. La legalidad o justicia no eran tan importantes.

Yo mismo intenté batirme a primera sangre con Yusuf, pero el exigía un duelo sin condiciones y tuve que retirarme discretamente... Al final nos batimos con argumentos de diferentes temas que salvó sin duda mi valiosa vida.  ;(

Un saludo

 


"Sé feliz: nada tengas pero poséelo todo, porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene"

yiatrou
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Desde: 16 Nov 2013

Gracias Tisner por las apreciaciones y puntualizaciones. Esperemos que la sangre no llegue nunca al río, sin duda la mejor batalla es la dialéctica con buenos argumentos como armas.

 

Por cierto, olvidé comentar entre aquellos que participan de los duelos a los propios periodistas; que en muchas ocasiones no veían suficiente la batalla dialéctica sino que recurrían al insulto o no, hiriendo susceptibilidades de compañeros rivales, provocando una reacción de orgullo maltrecho que justificaría un enfrentamiento a muerte, o a primera sangre según el momento y las circunstancias de cada caso.

 

Un saludo.

Flavius Stilicho
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ColaboradorRedactor MHMSocio MH
Desde: 23 Ene 2011

Es un tema muy interesante. La cuestión no es sólo prohibir los duelos que como bien se ha dicho se han prohibido muchas veces, sino el castigo. Por lo que he visto durante bastante tiempo uno podía confiar en escapar del delito debido a la complacencia de sociedad que se trasladaba a los juzgados. A veces un duelo mortal era calificado de "muerte accidental" o la pena impuesta era mucho más reducida que la de un homicidio. 

 

Viatrou menciona el caso de los periodistas. En este ámbito de periodistas/escritores he encontrado un curioso duelo de 1906, protagonizado por el escritor pro-republicano Juan Pedro Barcelona y el pro-monárquico Benigno Varela:

En las primeras horas de la noche corrieron rumores de haberse verificado un encuentro en la arboleda de Macanaz, entre dos señores muy conocidos por la frecuencia con que aparecen escritos suyos en algunos periódicos. Los rumores acusaban extraordinaria gravedad. Uno de los contrincantes había sido herido de un balazo y su estado era en extremo alarmante. Como es natural, el suceso despertó curiosidad vivísima.
¿Qué había ocurrido?
A las cuatro de la tarde dirigíanse dos coches hacia la arboleda situada en el otro lado del Ebro. Supusieron muchos que aquellos señores iban a merendar en una finca que se encuentra cerca del lugar citado. Pero los que ocupaban ambos coches echaron pie a tierra bajo los árboles frondosos y, después de medir el terreno, preparar las armas convenientemente y dar lectura a un acta, se colocó en guardia a los contrincantes.
No cabía duda; iba a verificarse un duelo. De la lectura del acta se desprendía que el duelo era a pistola y a veinte pasos, cruzándose tres disparos.
Los contendientes fueron colocados a la distancia convenida y de espaldas, con la orden de girar a la voz de mando y hacer los primeros disparos simultáneamente. Todo dispuesto, se oyó un grito, una palmada y una detonación. Cayó herido uno de los contendientes y los testigos se precipitaron en su auxilio. Tenía un balazo con orificio de entrada en la espalda, en la región escapular derecha.
Dícese que un guarda de la arboleda acudió al oir la detonación, sorprendiendo a los duelistas. Se prestaron al herido los primeros cuidados, trasladándosele luego a su domicilio.
El hecho de tener el balazo en la espalda parece que promovió alguna controversia entre los padrinos de una y otra parte. Hemos oído que esta cuestión será puesta en claro cuando se reúnan suficientes elementos de juicio y se pueda puntualizar lo que realmente ocurrió en el instante del encuentro.
Tal ha sido el duelo, según lo cuenta el rumor público. Nosotros no podemos garantizar la exactitud del relato por lo difícil que resulta en estos casos la información directa.
Como sucede en la mayor parte de estos litigios donde se ventilan cuestiones de honor, el origen es de escasa importancia.
Parece que, en tono familiar y en el terreno de la confianza, el que hoy está herido gravemente comentó en tonos festivos la intervención de su contrario en un lance de honor que no llegó a verificarse.
Los comentarios fueron hechos ante la presencia del mismo ofendido, quien al pronto no se molestó, pero luego hubo de pedir explicaciones al que hasta entonces había sido su íntimo amigo. Mediaron otras personas para zanjar el conflicto satisfactoriamente, pero no pudo llegarse a un arreglo.
Planteada y resuelta una cuestión previa, no hubo más remedio que conducir a los enemigos al terreno de los caballeros. El desenlace ya lo han visto nuestros lectores.
Sin duda, algunas de las personas que por casualidad presenciaron el lance, dieron parte al juez de lo ocurrido y desde ese momento se hicieron públicos muchos detalles del duelo y los nombres de los protagonistas…
A las doce de la noche se presentó el juez de San Pablo, Sr. Cruces, en el domicilio del conocido propagandista federal D. Juan Pedro Barcelona. Este se encontraba en la cama y era el que había resultado herido de un balazo, en el duelo que nosotros hemos referido. La declaración del Sr. Barcelona fue breve. Su estado no consentía un amplio interrogatorio. Sin embargo, sus manifestaciones debieron ser interesantes.
En cuanto el juez terminó su misión dio órdenes de que fuera detenido inmediatamente D. Benigno Varela. Era el otro protagonista del lance.
Después de prestar declaración, se procedió al reconocimiento del Sr. Barcelona, por indicaciones del mismo juez.
No pudo verificarse el sondeo de la herida, que está situada entre la sexta y la séptima costilla y que interesa el pulmón. Su aspecto es alarmante. Los médicos, señores Olivar y Ariño, calificaron de grave la lesión y expuesta a sufrir complicaciones de trascendencia. Mañana se aplicarán los rayos X al Sr. Barcelona, para determinar el sitio exacto donde se encuentra la bala.
El domicilio del herido se vio anoche concurridísimo por buen número de amigos y correligionarios que acudieron a enterarse con mucho interés de la situación de la víctima del duelo.
Como decimos, fue detenido el Sr. Varela por las órdenes que dictó el Sr. Cruces, la policía está ignorante de todo lo ocurrido.
A la hora en que escribimos estas líneas se halla el juez tomando declaración al señor Varela en las oficinas de vigilancia.
El Sr. Varela se paseaba tranquilo por las calles momentos antes de ser detenido. Aparentaba no saber ni una palabra de lo que había ocurrido. Por las circunstancias especiales que han rodeado al hecho, este hará mucho ruido y dará origen a numerosos comentarios. Se aguardan aclaraciones oportunas que hagan luz sobre el asunto y acallen los rumores que a última hora se ejecutan.

Heraldo de Aragón, 9 de Octubre de 1906 (http://blogs.heraldo.es/tinta/?p=600)

 

Juan Pedro Barcelona murió un par de semanas más tarde de sus heridas. Benigno Varela sólo pasó cerca de un año en prisión.

 


Tisner
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Desde: 11 Abr 2010

Muy interesante Flavius.

Pero hay cosas extrañas- ¿"Tres disparos cruzados" y le da en la espalda atravesándole un pulmón?.

¿Cantos disparos podían efectuar y qué tipo de pistola llevaban?

¿El Sr. Juan Pedro Barcelona le dió pánico y huyó por eso el disparo es por la espalda? El hecho de que los padrinos no se pusieran de acuerdo del resultado ya indica que hubo algo irregular.

Sería interesante ver el informe del juicio. Lo que está claro es que un año de prisión a unos les parecerá mucho y a otros poco. Al fin y al cabo los dos podían morir y se supone que eran conscientes del peligro.

Un saludo.


 


"Sé feliz: nada tengas pero poséelo todo, porque si hay buena voluntad, se acepta según lo que se tiene, no según lo que no se tiene"

Flavius Stilicho
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ColaboradorRedactor MHMSocio MH
Desde: 23 Ene 2011

Tisner ha escrito

Muy interesante Flavius.

Pero hay cosas extrañas- ¿"Tres disparos cruzados" y le da en la espalda atravesándole un pulmón?.

¿Cantos disparos podían efectuar y qué tipo de pistola llevaban?

¿El Sr. Juan Pedro Barcelona le dió pánico y huyó por eso el disparo es por la espalda? El hecho de que los padrinos no se pusieran de acuerdo del resultado ya indica que hubo algo irregular.

Sería interesante ver el informe del juicio. Lo que está claro es que un año de prisión a unos les parecerá mucho y a otros poco. Al fin y al cabo los dos podían morir y se supone que eran conscientes del peligro.

Un saludo.


 

Bien, es raro. Lo normal es que los dos se hubieran vuelto acompasados para encararse y hacer simultáneamente el primer disparo. Se supone que había una serie de voces preacordadas: algo así como alto, media vuelta y disparen. Se habla de que hubo un grito, una palmada y después la detonación; pero no sabemos si el grito y el palmada eran o no lo establecido o algo accidental. Puede que el problema es que el fallecido entendiera que todavía no tenía que darse el vuelta mientras que el otro entendiera que ya podía disparar.

Saludos.

 


yiatrou
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Desde: 16 Nov 2013

También es interesante el motivo de dichos enfrentamientos. Generalmente se asume que es como respuesta a un desaire por parte de otra persona, lo que ocasiona el enfrentamiento entre ambos. Pero también existen casos en que los duelos se realizan por ofensas vertidas hacia la mujer de alguien; en este caso era inimaginable que ella misma actuara en el duelo, no estaba en "su naturaleza", es el el marido el que debe restablecer su honor como corresponde a una sociedad patriarcal. 

 

 Lance pendiente. El Heraldo ha podido averiguar quienes eran los personajes que figuraron en el desagradable incidente ocurrido en el Prado entre una señora y un caballero hace pocos días y del que dábamos cuenta. EL citado colega dice en su número de anoche:  «La señora maltratada en el salón del Prado era la distinguida y simpática condesa de Casa Líllo; y el mascara el conocido sportman, Sr. Malquier. Se habla de un lance pendiente entre este y el esposo de la condesa. Es natural   [L.U.M., 20-II-1891]

 

Como vemos en este breve pero interesante artículo, la solución del duelo se verifica (la presunción de que se llevará a cabo) en gentes de elevada posición social, y entre el ofensor y el marido de la ofendida. Destaca el calificativo de "simpática" hacia la condesa, lo que predispone al lector a su favor, aún más después de contar que fue "maltratada", es decir, posiblemente ofendida de palabra en público; las amistades de los periodistas o los dueños de los periódicos sin duda influían a la hora de narrar los hechos, y no es extraño vinculaciones de estos con la alta alcurnia, cuando no pertenecía también ellos a la misma.

 

A su vez, el final condescendiente ante este rumor y la posibilidad de un duelo, muestra que a pesar de la oposición generalizada, es un asunto típico, que aunque lleve a efecto, se comprendería en este caso que los ofendidos tomaran la iniciativa.

 

También es curioso y destacable, hablando de los duelos entre iguales, y muchas veces entre amigos, aquellos a primera sangre, con intercambios de disparos, que ante el fallo de las intentonas establecidas, finaliza con el honor "restablecido" y ambos contendientes celebrándolo dándose un abrazo.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                 

Hartman
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Desde: 19 Oct 2010

Interesante

Yendo a Francia, los duelos fueron prohibidos ya por Richelieu.

En 1911 Paul Langevin se batío a duelo con Gustave Tery por la cobertura periodística de su affaire con Marie Curie (en total fueron 5 duelos, diez personas, las que se batieron por ese motivo).

Si Richelieu declaró muertos a los duelos en 1626 y tenemos cinco (fáciles de documentar, debe haber habido muchos más) en 1911, podemos afirmar con Sancho Panza:

"Señor, los muertos que vos matáis, gozan de buena salud"

 

Saludos

 


Todavía no he empezado a pelear

      200-cruz  200-cruz  foto

yiatrou
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Desde: 16 Nov 2013

En España, la primera prohibición de la que creo que hay constancia nos hace retroceder hasta los Reyes Católicos y una pragmática dada en Toledo en el año 1480: 

 

 «Una mala usanza se frecuenta agora en nuestros Reinos, que cuando al-

gún caballero u otra persona menor tiene queja de otro, luego le envía una
carta que se llama cartel, sobre la queja que del tiene; y de ésta y de la res-
puesta del otro viene a concluir que se salgan a matar en lugar cierto,
cada uno con su padrino o padrinos, o sin ellos, según que los tratantes lo
conciertan; y porque esto es cosa reprobada y digna de punición, ordena-
mos y mandamos que, de aquí adelante, persona alguna, de cualquier es-
tado y condición que sea, no sea osado de facer o enviar los tales carteles a
otro alguno, ni lo envíe a decir por palabra, y cualquier que lo contrario hi-
ciere,, siquiersean dos o muchos, cayan e incurran en pena de aleve, y ha-
yan perdido y pierdan todos sus bienes para la nuestra cámara, aunque el
trance o pelea no venga en efecto, y si de ello siguiera muerte o herida y el
requestador quedare vivo de la requesta o trance, muera por ello; y si el
requestador quedase vivo de la requesta, sea desterrado del Reino perpe-
tuamente. Y porque en tales delitos tienengran culpa y cargo los tratantes
que los llevan y traen los mensajes o carteles de esto, y los padrinos que
usan con ellos, mandamos que ninguno sea osado en ser esto tratante ni líe-
var ni traer carteles ni mensajes, ni sean padrinos de tal lance o pelea, so
pena que, por el mismo fecho, caya o incurra cada uno de ellos en pena de
aleve, y pierda todos sus bienes»
 
Con Carlos V la cosa cambió y no estaban perseguidos, había quién decía que estaban patrocinados por las leyes, es más, el rey Carlos V llegó a retar al rey francés Franciso I. 
 
Continuaron las prohibiciones con la pragmática de Felipe V dada el 16 de enero de 1716 y posteriormente con el Código Penal de 1870, si bien la aplicación de las penas no brilló por su ejemplaridad y de ahí que permaneciese dicha práctica tal y como he comentado en respuestas anteriores.
 
Un saludo.
Flavius Stilicho
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Desde: 23 Ene 2011

En el siguiente trabajo descargable en PDF: Cuestión de honor Los periodistas se baten en duelo se habla bastante de la cuestión, del surgimiento del movimiento anti-duelos a principios del siglo XX, y da como últimos duelos entre periodistas españoles tuvieron lugar en 1920:

En 1918, el propio Urgoiti estuvo a punto de batirse con Torcuato Lucade Tena.Lo hizo, sin embargo, con Miguel Moya hijo, en junio de 1920. Por otra parte,en el verano de este último año, el cruce de insultos entre el recién creado La Voz y ABC, llevó a batirse en duelo a los redactores José Luis Mayral y Alfonso Rodríguez Santa María; mientras el resto de los desafíos en los que se vieron envueltas ambas redacciones se solventaron con sus correspondientes actas reparadoras.

Supongo que en otros colectivos como militares, la desaparación de los duelos sería más o menos por las mismas fechas.

 

Además me resuelve la duda que compartía con Tisner acerca de la muerte de Juan Pedro Barcelona:

En el horizonte cercano, un desgraciádo suceso estaba a punto de incrementar las filas de los antiduelistas convencidos. Benigno Varela, director del semanario católico El Evangelio, y Juan Pedro Barcelona, que lo era del republicano Aragón, solventaron sus diferencias ideológicas en un duelo a pistola, el día 8 de octubre de 1906. Adelantándose a la señal que debía dar el juez de campo, Varela descargó sobre su adversario, causándole heridas que le llevaron a la muerte trece días más tarde

 

Saludos.