Si hay un adjetivo que pueda calificar la actitud de los soldados japoneses es “inescrutable”, palabra que significa que no se puede saber lo que piensa y ello califica de vergonzante la actitud de las tropas japonesas durante la II WW. Comenzaremos por su traicionero ataque a Pearl Harbor (aunque con controversia para algunos); su sumisión a la divinidad del emperador; su desprecio a su propia vida en sus pilotos suicidas; el aberrante, inhumano y despreciable trato a los prisioneros de guerra aliados y para acabar los innombrables crímenes contra la población civil y militar de la China. Que para nuestra mentalidad, no oriental, son difíciles de entender estos crímenes contra mujeres y niños chinos, sobre todo en la masacre de Nankin, en 1.937.