Resulta sorprendente la cantidad de información que se puede llegar a extraer de un simple puñado de higos. Para empezar, por su tamaño y color, se puede saber la fecha en que se recogieron. Si son grandes y morados, como es el caso, se trata de brevas, y se recolectan en junio, la época más propicia para navegar por el Mediterráneo. Por otro lado, el hecho de que a Marco Porcio Catón se le cayeran del regazo al incorporarse revela que, poco antes de ese descuido, se encontraba saboreándolos mientras escuchaba a uno de sus colegas, justo antes de ser él llamado al estrado, lo cual significa que intervino en segundo lugar.