Cien años después del episodio de la mal llamada “Armada Invencible”, los vientos “protestantes” iban a soplar de nuevo sobre otra armada invasora pero esta vez para permitir el desembarco en Inglaterra del príncipe Guillermo de Orange. Una de las operaciones militares más arriesgadas y mejor planificadas de la época iba a desembocar en lo que pasaría a la Historia como la "Revolución Gloriosa".