Jerusalén es una ciudad, pero además es un lugar sagrado para las tres grandes religiones monoteístas del mundo y por ello esta ciudad ha estado presente en los más grandes conflictos en los siglos anteriores y que provoca o provocará otros muchos en los siglos venideros. Para los judíos es el lugar donde Abraham ofreció a su hijo Isaac en sacrificio, en el monte Moria donde se levantó el Templo de Salomón, que custodiaba el Arca de la Alianza y luego también se encuentra el gran Templo de Herodes el Grande. Para los cristianos es el lugar donde se produjo la crucifixión de Jesucristo, después resucitado y para los musulmanes el lugar desde donde Mahoma subió al cielo.