El objeto del presente artículo es exponer los argumentos históricos que convienen en suponer que la Damasco a la que se hace referencia en los evangelios canónicos en el episodio de la conversión de Pablo, no es la ciudad siria, sino el lugar en el desierto de Judea donde la Comunidad de los Hijos de Zadok se exilio por discrepancias teológicas con el sacerdocio oficial de Jerusalén.