La irrupción del Islam y la expansión árabe fue un acontecimiento tan revolucionario y sorprendente, que transformaría de manera profunda a las civilizaciones situadas en torno al Mediterráneo y en el Cercano Oriente durante el siglo VII y la primera mitad del VIII.
"Estas gentes del Magreb no tienen comienzo y nadie sabe donde acaban; si una de ellas es destruida, muchas otras la reemplazan; ni siquiera las ovejas que pastorean son tan numerosas como ellas mismas”.
(Carta del gobernador de Ifriqiya Hassan ibn al-Nu’man dirigida al Califa de Damasco en torno al año 700).