A finales del siglo XVIII, una serie de circunstancias iban a desembocar en que España tratase por fin de colonizar toda la costa norteamericana del Pacífico. Este proceso llevaría a la fundación de un pequeño asentamiento en Nootka (Canadá), lo que desataría una crisis diplomática de gran magnitud que estaría a punto de llevar a España, Inglaterra, Francia e incluso a Rusia a la guerra.