Un capítulo de bastante peso en la actividad económica de la época omeya fue el de la extracción de los recursos naturales, ya se tratara de bosques, salinas o minas. Muy importante fue la extracción de sal, destinada tanto a los usos domésticos como a la salazón de determinados alimentos, entre ellos básicamente las carnes y los pescados. La sal procedía en primera instancia de las zonas marítimas, ya fuera la costa mediterránea, desde Alicante hasta Cádiz. Pero también era importante la sal gema, que se extraía, entre otros lugares, de las proximidades de Zaragoza y Tarragona.