El Reich Africano

La famosa batalla de Dunkerque, en 1940, al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, no tuvo el desenlace que conocemos. Hitler no ordenó a sus tanques que frenaran a las puertas de la ciudad y no escaparon centenares de miles de soldados ingleses, franceses y belgas. En realidad, fueron aplastados y hechos prisioneros; sólo pudieron escapar poco más de cinco mil.
Y aquello decidió el curso de una guerra a la que ya no le cuadraría el adjetivo de “mundial”. Churchill se vio obligado a dimitir como primer ministro, y no pronunció su famoso discurso en el que vaticinaba a sus compatriotas «sangre, sudor y lágrimas». Fue sustituido por el menos enérgico lord Halifax y éste fi rmó la paz con Alemania unos meses después. Estados Unidos nunca entró en la guerra y Alemania, con las manos libres en el frente occidental, acabó aplastando a la Unión Soviética.
El sueño de Hitler se había cumplido, y el régimen nazi, hegemónico en una Europa punteada de bases alemanas, puso sus ojos en África. Alemania y Gran Bretaña acabarían repartiéndose el continente, dejando su pequeña parte a naciones aliadas o simpatizantes de Alemania, como España, Italia y Portugal, incluso a una rendida Francia. Y el África nazi no difi ere de los otros territorios en los que se ha impuesto la Alemania hitleriana. Los dos pilares del régimen son: burocracia y tortura.
Tal es la fascinante hipótesis de partida de El Reich Africano, una trepidante novela que elabora esa historia contrafactual para ponerla al servicio de un relato de acción que deja sin respiración al lector. La narración se inicia en 1952, con el encargo a un antiguo miembro de la Legión Francesa, Burton Cole, de una peligrosa misión: asesinar a un alto dirigente nazi en África. Cole,
retirado y ansioso por emprender una nueva vida con la mujer que ama, casada con otro hombre, se niega en principio a aceptar la misión. Hasta que conoce el nombre del dirigente nazi al que debe eliminar; se trata de Walter Hochburg, un personaje con el que tiene viejas cuentas pendientes personales que se irán desvelando a lo largo del relato.
Cole echa mano de un pequeño grupo de hombres para su misión, entre los que está un viejo camarada de la Legión, Patrick, un americano que fue comunista y no está de acuerdo con la política aislacionista de su país, que luchó en la Guerra Civil española, pero que está desencantado por los horrores que presenció en España, cometidos no sólo por las fascistas, sino también por los suyos. Para Cole y Patrick, ya entrados en años, ésta debe ser su última aventura (entre otras cosas, El Reich Africano tiene cierto aire de historia crepuscular), antes de retirarse con sus respectivas pequeñas familias: una amante en el caso del primero, y una hija, a la que apenas ha visto y para la que no ha sido en absoluto un buen padre, en el del segundo.
La misión de asesinar a Hochburg fracasa; es evidente que los nazis les estaban esperando y eso sólo puede deberse a que han sido traicionados. Cole, Patrick y el resto del grupo deben escapar a través de un territorio africano dominado por los nazis. La misión, entonces, se reconvierte y pasa a tener un único fi n, la propia supervivencia. Mientras se esfuerzan por escapar de incontables peligros, tratan de entender quién les ha traicionado.
En definitiva una lectura muy recomendable, siempre nos hemos preguntado que hubiera ocurrido de ganar Alemania la guerra, puede que con este libro novelado obtengamos la respuesta.
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¿Este que tal está? parece que lo regalais con el concurso. Porque es nuevo nuevo, ¿no?
El Reich africano es una novela altamente recomendable, y no sólo para los lectores aficionados a la temática de la Segunda Guerra Mundial. Personalmente, me sorprendió la alta calidad de la novela, pero sobretodo la trama y la manera en que el autor ha sabido mantener el ritmo y el misterio hasta el final.
La intriga novelesca y los enigmas que irán surgiendo a medida que avanza la novela conducirán al lector a tomar el papel de detective y a tratar de desenmascarar al hombre en las sombras tan interesado en que Burton no salga con vida de África.
Uno de sus puntos fuertes es la caracterización de los personajes. Apenas unas líneas bastan para creer que ya los conocemos y que estamos al tanto de sus virtudes y sus defectos: el protagonista, Burton, obsesionado con el cultivo del membrillo; la mujer a la que ama, Madeleine, casada con otro; Patrick, el segundón, un experimentado francotirador; Hochburg, el malvado, cuyas ideas llegan a poner la piel de gallina…
Escribir una novela como ésta es sin duda una apuesta arriesgada porque no trata de mostrarnos una puerta al pasado, sino de trasladarnos a un mundo alternativo. Elucubrar acerca de cómo sería el mundo si la Alemania nazi hubiera obtenido la victoria en la Segunda Guerra Mundial no es un ejercicio fácil, pero hay que reconocer que el autor se esfuerza y consigue dar una apariencia de verosimilitud a su relato.
El Reich Africano es una novela muy completa, sugestiva y amena. No os asustéis por sus 496 páginas, se os pasarán volando.
Saludos
La lei este invierno pasado, y la verdad es que no esta mal, es entretenida, no es un gran obra, pero cumple su cometido, entretener.
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