Los ávaros
Surgidos de las estepas asiáticas en el siglo VI, los ávaros al llegar a Europa constituirían el primer imperio nómada de verdadera entidad en suceder al antiguo imperio huno de Atila y serían la fuerza dominante en Europa Central hasta su destrucción por los carolingios.
Origen y migración de los ávaros “euroasiáticos”
Los ávaros eran una confederación nómada de Asia Central, de origen túrquico o turco-mongol. Trazar su origen es complicado ya que el termino ávaro era prestigioso en la zona y por tanto utilizado por diversas tribus según las circunstancias. El hecho es que la expansión de los görktürks (turcos azules) en Asia Central a costa de las antaño poderosas confederaciones de los rouran (juan-juan) y de los heftalitas (hunos blancos) provoca una migración de tribus asiáticas en varias direcciones.
Uno de esos grupos se desplaza hacia el Caúcaso, llegando en torno al 557 d. C., cuando proceden a enviar una embajada a Bizancio(i), presentándose a sí mismos como ávaros(ii). Se negocia un tratado de alianza con el emperador Justiniano, por el que a cambio de oro los ávaros lucharan contra varias tribus que amenazaban las fronteras del Imperio. En su marcha desde el Caúcaso hacia la cuenca baja del Danubio, van atacando y subyugando entre otros a los sabir, los bulgaros utigur y kutrigur, varias tribus hunas y los eslavos antes.
Mapa del Imperio Bizantino y sus vecinos en tiempos de Justiniano, que muestra a los ávaros en la orilla nororiental del Mar Negro.
Para el 562 ya han alcanzado el bajo Danubio y el kagan Bayán demanda tierras al sur del Danubio a Justiniano, el cual lógicamente se niega. En el 565 a la muerte de Justiniano su sucesor, Justino II, corta los subsidios. Los bizantinos son conscientes de que los göktürk se aproximan y que pueden ser utilizados contra los ávaros al igual que anteriormente los ávaros habían sido utilizados contra otras tribus. La desesperación de los ávaros va en aumento ya que se sienten acorralados, en el invierno de 565-566 intentan sin éxito forzar el cruce del Danubio.
Otra alternativa apetecible para los ávaros es instalarse en la llanura panónica (la gran llanura húngara) al otro lado de los montes Cárpatos en el territorio ocupado por los gépidos. Los Cárpatos resultaban una barrera fácilmente defendible por los gépidos, así que los primeros intentos ávaros (563 y 566) consistieron en tratar de rodearlos por el Norte a través de Alemania pero fueron rechazados por los francos del reino de Austrasia. La solución vino a través de una oferta de alianza de los lombardos para acabar juntos con los gépidos.
En el 567 mientras los gépidos hacían frente a una invasión lombarda por el oeste, el ejército ávaro de Bayán pudo atravesar las montañas para internarse en territorio gépido. Bayán aplastará al ejército del rey gépido Cunimundo que muere en combate(iii). A continuación se dirige hacia la capital gépida de Sirmio, pero se la encuentra ocupada por tropas bizantinas que han aprovechado la ocasión para recuperar una ciudad que venían reclamando desde hace tiempo; la caballería ávara poco puede hacer ya que no cuenta con material de asedio.
Tras saquear el territorio gépido se procede a ocuparlo y traer al grueso del pueblo ávaro que había quedado atrás. A su vez “animan” a sus antiguos aliados lombardos para que busquen fortuna en otro lado (la Italia bizantina) quedando como indiscutibles dueños de la llanura panónica que va a constituir el núcleo de su reino, que se va a extender desde los Alpes hasta algún punto al norte del Mar Negro. Sin embargo, en el extremo oriental del kaganato avaro se va a perder la soberanía sobre los sabir y los utigur a manos de los göktürk.
Jinete ávaro, armado con lanza y arco (por Z. Grbasic)
Sociedad ávara
Además de los ávaros propiamente dichos el kaganato se componía principalmente de bulgaros, eslavos y germanos (principalmente gépidos). Al principio los ávaros no se mezclaban con eslavos y germanos, salvo para obtener esposas. Las primeras generaciones ávaras mantienen la costumbre nómada de enterrar a la nobleza tribal con armas, caballo y los restos del banquete del funeral (quemados en una pira). Es de suponer que mantendrían una existencia semi-nómada, ligada a los pastos para sus enormes rebaños de caballos. Al final del kaganato, los principales asentamientos ávaros eran los rings (anillos): asentamientos rodeados de imponentes fortificaciones de tierra y empalizadas de madera que controlaban el acceso a los pastos hungaros. Eran al menos nueve y la capital era un ring situado entre el Danubio y el Tisza.
En estos rings los ávaros acumularon enormes riquezas fruto de los tributos de sus pueblos súbditos, extorsiones a sus vecinos, saqueos, servicio como mercenarios... No toda su riqueza se obtenía de forma violenta, también desarrollaron un papel de comerciantes, transportando mercancías entre el Imperio, los reinos francos y la Estepa Euroasiática; además de comerciar también trabajaban los metales, desarrollándose la orfebrería. Eslavos y germanos aportaron cierta estabilidad al kaganato dando lugar a la aparición de villas permanentes y la creación de una base agrícola. Parece que los avaros abusaron bastante de sus súbditos sobre todo de los eslavos que utilizaban como mano de obra prácticamente esclava y carne de cañón en las guerras; a veces parece como si los consideraran un rebaño más.
Para la administración tuvieron que recurrir a gente de fuera del kaganato ya que no consiguieron desarrollar una cultura avanzada, de hecho no han dejado textos escritos.
Piezas del tesoro de Nagy-Szent-Miklós, posiblemente corresponden al periodo ávaro. Fuentes: turkicworld.org y wikimedia.
Ejército ávaro
Los bizantinos afirman que inicialmente los ávaros eran en torno a 20.000 guerreros. Compartían características con otras fuerzas nómadas como que cada guerrero tuviera varios caballos (y por consiguiente mayor movilidad) y el uso intensivo del arco compuesto para atacar a distancia. Aunque en un principio predominaría la caballería ligera armada con arco, ya desde un principio tuvo una notable presencia la caballería pesada (acorazada) capaz de utilizar tanto la lanza como el arco.
Las lanzas colgaban del hombro mediante unas correas. El arco compuesto era de tipo huno, pero posiblemente una versión más pequeña y curvada. Además del arco y la lanza, también usaban espadas rectas. Los guerreros se cubrían con una armadura laminar o en su defecto una túnica pesada de fieltro de algún material resistente. Algunos caballos también llevaban protecciones de metal o fieltro, pero limitándose a algunas zonas como cabeza, cuello y cuartos traseros.
Los bizantinos tenían en alta estima a la caballería pesada ávara y copiaron de ella muchos elementos (túnicas anchas, silla con armazón de madera, algunas protecciones como la de los cuellos, el estilo de lanza...), además de usar las yurtas ávaras como modelo para sus tiendas de campaña. Es muy probable que los ávaros introdujeran el estribo en Occidente y lo copiaran los bizantinos.
Tras la formación del kaganato se utilizan a eslavos y bulgaros para guardar el “limes” ávaro con el Imperio Bizantino. Concretamente, con los eslavos forman una fuerza de infantería barata y desechable, mientras que los bulgaros proporcionan una fuerza de caballería apta para incursiones y vigilar la frontera. Posteriormente los eslavos pasan a tener también una importante presencia en la frontera con los francos. Los eslavos del kaganato ávaro se convierten en verdaderos especialistas en el uso de los ríos para marchar de un punto a otro de Avaria. Estos reasentamientos forzosos de eslavos en las fronteras tendrían gran importancia en la futura creación de las actuales naciones eslavas.
Los ávaros como muchos nomadas gustaban de las emboscadas, la huida fingida y formar líneas extensas para tratar de rodear al enemigo por los flancos. En el Strategikon del emperador Mauricio se advierte que las alargadas líneas de batalla ávaras suelen esconder detrás unidades de diferente tamaño e incluso suele haber una reserva adicional que se puede enviar para tender emboscadas a los incautos. En el caso de contar con infantería eslava (o equivalente), ésta formaba normalmente en primer línea, quedando la caballería ávara detrás esperando el momento decisivo. Los ávaros eran menos reticentes que otros pueblos de origen nómada a luchar desmontados si la situación lo requería.
También eran capaces de llevar a cabo asedios. Usaban torres móviles de asedio y también disponían de trabucos de tracción(iv) sencillos de construir y fáciles de operar aunque en general no podían competir con la artillería de torsión bizantina.
Un noble ávaro junto a un jinete búlgaro desmontado y un infante eslavo (por Angus McBride)
El Kaganato
Como hemos visto antes, las relaciones con los bizantinos se habían deteriorado antes de llegar estos a la llanura panónica. Los ávaros aprovechan su nueva posición mejorada para lanzarse a saquear los Balcanes. A su ascenso al poder, el emperador Tiberio II (578) renueva los tributos y les convence para dirigir sus energías contra los eslavos esclavenos en la orilla occidental del Mar Negro, a los que saquean a conciencia. La paz no dura mucho, ya que Bayán no había renunciado a capturar la antigua capital gépida de Sirmio. Estalla la guerra y los ávaros tras un asedio de 2 años, toman la ciudad en el 582.
En el 584 Bayan exige al emperador Mauricio un incremento del subsidio(v), a lo que este se niega. Los ávaros toman Singidinum (Belgrado) e invaden Tracia y Grecia, mandando por delante a sus súbditos eslavos. Sin embargo cuando en el 591 termina la guerra bizantino-sasánida, los bizantinos hacen valer su poderío y su astucia. Por un lado parece que los ávaros son engañados con rumores de un posible ataque de los göktürk y se retiran a sus bases, dejando a los eslavos detrás para luchar contra los bizantinos. Mauricio consigue retomar Singidinum. En los siguientes años se suceden las incursiones ávaras y los ataques bizantinos a los eslavos. Bajo Mauricio se hacen grandes progresos(vi) pero exige demasiado de su ejército al que obliga a luchar también los inviernos en su intento de erradicar de los Balcanes hasta el último eslavo (que eran el elemento colonizador del kaganato ávaro y por tanto más peligrosos a largo plazo para el Imperio que unos saqueos puntuales), lo que unido a una delicada situación económica provoca un motín y su asesinato en el 602.
En el 615 tiene lugar el primer intento de ataque conjunto entre ávaros y sasánidas contra el Imperio Bizantino, poniéndolo en serios apuros. Heraclio consigue negociar una tregua con los ávaros que le da un respiro, pero de nuevo en el 626 los ávaros están aliados con los sasánidas y proceden a asediar Constantinopla. Las murallas de Constantinopla se muestran demasiado fuertes para los medios de asedio ávaros, a pesar de contar con 12 torres de asedio y numerosa artillería; y la flota bizantina impide la unión entre ávaros y sasánidas (que están en la otra orilla del Bósforo)(vii). El gran asedio de Constantinopla va a suponer el punto álgido del poder ávaro ya que dominan prácticamente los Balcanes, Tracia y buena parte de Grecia. El consiguiente fracaso va a conllevar una importante perdida de prestigio de la élite ávara entre sus pueblos súbditos.
Jinetes ávaro y búlgaro (por Angus McBride)
El kaganato entra en crisis y ve como se rebelan varios súbditos, que aprovechan los conflictos internos de los ávaros. Para cuando a partir del año 635 se recupera el orden, se han perdido varios territorios.
En el Noroeste (Bohemia) el franco Samo (supuestamente un comerciante) aglutina a los eslavos que utilizaba Avaria en su frontera con los francos (los wendos) y forma un reino eslavo independiente. El estado de Samo se colapsaría tras su muerte y los ávaros recuperarían buena parte de ese territorio. En cuanto a los eslavos de los Balcanes (serbios y croatas), también consiguen independizarse (incitados por los bizantinos) aunque eso no impedirá que a veces se sigan aliando con los ávaros.
Por su parte en el Este, los bulgaros se escinden uniéndose a otras tribus búlgaras (que también se han librado de los göktürk), dando lugar a la antigua “Gran Bulgaria” bajo el kan Kubrat, que cuenta también con el apoyo de los bizantinos siempre y cuando ataque a los ávaros. Asimismo bulgaros y jázaros se reparten el territorio ávaro en la estepa póntica. La presión de los jázaros (a partir del 670) llevaría a muchos bulgaros a emigrar a territorio ávaro.
Durante un siglo no tenemos noticias de los ávaros, así que es de suponer que se limitarían a sus asuntos internos y sus conflictos con sus vecinos civilizados no serían de gran entidad.
Mapa que muestra a los ávaros junto a unos bulgaros y eslavos ya independizados. Al oeste de los ávaros se encuentran los francos que irían ganando fuerza en estos siglos.
La caída del kaganato ávaro llegaría de manos de los francos. A partir del 787 los ávaros realizan incursiones contra los francos, probablemente instigados por el duque de Baviera (Tasilon III) que ve como su reino va a ser sometido por Carlomagno. Ante el 1er ataque de Carlomagno en el 791, el kagan ávaro optó por no presentar batalla al poderoso ejército franco, aplicando una política de tierra quemada que resultó todo un éxito: los francos sufrieron numerosas perdidas debido a su falta de preparación logística y se retiraron. Sin embargo la estrategia también tuvo un alto coste para los ávaros, ya que para ellos supuso también una carestía de alimentos y sobre todo de pastos para sus manadas de caballos; también es posible que la voluntaria destrucción ávara viniera seguida de un periodo de sequía. El caso es que los ávaros caen en el caos, las disputas y desertan varios grupos. En el 796 el duque de Friul hace una incursión consiguiendo un generoso botín, lo que unido al asesinato del kagan, anima al hijo de Carlomagno (Pipino) a invadir Avaria y saquear el ring de la capital haciéndose con el fabuloso tesoro que los ávaros habían acumulado desde los tiempos de Bayán.
Es el principio del fin, los ávaros se disuelven en varios grupos. Aún conseguirán oponer una encarnizada resistencia a francos por un lado y bulgaros por otro (que aprovechan la nueva situación) que se van a dividir gran parte de su territorio. Carlomagno tuvo que despachar varios ejércitos para “pacificarlos” hasta que finalmente los ávaros “ceden” después de ser masacrados en gran número. Los débiles restos del kaganato fueron atacados por los eslavos y lo ávaros se ven obligados a pedir refugio a Carlomagno , en la denominada Marca Ávara (en el 805), convirtiéndose al cristianismo y desapareciendo posteriormente de la Historia(viii).
Jinetes ávaros se enfrentan a la caballería carolingia a comienzos del siglo IX (por Angus McBride)
Autor: Flavius Stilicho.
Fuentes:
-
Edward N. Luttwark – The Grand Strategy of the Byzantine Empire.
-
VV.AA. - History of Transylvania, Vol.I: From the beginings to 1606.
-
Omeljan Pritsak – The Slavs and the Avars.
-
Web: turkicworld.org.
-
Web satrapa1: Carlomagno y la destrucción del Kanato de los Ávaros.
iEn estos momentos críticos son ayudados por los alanos del Caúcaso con los que entablan amistad.
iiLos turcos asegurarían más tarde a los bizantinos que el nombre era “robado” y que los ávaros eran una pandilla de esclavos fugitivos que debían ser aplastados como hormigas.
iiiLas fuentes lombardas se atribuyen la victoria pero los bizantinos que seguían los acontecimientos con bastante interés otorgan el crédito a los ávaros.
ivLa primera referencia en Europa al trabuco de tracción es precisamente su uso por parte de los ávaros en el asedio de Tesalónica (597), lo que plantea la cuestión de si fueron ellos los que lo trajeron desde Asia.
vDe 80.000 a 100.000 nomismata
viEn el 599-601 los ávaros son contundentemente derrotados por el ejército bizantino al mando de Priskos en varios enfrentamientos, matando a miles de ávaros y consiguiendo según los bizantinos 9000 prisioneros (3000 ávaros, 800 eslavos, 3200 gépidos y 2000 “bárbaros”).
viiEl punto álgido del asedio tuvo lugar cuando los ávaros envían a una horda de “prescindibles” eslavos en canoas a atacar la muralla marítima de Constantinopla, siendo estos barridos por la flota defensora.
viiiLa última noticia suya es en torno al 844.
- Flavius Stilicho's blog
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios
Gran trabajo flavius, los avaros formaron un impresionante imperio junto a los eslavos, aunque efimero, que como bien dices llegaron dominar hasta grecia!!! de hecho llegaron hasta el peloponeso! y establecieron unas colonias alli.
Pero creo que lo mas curioso son sus famosos rings:
Estaba formados por varios anillos que formaban terraplenes y tenia veinte pies de ancho y lo mismo de altura y entre estos terraplenes se ubicaban las aldeas.
Los otros anillos que le seguian al principal estaban a varias millas de distancia del primero y eran cada vez mas estrechos que el anterior.
Los turcos asegurarían más tarde a los bizantinos que el nombre era “robado” y que los ávaros eran una pandilla de esclavos fugitivos que debían ser aplastados como hormigas.
Je je vaya que curioso, me imagino a los turcos reclamando a los bizantinos sobre el nombre robado ja ja, se ve que no tenian muchas ideas de como llamarse porque para robarse un nombre!!
- Inicie sesión o regístrese para enviar comentarios
Gracias Wallace.
Lo del nombre es curioso, de hecho hay un historiador bizantino (Theophylaktos Simokatta) que es el que cuenta la queja de los göktürk y por eso llama a los ávaros pseudo-ávaros y dice que era una tribu diferente que había estado sometida a los ávaros originales. . Probablemente los ávaros originales se esparcieron en varias direcciones, quedando algunos bajo dominio de los turcos por lo que estos entenderían que los verdaderos ávaros eran los suyos y no los que habían huido.
Se ve que ya en esa época había broncas por el uso exclusivo de una "marca comercial".
Saludos.