La Legión Extranjera francesa en Mexico:1863-1866
En la expedición francesa que el país realizó sin otro motivo que una aventura imperialista que realizó en el país en México, la cual tras cinco años, se saldó con la evacuación del país ante la imposibilidad de dominar a tan indómito pueblo.
Francia, y en concreto su emperador Napoleón III, hombre de una gran ambición, vio la posibilidad de dominar México a través de un pretexto; ¡en efecto!, en el año 1861 México pasaba por unas serias dificultades financieras, el país necesitaba reconstruirse tras una guerra cruel ocurrida en los años 1857 y 1860.
El resultado de dicha guerra, fue el derrocamiento del gobierno conservador que ejercía el poder, el cual fue sustituido por otro de carácter liberal liderado por Benito Juárez; este veía las arcas del gobierno endeudadas, lo cual imposibilitaba el pago necesario para reconstruir el país.
México tenía con varias potencias europeas contraídas unas deudas muy elevadas, pero Benito a despecho de dicha situación, decidió que lo primera era la reconstrucción del país, luego ya atendería a las deudas externas del país.
Por lo tanto, decidió congelar por un periodo de dos años, todo pago de la deuda externa; esto no fue bien visto por las potencias europeas deudoras de México, a saber, España, Francia y el Reino Unido.
Los tres países llegaron a un acuerdo para coordinar sus acciones contra el país mexicano y forzarle a cancelar su deuda o al menos que siguiera realizando los pagos que estaba realizando.
Llegaron a un acuerdo para realizar una expedición militar a dicho país, desembarcando un pequeño cuerpo expedicionario compuesto por tropas de los tres países; en diciembre de 1861 tropas españolas y en enero de 1862 tropas francesas e inglesas desembarcaron cerca de Veracruz, con objeto de presionar al gobierno mexicano.
Benito decidió templar gaitas y que la sangre no llegara al río, ya que no podía haber nada más perjudicial para el país, que ahora estaba en proceso de recuperación, que una sangrienta guerra con tan temidos rivales.
Benito decidió negociar con las tres legaciones, con objeto de resolver el conflicto, para ello, un poblado llamado “La Soledad”, cerca de Veracruz, fue el sitio elegido para las negociaciones; pronto las negociaciones fructificaron y España y el Reino Unido llegaron a un acuerdo con México.
México ofreció como garantía del pago a españoles y británicos, emitir unos bonos de garantía, los cuales fueron aceptados por ambos gobiernos; tras dicho acuerdo, la expedición española encabezada por el general Juan Prim y la británica encabezada por Sir Charles Wike, decidieron ya una vez satisfechas sus reivindicaciones evacuar el país.
Napoleón III, emperador de Francia
Sin embargo, la delegación francesa encabezada por Dubois de Saligny se negó a evacuar México, ya que no aceptó las condiciones de pago de México; esto hizo entrar en sospechas a Benito Juárez, ya que no entendía la buena voluntad del país para realizar los pagos.
Los otros dos países habían aceptado, ¿Por qué no Francia?, posiblemente sospechó que el país tenía oculta la ambición de permanecer en el país, al fin y al cabo, 6.000 soldados franceses permanecían en el país y no tenían ningún deseo de abandonar México.
México intentó que otros países sudamericanos y los EEUU le apoyasen, pero no tuvo éxito; en abril de 1862 el mando militar de la expedición lo ostentaba el general conde Charles Ferdinand de Lorencez, el cual tenía una confianza ciega en sus posibilidades y un desprecio por la fuerza militar mexicano tremendamente exagerada.
De hecho creía que con sus 6.000 soldados daba ya por hecho conquistado el país; los franceses creían que con la toma la capital del país la guerra estaría concluida, así que marcharon a la capital llegando a ciudad de Puebla, cerca ya de la capital.
Pero los mexicanos, y en concreto su presidente, guarnecieron la ciudad, ya que era el punto natural por donde los franceses entrarían camino de la capital; la defensa fue tan enconada que los franceses se retiraron y pidieron refuerzos a la metrópoli, imposibilitados de tomar la capital (¡y no digo ya el país como creía Lorencez!) con tan escasas fuerzas y pertrechos, ya que las municiones se habían reducido drásticamente.
En 1863, con la llegada de numerosos refuerzos y otro general, Elie Frederick Forey, se decidió atacar nuevamente Puebla. Para ello ahora los franceses contaban con 18.000 soldados de infantería, 1.400 de caballería, 2.150 artilleros, 450 zapadores y un cuerpo auxiliar de 2.300 individuos, además de 2.000 combatientes mexicanos proporcionados por el general conservador Márquez. También disponían de 56 cañones y 2.4 millones de proyectiles.
Entre el cuerpo expedicionario francés se encontraban tropas de la legión extranjera, en concreto, estas se componían de tres batallones al mando de un veterano oficial llamado Jeanningros.
La legión era un cuerpo profesional de tropas de choques, las cuales por entonces disponían de un amplio currículum en cuanto a experiencia en combate.
La Legión se creó en 1831, ya que por aquel entonces, para la conquista en África de la región de Argelia, se requirió de la participación de un cuerpo profesional, esforzado y combativo capaz de hacer frente a las tribus aguerridas que habitaban la zona, las cuales estaban acostumbradas a combatir en un terreno propio, árido y donde la vida se podía calificar como muy dura.
Tropas francesas en México
Durante la conquista de Argelia duró durante los años 1831-47, años en que la Legión se curtió en los duros combates que se desarrollaron ante la tenacidad defensiva de los indígenas del país, los cuales se defendieron a cara de perro.
La Legión también participó en la guerra carlista que se desarrolló en los años treinta del siglo XIX en España, dicha unidad se envió al país para apoyar al gobierno español; posteriormente volvió a Argelia.
Por aquel entonces, al contrario que en la actualidad, la popularidad de que gozaba la Legión en Francia era deplorable, si bien la oficialidad era francesa, los cuadros inferiores de suboficiales y clase de tropa, lo ocupaban extranjeros de muy diversas nacionalidades.
La Legión era utilizada en los trabajos más sucios en los que se metía el ejército francés; denostados por el pueblo francés y hasta por las tropas regulares francesas, los reclutas de la Legión re retrajeron en si mismos, ¡solo se podía confiar entre los compañeros, en nadie más!.
Con ellos se reforzó el espíritu de corps o espíritu de cuerpo, “Legio Patria Nostra”, la Legión es nuestra patria, fue a partir de entonces el lema de la Legión; la unidad admitía en su seno a gente de muy diversa índole como aventureros, mercenarios, gente sin empleo, refugiados políticos, gente que escapaba por deudas o por los más diversos motivos.
Pero la Legión tenía en mente su dignidad, y por esta razón, y contra lo que se suele creer, no admitía en su cuerpo a pesar de que se tenía manga ancha en cuanto a la condición de sus reclutas, no admitía criminales ni se permitía a aquellos convictos por crímenes, alistarse en sus filas como una alternativa para cumplir con sus condenas de cárcel o prisión.
Hasta el momento de ser enviados a México, la Legión, como unidad de choque que era, siguió participando en las más diversas campañas en que se embarcó Francia; tras acabar la conquista de Argelia, (de hecho, allí estableció su sede) nuevos frentes de combate se crearon donde la Legión participó en ellos.
Durante la Guerra de Crimea regimientos de la Legión tomaron parte en las batallas de Alma y de Inkerman, así como en el sitio de Sebastopol. En 1859, durante la guerra entre Francia y el imperio austro-húngaro, los legionarios combatieron en las batallas de Magenta y Solferino.
Benito Juarez, presidente de México derrocado por los franceses
Así, hasta entonces, la Legión había probado ser igual a cualquier cuerpo de infantería en el mundo, pero aún debía probar que era el mejor de todos. La oportunidad pronto se presentaría en México.
En concretó las unidades de la Legión desembarcaron dos de sus batallones del cuarto regimiento de la legión en la ciudad de Veracruz el 31 de marzo de 1863 y el tercero lo hizo en los próximos días. A los legionarios franceses, para su decepción, se les asignaron tareas menores, como resguardar los convoyes en la sección oriental, donde abundaban enfermedades como la fiebre amarilla y el tifus.
A este respecto, el comandante en jefe del ejército francés, general Elie Frederic Forey, había señalado que prefería que fuesen extranjeros y no franceses quienes tuvieran la responsabilidad de defender el área más insalubre, es decir, la zona tropical entre Veracruz y Córdoba, donde reinaba la malaria.
Para los legionarios este desdén no era cosa nueva y lo asumieron con estoicismo y sin resentimiento, ya estaban acostumbrados al desdén con que se le trataba por el alto mandó francés, lo cual no gustaba en absoluto a tan curtidos combatientes.
El 15 de abril un convoy compuesto por 64 carretas que llevaban varios cañones destinados a demoler las defensas de Puebla, municiones, provisiones y cofres de oro para pagar a las tropas, partió desde Veracruz.
El coronel René Jeanningros, jefe de las tropas de la Legión estableció su cuartel general en el pueblo de Chiquihuite; allí decidió que la protección del convoy francés fuera ejercida por la tercera compañía del primer regimiento de la Legión.
La compañía estaba mandada por tres oficiales, el capitán Jean Danjou, el teniente Napoleón Villain y el teniente segundo Maudet, todos buenos hombres, con mucha experiencia en combate.
La tropa estaba compuesta por soldados no menos profesionales de muchas nacionalidades, como por ejemplo polacos, italianos, alemanes y españoles etc…; El 29 de abril, cuatro semanas después de su llegada a México, las tropas bajo Danjou se prepararon para ejecutar esta acción de rutina y se integraron al convoy para proteger la siguiente fase de su recorrido.
A medianoche la tercera compañía, provista de 60 cartuchos por hombre, partió de Chiquihuite en misión de avanzada, adelantándose al recorrido del convoy para comprobar que la ruta se hallaba despejada.
La marcha transcurrió sin ninguna novedad, con lo que el calificativo de marcha rutinaria tenía su validez, pero los mexicanos, enterados de la marcha del convoy francés, se encargaron de no aburrir a sus custodios.
Legionarios franceses luchando en el asedio de Camerone 1863
Los franceses pararon por la aldea del Camarón, una ranchería en ruinas, como muchas de por aquel entonces; para sorpresa de los franceses, caballería mexicana interceptó al convoy francés para apoderarse de todo su transporte en dinero y pertrechos.
La caballería mexicana atacó al convoy francés, pero los legionarios formaron un cuadro defensivo que detuvo las cargas de caballería enemiga; sin embargo Danjou sabía que una defensa en esa posición ante tropas muy superiores solo estaba condenada al desastre.
Por lo tanto optó retirar su unidad a la ranchería del Camarón; podían ser rodeados por los mexicanos, ya que la caballería era sumamente móvil, en la ranchería su ventaja quedará neutralizada a la par que podría realizas una defensa del perímetro relativamente no muy eficaz, pero mejor que la que podía realizar donde se encontraba.
La retirada no estuvo exenta de peligros, ya que estuvo hostilizada por la caballería enemiga todo el tiempo; sin embargo retirándose en pequeños grupos, los cuales realizaban certeras descargas defensivas cuando el enemigo se aproximaba, con siguieron salvar a una buena parte de la compañía.
Sin embargo la situación era apurada, se habían perdido las raciones y las mulas con las municiones; solo disponían de 60 cargas de munición por soldado y de los 62 hombres de la compañía, 16 se habían perdido en la retirada a la ranchería, con lo que solo contaban para hacer frente a los 800 mexicanos de la caballería enemiga, con 46 legionarios.
La posición defensiva no era muy sólida, Las paredes externas de la ruinosa ranchería tenían un perímetro de 50 metros de ancho y 50 de largo y una altura de tres metros; dos grandes puertas en la parte oeste y un forado en el este eran los puntos de acceso a la propiedad.
Danjou, oficial veterano en múltiples combates, decidió establecer una posición defensiva lo más sólida posible; ordenó levantar barricadas en los claros y desplegó a sus hombres en posición defensiva. Para mala suerte de los legionarios, los patios estaban expuestos al fuego de los mexicanos desde las alturas y Danjou no podía hacer nada para neutralizarlos.
Francoise Achille Bazaine, comandante en jefe de las tropas francesas en México
La caballería mexicana atacó con bravura, pero no fue menos valiente la defensa de los legionarios, los cuales con un nutrido fuego defensivo impidieron que el enemigo entrara dentro de sus posiciones; los mexicanos, dado la abrumadora superioridad con que contaban, decidieron dar la oportunidad de capitular a los legionarios y no sufrir así más bajas, ya que ellos tenían que atacar a pecho descubierto mientras los legionarios estaban parapetados en los muros de la ranchería.
Sin embargo, los mexicanos obtuvieron una rotunda negativa por parte de los legionarios, así que no hubo más remedio que seguir con el asedio; al mediodía de ese 29 de abril, se escuchó trompetas en la lejanía, los legionarios estaban exultantes de alegría, creyendo que llegaban tropas para liberarles del asedio mexicano.
Pero la desilusión pronto se dibujó en los rostros de los legionarios, ya que lo que acudían no eran tropas de socorro francesas, sino tropas de infantería mexicana para reforzar a los atacantes, en concreto tres batallones de infantería compuestos por 1.200 hombres.
Con casi 2.000 atacantes mexicanos contra unos 46 legionarios, la capitulación francesa, sin posible socorro cercano, era cuestión de tiempo; sin embargo, ante la adversidad los legionarios opusieron virtud y se encomendaron, espoleados por sus oficiales a una defensa tenaz e irresoluta de la posición francesa.
El fuego atacante era demoledor, y las cargas mexicanas más osadas con objeto de expugnar la posición enemiga; pero no menos heroica era la respuesta legionaria, la cual se realizaba en base a certeras descargas de fusilería ante la fuerza atacante, la cual estaba sufriendo numerosas bajas.
Sin embargo las bajas entre los legionarios se cobraron su precio entre las fuerzas defensivas; Danjou cayó bajo fuego enemigo y los mexicanos propusieron a los franceses capitular al morir el alma de la resistencia enemiga.
Sin embargo su sustituto, el teniente segundo Maudet aleccionó a su escasas fuerzas a resistir y en consecuencia, también rechazó la capitulación de los legionarios franceses; la lucha se reprodujo multiplicándose el heroísmo en ambos grupos, los mexicanos atacando y los legionarios defendiéndose.
El calor machacaba a las sedientas fuerzas legionarias, las cuales habían consumido lo que quedaba de agua hacía tiempo; para atormentarles aun más, los mexicanos prendieron fuego a los alrededores de la posición francesa, la cual se convirtió en un verdadero infierno.
Convoy francés cruzando México durante el conflicto
Los mexicanos intentaron penetrar dentro del recinto por puertas y ventanas, pero los legionarios con fuego de fusilería y con las bayonetas, impedía cualquier penetración del enemigo; sin embargo, tal despliegue de bravura defensiva francesa, aunque hizo cobrarse su precio entre las fuerzas atacantes mexicanas, hizo que la fuerza legionaria quedara reducida a 12 hombres a las cinco de la tarde.
La presión mexicana no aflojó y una hora después solo cinco legionarios quedaban en condición de combatir; con todo perdido los legionarios al mando de Maudet, en un alarde de heroísmo calaron bayonetas y se lanzaron contra el enemigo cuando ya, habían consumido los legionarios 3.000 cargas de fusil.
El oficial legionario resultó mal herido (muriendo posteriormente) al igual que otros dos hombres; los dos restante volvieron a su posición inicial; hombro con hombro contra una pared de la ranchería con las bayonetas caladas, hicieron frente al enemigo, el cual vacilaba disparar ante los héroes que tenían delante.
Finalmente el coronel Ángel Lucio Cambas de origen francés rogó a los dos supervivientes que rindieran sus armas, los cuales aceptaron solo si se atendía a los heridos legionarios y podían conservar sus armas, a lo cual respondió que “no podía hoy negarles nada”.
La defensa de Camarón o Camarone, como la llamaron los franceses, supuso un gran estímulo para la moral de lucha francesa; y para los legionarios, una propaganda y fama impagable más un refuerzo de su espíritu de lucha incuestionable.
En los anales de la historia de la Legión francesa, la defensa de Camerone quedó en sus anales como una de sus más prestigiosas gestas; el capítulo de bajas se saldó con 26 legionarios muertos, tres oficiales y 23 soldados; pero a su vez, las bajas mexicanas superaron los 300 hombres entre muertos y heridos.
La guerra siguió su curso, de Veracruz a Ciudad de Puebla había 240 Km. por donde las provisiones francesas circulaban; esta ruta de aprovisionamiento francesa fue continuamente hostigada por la guerrilla mexicana, lo cual obligó a los franceses a destinar numerosas tropas para la protección de los convoyes de suministros.
Aquí los legionarios siguieron con la labor de protección, sin embargo tras Camerone, la opinión pública francesa y el alto mando francés vio a los legionarios con otros ojos, lejos ya del desprecio anterior.
Al día siguiente de los hechos ocurridos, el coronel Jeanningros llegó al Camarón al frente de una columna de rescate, pero ya era tarde. Los mexicanos habían partido, dejando solo los cadáveres de los legionarios caídos en combate.
Junto a ellos permanecía un herido, que se presumió como muerto, con ocho balas en su cuerpo, quien narró el heroico episodio protagonizado por sus camaradas ante fuerzas muy superiores.
1- Cazador de a pie.
2- Soldado de infantería ligera.
3 Cabo de la Legión Extranjera
El 7 de junio los franceses entraron en ciudad de México, la capital francesa; en vista de que los ejércitos mexicanos fueron derrotados por los franceses, los mexicanos fraccionaron sus fuerzas iniciando una guerra de guerrillas mucho más agotadora que los combates entre ejércitos, lo cual se cobró su precio entre las fuerzas francesas.
La guerra continuó los siguientes años con una guerra que los franceses comprendieron que era imposible vencer; el fin de la guerra de Secesión americana, hizo que los americanos pudieran presionar con fuerza a los franceses, ya que con la guerra civil en la que estaban envueltos, no había podido desplegar sus fuerzas contra los franceses.
El fin de la guerra con el triunfo de las tropas de la Unión, hizo que el presidente americano Andrew Johnson enviara al mando del general Philip Sheridan, (bajo supervisión del presidente y general Ulises S. Grant) un ejército de 50.000 hombres al norte de México, el cual se apostó entre la frontera de los dos países.
El objetivo era presionar a Napoleón III para que retirara sus tropas de México, la maniobra tuvo su efecto deseado, el 31 de mayo de 1866 las tropas francesas iniciaron el repliegue del país; Maximiliano de Austria, puesto en el poder como títere del emperador francés, fue abandonado por los franceses a su suerte con las tropas mexicanas conservadoras que luchaban a su lado.
Sin embargo Benito Juárez coordinó la ofensiva de sus tropas para liberar el país de las fuerzas conservadoras mexicanas lideradas por Maximiliano, el cual fue derrotado y posteriormente capturado y fusilado, con lo que la aventura francesa en México podía darse por finalizada.
Mientras tanto, tras los sucesos de Camerone, la Legión siguió con su labor de protección de convoyes, pero también participaron en otros frentes de batalla.
Tras los sucesos de Camarón, las fuerzas de la Legión se trasladan a la región de Tierra caliente y se reorganizaron en cuatro batallones en 1864, mientras, refuerzos continuaron afluyendo para cubrir las bajas entre las filas de los legionarios.
Batalla de Puebla 1862, victoria francesa sobre los mexicanos
Desde diciembre 1864 hasta febrero 1865, las unidades de la Legión participaron en el sitio de Oaxaca.
El fin de la Legión en México estaba en su fase final, pero los legionarios todavía tuvieron tiempo de participar en otro hecho glorioso, el 3 de julio 1866, fuerzas del 4 º Batallón bajo el mando del capitán Frenet, unos 125 legionarios fueron rodeados en la hacienda de Encarnación.
Allí, los legionarios resistieron victoriosamente durante 48 horas, el ataque mexicano de un total de más de 600 soldados mexicanos.
Maximiliano de Austria, emperador de México
Sin embargo, la retirada de la Legión junto con las otras tropas regulares francesas se estaba iniciando; tenemos datos de algunos de sus movimientos, en ese mes de julio entró en la villa de Gaudalupe el 4º batallón de la Legión Extranjera bajo el mando del capitán Vigneaud, con él venían 40 jinetes auxiliares de mexicanos aliados de los franceses, todos salieron luego hacia el norte.
En agosto de 1866, los habitantes de Villa de Guadalupe presenciaron el paso de hasta cinco batallones de la Legión Extranjera, que habían desalojado las plazas del norte y se dirigían hacia San Luis Potosí en franca retirada.
Con esto se puede dar por finalizada la presencia de la Legión en México; en total durante la campaña de la Legión durante el periodo 1863-1866, las pérdidas totales en la expedición en México supusieron: 22 oficiales, 32 suboficiales y 414 soldados legionarios.
Aunque en un principio la Legión iba a tener una presencia testimonial en la campaña mexicana, la verdad es que las unidades de la Legión que participaron en la campaña se cubrieron de gloria en dicha campaña, obteniendo una fama justa y elevando su caché; a partir de entonces, su fama fue elevándose durante las siguientes campañas, llegando a la fama que ostenta actualmente.
Autor: eljoines
Bibliografía:
- eljoines's blog
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Un tiempo después de los sucesos de Camerone los franceses lograron recuperar la mano protésica de madera del capitán Danjou. Hoy en día es una reliquia que se conserva en la cripta del museo de la Legión en Aubagne, sede del 1er Regimiento. La pasean publicamente en el aniversario de Camerone, en el que la Legión celebra una fiesta conmemorativa.
Como bien dices "Camerone" supuso un hito fundamental en la historia de la Legión. Aquí puedes encontrar algún detalle más, incluída la historia de la mano: http://www.legiopatrianostra.com.ar/camerone.html.
Saludos y enhorabuena por tu trabajo.
"Así, hasta entonces, la Legión había probado ser igual a cualquier cuerpo de infantería en el mundo, pero aún debía probar que era el mejor de todos. La oportunidad pronto se presentaría en México"
Buena forma, de demostrar que eran los mejores, invadir un país que agoniza por interminables guerras civiles, atacar, cuando los demás miembros del pacto de las Soledad, se han retirado, luchar en contra de un presidente, que si no perfecto, a lo menos se sostiene apoyado en una constitución, luchar en contra de ese presidente, ganandose a las familias mas ricas del país...
VAYA QUE FORMA DE DEMOSTRAR, SER EL CUERPO DE INFANTERÍA MEJOR DEL MUNDO, EN UN PAÍS ARRUINADO Y DIVIDIDO. Aún así, recordemos aquel 5 de Mayo de 1862, Cuando en la batalla de Puebla (fiesta Nacional Mexicana), las tropas francesas al mando de Charles Ferdinand de Lorencez, fueron vencidas por las fuerzas republicanas (la mayor parte improvisadas e integradas por indígenas y campesinos reclutados) del general Ignacio Zaragoza, y demonos cuenta, que al invadir un país, tan solo pra existir o fomentar una monarquía, no existen hechos heroicos, es cierto, hay victorias, pero no heroísmo, pues al fin y al cabo, La República fué restaurada y el último intento de monarquía en America, al ser repelida por el gobierno de Benito Pablo Juarez García, le valió el título de Benemérito de las Americas.
Que el pueblo y el Gobierno, repeten los derechos de todos. Así entre los individuos como entre las naciones el respeto al derecho ajeno es la paz. B. Juarez.
Es lo que tiene el imperialismo Alvaro, el engrandecimiento de un país, muchas veces solo se consigue pisando la cabeza a un país con menos medios que el país agresor, triste pero así a ocurrido a lo largo de los siglos.
Por supuesto merece reconocimiento el pueblo mexicano que atacado traidoramente, se defendió a cara de perro y con poca ayuda, ¡con sus propios medios!.
saludos
Es cierto que las demás naciones, en su busqueda de poder han "tenido" que pasar sobre las demás, por fortuna, en el mundo aún existen patriotas que pueden hacer algo al respecto, afortunadamente para todos los mexicanos, tuvimos en aquella época a hombres como Porfirio Diaz, Corona, Zaragoza, y Juarez, que supieron cumplir con su deber, y quiero recalcar esto: "la derrota de la legión, no solo constituyó un triunfo para los mexicanos, también lo fué para los franceses"
De todas formas excelente investigación Eljoines.
Saludos.
Defensa obtusa de la rancheria por parte de la legión...me recordó algunos hechos de los espartanos¡¡¡
Alvaro no te olvides de los valerosos zacapoaxtlas, quienes se nefrentaron a las orgullosas y bien equipadas tropas
de Napoleón , con solo fusiles viejos y machetes, propinandoles una dolorosa derrota, en realidad casi todas las fuerzas mexicanas combatian de igual forma ,poca preparación, poco armamento, poco parque y mucho valor.
saludos
El tema me llamó la atención gracias al cine, películas como "dos mulas y una mujer", protagonizados por Clint Eastwood y Shirley MacLean o "Veracruz", con Burt Lancaster y Gary Cooper, hicieron que sintiera curiosidad por el tema.
saludos
A eso es a lo que me refería, soy Mexicano, Soy Oaxaqueño, pero de todas formas trato de ser lo mas imparcial posible, pero al ver espisodios en nuestra historia como esos, solamente me pongo a pensar, ¿Cuanto mas? , Cuanto mas seguirá nuestro destino unido al de la Europa Vieja, Creo que por siempre, pues primero, nos conquista España en una Horrorosa Conquista, donde todos quedamos sorprendidos al ver la ineptitud de Moctezuma y la valentía de Cuauhtemoc, luego durante casi 300 años, o mas bien dicho en 300 años, nos explotan, llega la lucha de independencia, y cuando todo parace ir, bien, matan a Hidalgo, luego a Morelos, para que en 1821, se frustren sus ideales al proclamarse el primer imperio mexicano con D. Agustín de Iturbide, luego llega la tan esperada República, y siguiendole, llega Santa Ana, instaurando la primer dictadura, pasa la revolución que inició D. Juan Alvarez, llegan las leyes de Juarez, Iglesias, Lerdo de Tejada, Asume Juárez el poder, Inician los conservadores la Guerra de tres Años, Increíblemente la gana Juárez (o su gobiero, y los liberales), Y cuando todo parece mejorar, .... ¿Contra quién nos enfrentamos?? Pues nada mas y nada menos contra el emperador de los franceses, que manda al Hermano del emperador austriaco y a la hija de Leopoldo I,,.... Es verdaderamente increible, cuantas guerras ha padecido Mexico, Cuantos tiranos, Cuantas Opresiones, y mas increible, es que siempre el pueblo Mexicano y nuestra aguila inmortal, se han impuesto, pero no como ellos, a golpes y balazos; si no con el derecho y la justicia, ahh y también gracias a los machetes las hondas y las piedras.
Por todo ésto, es un orgullo, decir que soy Mexicano, un honor el ser descendientes de los hombres de la raza de bronce, Y saber, que con piedras, palos, y nuestra sangre meztiza, ha sabido dar lecciones a los imperios, con una sola palabra: El Derecho
Saludos
P.D. Disculpen si los comentarios llegaran a incomodarse, no estoy en contra de Europa, ni mucho menos de España (mas sabiendo, que en nuestras sangre corre también aquella que conquistó a nuestros antepasados), solo que el orgullo de ser mexicano no se puede ocultar.
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Interesante Flavius, descococía el dato.
saludos