La batalla de Hidaspo (326 a.C.) - La última batalla de Alejandro Magno
Última batalla de Alejandro Magno en su periplo conquistador en Oriente, tras esta contienda el ejército macedónico renunció a seguir conquistado nuevas tierras más allá del valle del Indo.
La batalla de Hidaspo o Hidaspes fue la última batalla de Alejandro Magno en su conquista de Oriente y tuvo lugar en la India en el año 326 aC. A orillas del río Hidaspes, en la que se enfrentó al rey indio Poros, el Rajá de Apuraba. Esta batalla es considerada como la más fácil, tácticamente hablando, de las que tuvo Alejandro en su periplo por Oriente y se caracterizó por la novedad del uso, por parte india, de los elefantes[1] como animales de guerra y de la gran cantidad de bajas que se produjeron por ambas partes contendientes.
La crónica más extensa y autorizada sobre la batalla de Hidaspo es la de Arriano[2], un experimentado general romano, de origen griego, que sirvió en las guerras de oriente con el emperador Trajano y, que la escribió basándose en las memorias de algunos de los oficiales de Alejandro.
El ejército con que el rey Poros se enfrentó a Alejandro era inferior, a todas luces, al ejército macedonio y el empleo de los elefantes no fue un elemento determinante sino más bien un elemento exótico sin incidencia en el desarrollo del combate. Los distintos autores difieren en cuanto a la composición real del ejército de Poros: Curcio la estima en 30.000 hombres de a pie y 300 carros; Plutarco, en 20.000 tropas de infantería y 2.000 de caballería; y Arriano, en 4.000 de caballería, 30.000 de infantería y 300 carros. Sin embargo, todos coinciden en que Poros comandaba un poderoso ejército combinado, en el que formaban los mejores soldados a los que se había enfrentado Alejandro y que incluía el arma más terrible de los campos de batalla de la antigüedad, unos 200 elefantes de guerra[3] sobre los que montaba un guía y unos guerreros armados de jabalinas.
La infantería de Poros también famosa y respetada. Sus miembros eran kshartya[4], soldados profesionales, al igual que los macedonios. Se dividían en dos tipos: los arqueros, con largos arcos de caña de 1,4 m. que disparaban flechas de punta de hierro o hueso y aunque poderosos, su precisión no era buena, y probablemente los indios se basaban más en el peso del disparo que en la puntería; y a continuación estaban los lanceros, provistos de lanzas o jabalinas y con escudos de piel tendidos sobre mimbre. Todos, salvo los más pudientes, iban sin armadura, con la vestimenta acostumbrada de una larga falda, y armados con espadas de hoja de hierro.
Por su parte, el ejército de Alejandro estaba compuesto por cerca de 34.000 infantes, unos 7.300 jinetes y alrededor de unos 5.000 aliados indios.
Alejandro y Poros durante la batalla del Hidaspes. Charles Le Brun 1673.
Desarrollo
El Jhelum[5] estaba crecido y Alejandro decidió no cruzarlo a la vista de los elefantes. Estableció el campamento e hizo ver que aguardaría a que el Jhelum descendiera, mientras que lo que estaba considerando era buscar un paso alternativo oculto a la vista de su enemigo.
Los indios veían las maniobras de distracción y los amagos de intentos para cruzar el río que, por diversos puntos, realizaban los macedonios. Finalmente, Alejandro encontró un lugar para cruzar el Jhelum unos 27km arriba de su campamento, engañando a Poros con una serie de brillantes maniobras. Durante la noche trasladó a una parte importante de su ejército, incluida la caballería, hacia el punto donde debían cruzar el río, permaneciendo el grueso del ejército, dos “taxeis” de la falange y una fuerza montada, al mando de Crátero, en la orilla del río para realizar el paso cuando Alejandro hubiese anulado a los elefantes y estuviese combatiendo con Poros, para atrapar a los indios entre las dos fuerzas macedonias.
Para despistar completamente a Poros, Attalos, de apariencia semejante a Alejandro, fue vestido con la armadura de éste y encargado de dejarse ver esporádicamente para que los indios lo tuviesen vigilado. Mientras que Meleagro debía fingir ataques simulados en las orillas del río, entre el campamento macedonio y el punto de cruce para terminar de confundir a Poros y cruzar una vez lo hubiese hecho Alejandro.
Alejandro, cruzó el Jhelum con sus fuerzas más experimentadas; los por hipaspistas[6], dos taxeis[7] de la falange, arqueros cretenses y peltastas tracios[8].
La falange atacando el centro durante la batalla del Hidaspes.
André Castaigne 1898.
Al amanecer, Poros se encontró con que una fuerza indeterminada de macedonios había cruzado el río. Pensando que se trataba de una maniobra de diversión, ya que veía los movimientos del grueso del ejército de Alejandro al otro lado del Jhelum, mandó un pequeño contingente, formado por unos 120 carros y unos 4.000 jinetes, dirigido por su propio hijo para detener a los griegos, que fue completamente aniquilado por Alejandro. Al recibir esta noticia, Poros decide hacer frente a Alejandro con todo el grueso de su ejército, dejando una pequeña fuerza en la orilla del río para dificultar el paso de Crátero.
Desarrollo de las distintas fases de la batalla de Hidaspo o del Hidaspes.
(Elaboración propia)
Poros formó a sus hombres en una línea, con la caballería y los carros a la izquierda y los elefantes repartidos a la cabeza de la larga línea.
Alejandro formó también una línea, una larga falange con los hipaspistas a la izquierda, flanqueados por la caballería macedonia al mando del rey, la falange macedonia, la falange griega y los infantes tracios. Cuando los elefantes de Poros atacaron fueron frenados por el bloque compacto que ofrecía la falange: una auténtica muralla de bronce erizada de hierro que detuvo en seco a los elefantes. Entonces la infantería ligera de Alejandro atacó a los elefantes con hachas y jabalinas, éstos se volvieron contra sus propias líneas mientras Alejandro, con un hábil movimiento envolvente, derrotaba a la caballería india provocando la desbandada general y catastróficas pérdidas en las filas indias.
Arriano detalla así el despliegue de Poros:
“En vanguardia dispuso a los elefantes distanciados unos 30m unos de otros, en un amplio frente, para formar una pantalla ante todo el cuerpo de infantería e infundir terror entre la caballería de Alejandro. No esperaba que ninguna unidad enemiga se aventurara a abrirse camino por los huecos entre los elefantes… el terror haría incontrolable el gobierno de los caballos, y era aún menos probable que lo hicieran las unidades de infantería, ya que se encontrarían con la infantería pesada y serían destruidas por los animales al volverse contra ellos y pisotearlos” (Arriano V.16.).
Consecuencias
En la batalla de Hidaspo se dieron cita dos conceptos distintos de ejércitos: por un lado un potente ejército macedonio muy superior táctica y técnicamente a su oponente y; por otro, un valiente ejército indio pero impotente ante el formidable ejército de Alejandro.
La batalla fue tremendamente sangrienta y de una duración muy larga para lo que eran las batallas de la Antigüedad, cortas e intensas. La valentía y arrojo de Poros impresionó profundamente a Alejandro quien le perdonó la vida y firmó un tratado de amistad con él que le permitió seguir gobernando en su nombre. Cuentan las crónicas que una vez derrotado, herido en un hombro y erguido en presencia de Alejandro, éste le preguntó cómo deseaba ser tratado, a lo que el gigante rey indio, medía casi dos metros de altura, respondió: “Trátame, ¡oh Alejandro!, como a un rey”.
En el ejército macedonio, las bajas en la caballería, unos 280 jinetes, fueron muy inferiores a las sufridas por la infantería, donde perecieron cerca de 4.000 infantes y unos 12.000 fueron heridos. El elevado número de muertos se debió a la carga de los elefantes de guerra ya que para ahuyentarlos tuvieron que sacrificar un gran número de efectivos. Fue aquí donde de verdad sufrieron los efectos de la carga de los elefantes, ya que en anteriores combates con los ejércitos persas[9], los elefantes apenas tuvieron incidencia en las batallas.
Curcio relata que, antes de la batalla, Alejandro había despreciado el valor de los elefantes:
“Nuestras lanzas son largas y robustas; nunca nos servirán mejor que contra estos elefantes y sus guerreros. Desalojad a éstos y atravesad a las bestias. Son una fuerza militar de dudoso valor, y su ferocidad será mayor contra los suyos; son conducidos hacia el enemigo por la fuerza de las órdenes, pero también por el temor de los suyos” (Curcio VIII.14.16).
El ejército de Poros sufrió unos 12.000 muertos y cerca de 9.000 hombres fueron hechos prisioneros por los macedonios.Arriano calcula las bajas indias en 20.000 hombres de infantería, 3.000 jinetes y todos los carros; la mayoría de los elefantes que sobrevivieron fueron capturados e integrados en el ejército macedonio.
Conclusiones
Dos son los factores que influyeron en la victoria de Alejandro sobre Poros: por un lado el cruce por sorpresa del río Hidaspes con una fuerza lo suficientemente fuerte y, por otro, la orden dada a su caballería de envolver al enemigo y atacar por el otro flanco, tras ver la disposición táctica del ejército indio.
Esta batalla fue la que mayor número de bajas le produjo y la que marcó el final de sus campañas en Oriente. Tras esta batalla, los oficiales de Alejandro se opusieron a su intención de proseguir hacia el este ya que el ejército estaba exhausto y agotado por los más de ocho años de campañas y atemorizados de tener que volver a enfrentarse con ejércitos que contasen con un gran número de elefantes de guerra.
Probablemente, si Poros hubiese sido mejor estratega, habría concentrado sus elefantes contra el ala derecha del despliegue macedonio, la más débil, ya que si lograban abrir brecha en ella podrán haber enviado a los carros para favorecer así el camino a la caballería india hacia la retaguardia macedonia. Pero Poros no era ese estratega capaz de hacer frente a la estrategia militar de Alejandro.
En la actualidad han surgido historiadores indios que argumentan que Alejandro fue realmente fue derrotado por Poros, y que fue este hecho el motivo real que propició su regreso a Babilonia. Lo cierto es que victorioso o derrotado aquí se frenó la expansión de Alejandro por el valle del Indo.
Autor: Jandres
Bibliografía
Arriano, F. La Anábasis de Alejandro Magno. Capítulo IV: el reinado de Alejandro magno a través de la “Anábasis” de Arriano de Nicomedia.
Kurke, L. (2011). Alejandro Magno su Liderazgo. Lecciones de liderazgo duraderas del hombre que creó un imperio. México D.F.: Grupo Nelson.
La batalla explota como la tempestad, Alejandro conquista la India (parte final). http://losmasgrandesdelahistoria.blogspot.com/2009/05/alejandro-invade-la-india-el-raja-de.html
La batalla de Hidaspes. http://www.historialago.com
Batalla del Hidaspes. http://es.wikipedia.org/wiki/Batalla_del_Hidaspes
Alejandro Magno, la batalla legendaria del río Hidaspes. http://www.taringa.net/ posts/ciencia-educacion/8617508/Alejandro-Magno_-la-batalla-legendaria-del-rio-Hidaspes.html
Batallas de la Historia (III): La batalla del Río Hidaspes.http://desdemipunto. wordpress.com/2011/08/26/batallas-de-la-historia-iii-la-batalla-del-rio-hidaspes/
[1] Estos animales serían utilizados posteriormente por los ejércitos cartagineses en su conquista de Hispania y especialmente por Aníbal en su campaña italiana frente al poder de Roma.
[2] Nació en el pueblo costero de Nicomedia, capital de la provincia romana de Bitinia (actual Turquía). Sus trabajos nos han transmitido las conquistas de Alejandro Magno. Al acabar sus estudios, entró en el ejército como caballero al servicio de Adriano, ya que era ciudadano romano, y sirvió en la Galia y en la frontera del Danubio. En 129 obtuvo el nombramiento de cónsul, primero en la Bética y en 130, fue nombrado procónsul de Capadocia y comandante de las legiones romanas en la frontera con Armenia. Era excepcional para esa época que un griego consiguiera tan alto rango militar. En 135, repelió una invasión de los Alanos al organizar de forma magnífica las legiones (XII Fulminata y XV Apollinaris) y las tropas auxiliares a su mando.
[3] Los elefantes de guerra indios eran grandes machos, castrados, de 3,5m de hombros y un peso de hasta 5 toneladas. Cada uno llevaba una coraza de piel de buey o búfalo, y del arnés colgaban campanas para amplificar el ruido del elefante al moverse. Lo montaban un cornaca y hasta cuatro guerreros, provistos de arcos o jabalinas, a horcajadas sobre el lomo del animal. Pero el arma principal del elefante era pisotear al enemigo, derribarlos con la trompa y ensartarlo con los colmillos, que podían ir cubiertos con afiladas vainas de hierro.
[4] Los kshartya eran los guerreros del ejército, pertenecientes a la segunda casta de la India, tras los brahmanes, y tienen fama de poseer un gran coraje y mucha valentía en el campo de batalla.
[5] Nombre actual del río Hidaspo o Hidaspes.
[6] Los hipaspistas (portadores de escudo) o hipaspistas de los Compañeros eran originalmente un regimiento compuesto de escuderos personales de los Compañeros del rey. Los primeros hipaspistas llevaban las armas personales del rey, incluido el Escudo sagrado de Troya, en el combate. Esta unidad de infantería ligera, de 3.000 infantes, estaba dividida en 6 lochoi y fue dirigida por Nicanor, hijo de Parmenio, hasta su muerte en 330 a. C.
[7] Taxei era la denominación de los batallones o unidades de infantería que componían la falange macedónica. Los pezhetairoi (compañeros de a pie) sumaban 9.000, repartidos en 6 batallones (taxeis) de 3 lochoi cada uno. Los taxeis llevaban el nombre de su comandante y eran reclutados sobre una base territorial.
[8] Los peltastas tracios eran la infantería de élite del ejército macedonio.
[9] Darío usó 15 elefantes de guerra en la batalla de Gaugamela, pero que no tuvieron incidencia directa en el combate.
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Hola Jandres. Buen trabajo!!
No se si sabias que yo subi hace tiempo (como dos años creo) un trabajo sobre esta batalla, al foro viejo. Si no recuerdo mal, Galland lo puso en el nuevo foro (no estoy seguro, ahora no lo encuentro).
Te voy a dar mi opinion sobre la batalla. No estoy de acuerdo con que haya sido la batalla mas "facil" para Alejandro. Creo que fue tan compleja como todas las demas. Las dificultades en esta batalla fueron muchas, no solo tacticas, sino tambien en lo estrategico, en la logistica. Puesto que no solo debio Alejandro enfrentar a un enemigo nuevo, con un arma desconocida: los Elefantes (estos eran asiaticos, no norteafricanos como los que utilizarian los cartagineses, no los confundas), sino tambien una situacion MUY COMPLEJA, como lo es un cruce de un rio. Sumale las extensas marchas, y los innumerables enemigos que tuvieron que enfrentar hasta llegar alli.
Es cierto que el infante indio, a la par de un macedonio, parece no ser rival. Pero es que la situacion tactica que plantean entremezclados con luna linea de elefantes es otra cosa, muy interesante. La infanteria macedonia se las vio negras para soportar los elefantes bajo la lluvia de esas enormes flechas. Por otra parte, es conocido el efecto que los elefantes tienen sobre la caballeria enemiga (no acostumbrada al olor de estas bestias).
Otro tema es la maniobra de caballeria (o mejor dicho, "las maniobras") que ejecuta Alejandro. De una lucidez increibles. En este punto si es inmensamente superior al enemigo. No por la mala calidad de la caballeria enemiga, sino porque Alejandro, su caballeria, literalmente no tenia rival.
Por ultimo, veo que el esquema de la batalla que pones, supone que el movimiento de Coeno con su caballeria se da por detras de las lineas enemigas. Realmente es un movimiento muy dificil. Pero en este punto, nadie esta de acuerdo por donde se dio tal movimiento, tan crucial para el desarrollo de la batalla (porque fue el que finalmente inclino la batalla a favor de los macedonios).
saludos
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Me sumo a la felicitación Jandres, ameno y entretenido.
saludos